🍼 Capitulo diez

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La pequeña familia se encontraba haciendo las compras, Seongmin iba de la mano de su papá mientras que su mamá buscaba frutas y verduras, caminando por los pasillos el pequeño vio unas bolsas con dulces, levantó la mirada y tiró de la mano de Riki para llamar su atención.

—¿Qué pasa, cariño?—Pregunta agachándose a su altura.

El niño apuntó los dulces—Quiero esos, papi.

—Mmh, hace unos días estuviste mal del estómago, amor.

—Por favor, papi. Comeré pocos—Ruega abriendo sus ojitos de Bambi.

Riki intentó resistirse, de verdad, pero a esos ojitos que nadie puede resistirse. El alfa soltó un suspiro y tomó la bolsa.

—Bien, pero los comerás una vez estés mejor—Dice y Seongmin aplaude feliz.

Jungwon vuelve con su esposo e hijo con las manos ocupadas por bolsas de verduras y frutas, frunce el ceño y observa a su alfa serio por la bolsa de dulces en el carrito. Ni-ki simplemente le sonríe inocente, negó con la cabeza y siguió su camino con los demás atrás de él.

Luego de unos pocos minutos se dirigieron a la caja para poder pagar e irse, le habían prometido a Seongmin que irían a la casa de los tíos Jake y Heeseung y el niño ya estaba que le carcomía la ansiedad. Con ayuda de Jungwon cargaban el baúl del auto con las bolsas de las compras, al terminar se subieron y arrancaron, primero a su propio hogar para ordenar las compras y después a la casa de sus amigos.

Al frenar en un semáforo en rojo, Seongmin, que miraba por la ventana, empezó a tocer de manera repentina, sus ojos se cristalizaron y su rostro se tornó rojo. Ambos padres miraron para atrás y rápidamente empezaron a buscar una botella de agua.

—Traga despacio, Seongmin, y trata de respirar hondo—Aconseja Riki quien rápidamente vuelve su mirada al camino pues el semáforo se puso en verde y varias personas empezaron a tocarle bocina.

—¿Te sientes mejor?—Pregunta Jungwon y el niño asiente con la cabeza—¿Qué pasó? ¿Te atragantaste con algo?

—E-Eso creo... pero ya estoy bien—Responde con su respiración algo agitada.

—Bien, sigue tomando agua de a tragos pequeños y respira hondo.

El niño siguió con los pasos que su mami y papi le dijeron hasta que llegaron a casa y estuvo más calmado. Se sentía asustado, ¿qué había sido eso? Ya le habían dado esos pequeños ataques, sin ser así de fuertes, pero nunca enfrente de sus padres y tampoco quería decirles para no preocuparlos pero ahora ya no podía ocultarlo.

[🍼]

Jungwon ayudaba a Jake a preparar la comida para merendar mientras que Heeseung y Riki llevaban la mesa y las sillas al patio trasero. a Seongmin se encontraba sentado jugando con el pequeño perrito que la pareja adoptó. Los adultos se sentaron en la mesa y junto a Riki el pequeño Seongmin, entre una linda charla empezaron a comer.

Seongmin comía en silencio su cupcake sin interrumpir la charla de los adultos, al terminar de masticar y tragar una pequeña molestia se instaló en su pechito pero no le dio importancia y simplemente se dedicó a terminar su leche con chocolate.

—Papi...—Llama a Riki tirando de su manga, este paró de hablar y observó a su hijo—¿Puedo ir a jugar con el perrito? Ya terminé de comer.

—Sí, mi amor. Ve.

Seongmin se bajó de la silla, se sentó en el césped y rápidamente el pequeño perrito se le tiró encima moviendo su cola y dando mordiscos inofensivos. El niño le tiraba la pelota y el animal la iba a buscar y se la daba otra vez, estuvieron así un rato hasta que Yeon, el perro, empezó a tironear de su manga con sus dientes para que lo persiguiera por el jardín. Seongmin lo hizo soltando pequeñas risas, pero la molestia en su pecho empezó a molestar más y más hasta que paró en secó y cayó de rodillas al césped. El perrito empezó a ladrar y lloriquear al darse cuenta que algo malo pasaba.

Cuidando a Nishimura SeongminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora