★彡『 K ғᴏʀ Kᴏᴏʟ 』彡★

██▓▒­░⡷⠂ᶤᶰˢᵒᵐᶰᶤᵃ ᵇᵒʸ⠐⢾░▒▓██

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-Te vez sediento, anda toma un poco, no seas tímido- replicó - Enserio esta bien que yo?.... Uh...no... realmente no me gusta el vino - Negó tímidamente, ciertamente se sentía incomodo a mas no poder -Anda, yo no tengo problema, después de todo....somos amigos~ no es así?~- aquel aire seductor recorrió el cuerpo de Noriaki, el solo suspiro lo cual hizo que el contrario se acercara mas -Eres muy guapo lo sabias?~- -Gracias.....tu tambien lo eres- -Dime Noriaki alguna vez tu τꀎꃴꀧꃶτꂅ ꃶꂅꁿꀒ?- -Que?.....disculpa, creo que no escuche bien...- -si alguna vez tu τꀎꃴꀧꃶτꂅ ꃶꂅꁿꀒ?- -Disculpa yo....no....em...yo...- titubeo nervioso, su vista se sentía borrosa -Yo....

Noriaki despertó dando un grito, miro alrededor, su apartamento seguía igual que antes....casi sin nada, jadeo un poco mientras caminaba a paso lento a su cocina, tomo un vaso de agua y luego de eso se tomó un momento para respirar. Miro el reloj en su pared, eran apenas las 7:40 "debería salir ya que estoy despierto" pensó mientras se quitaba la pijama y se vestía.

Al salir del edificio una brisa fría lo invadió, miro a su alrededor, se sentía algo adormilado aún así que pensó en caminar un poco, tiendas de conveniencia, cafés, farmacias, lugares para comer, supermercados, etc... Trataba de hacer nota mental de todo lo que lo rodeaba, camino un poco mas hasta que vio un pequeño parque, se acercó y se sorprendió un poco al ver a niños jugando tan temprano, suspiro con una ligera sonrisa.

Sus pensamientos fueron rápidamente interrumpidos por un brusco movimiento -¡Irene! Fíjate por dónde caminas!- grito un voz masculina a lo lejos, Kakyoin miro hacia abajo notando rápidamente la silueta de una niña pequeña que lo miraba fijamente mientras se agarraba de su pantalón, rápidamente llegó quien se presumía era su padre -Disculpe, lamento si mi hija le causó algún inconveniente- Dijo un hombr de pelo negro, traje blanco perfectamente planchado mientras se acomodaba su gorra igualmente blanca -No se preocupe, estoy bien- respondió Noriaki con un ligero suspiro, ambos se vieron directamente "Donde te he visto antes?..." Se preguntaron ambos internamente, mientras ambos estaban metidos en sus pensamientos, Noriaki decidió por fían decir algo, rompiendo el silencio -Eh, yo...- antes de siquiera poder terminar la voz de la pequeña Irene los distrajo -Papi! Papi!- dijo mientras sacudía el pantalón de su padre -Que sucede Irene?- Dijo el pelinegro mirando hacia abajo -Juega conmigo en los columpios!- -Espera Irene, ve a jugar en un segundo te alcanzo- Dijo mientras volvía a mirar a Noriaki -asi que....Es tu hija?- preguntó ligeramente el joven de pelo rojizo -Si, estamos paseando un poco, aprovechando que son vacaciones- Dijo el pelinegro con una ligera sonrisa, Kakyoin sonrió un poco, un poco inseguro de que más preguntar -Ah...Yo..mmm....Puedo saber su nombre?- preguntó algo apenado -Jotaro Kujo, un gusto, pudo yo preguntar por el suyo?- -El gusto es mío, soy Noriaki Kakyoin- dijo con una ligera reverencia "Kakyoin....por qué me suena tanto ese apellido" se preguntó Jotaro internamente, Kakyoin suspiro antes de despedirse cortésmente aunque fue detenido por Jotaro quien parecía un poco desesperado en hablar con el -O...Oye , disculpa, tu vives por aquí?- preguntó rápidamente Jotaro -Si, por qué la pregunta?- -Yo me estaba pensando en mudarme y aquí se me hace un buen lugar...- No entendía por qué pero Jotaro no podía evitar sentir que lo conocía de algún lado.....Casi como su el Noriaki fuera parte de el -Oh, en ese caso te recomiendo ir por a darte una vuelta por la calle Okada 167 Plaza Norte, por ahí hay muchos apartamentos y casas en renta y a la venta también si piensas quedarte permanentemente, la verdad es un lugar tranquilo para vivir- Respondió tranquilo, un poco menos tenso que al principio.

Jotaro lo miro mientras agradecía con voz tranquila y una pequeña reverencia, en aquel momento de paz la incesante voz de Irene rompió el silencio -Papá!!!! Dijiste que jugarías conmigo!!!!!- Su voz sonaba desesperada mientras se balanceaba en los columpios con un ligero empujón -Ah, si, voy cariño- Jotaro corrió a dónde Irene, Noriaki los miro, anhelando tener una familia así, una bonita esposa que lo esperaba en casa después del trabajo y una pequeña vocecita infantil que le preguntará cómo le fue, recibiéndolo con los brazos abiertos.