Epílogo

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Hyunjin tenía miedo de cagarla. Felix estaba confiando en él, pero él no tenía la confianza suficiente. ¿Y que si perdía el control y jodía al mayor?

No es que dudara de sus habilidades en el sexo, siempre había dejado satisfechas y satisfechos a sus amantes. Pero Felix eran diferente en todos los sentidos. Y había perdido práctica porque no había tenido sexo por más de un año.

Había estado en abstinencia por Felix y aunque estaba algo emocionado por este día que Felix había aceptado avanzar hasta el final no le importaría pasar otros dos años sin sexo si el mayor se lo pedía.

Terminó de enjuagarse la cara y se miró en el espejo, estaba nervioso, se le notaba bastante, se secó con una toalla y salió del baño completamente desnudo.

Felix estaba acostado en la cama también estaba desnudo y nervioso por lo que iban a hacer.

Se acercó hasta el menor y le dio un beso en la frente.

— ¿Estás seguro?, No quiero obligarte a nada— Felix sonrió y asintió —Perfecto.

Hyunjin le dio un beso en los labios delicadamente, se separó, lo miró y volvió a besarlo.

— quiero.

— También yo le respondió al mayor mientras lo recostaba en la cama y se colocaba entre sus delgadas y pálidas piernas.

Lo beso como solía hacerlo, con cariño, sus labios, su cuello y clavículas, Felix se notaba más nervioso que nunca, porque a pesar de que estaban haciendo lo mismo de siempre sabía que esta vez lo harían hasta el final, probablemente por esa razón su cuerpo temblaba bajo el suyo.

Tranquilo — beso su mano, después su pecho y se fue deslizando hasta su cintura. — No voy a hacerte daño.

— Lo sé — respondió el mayor, pero a pesar de eso su cuerpo estaba tenso y duro.

— Relajate, quiero que lo disfrute — Felix volvió a asentir — Flojito, flojito.

Alzo las caderas del más bajo mientras acariciaba sus piernas suavemente y de vez en cuando las apretaba entre sus grandes manos.

Le regaló una sonrisa y su cara se perdió entre las mejillas de su trasero.

El cuerpo de Felix tembló, no, se retorció por el placer de los labios de Hyunjin en su entrada y fue peor cuando empezó a penetrarlo con su lengua.

Todos sus sentidos explotaron, como son hubieran fuegos artificiales en el techo.

— Ahh... ahh... — Felix estaba duro, más que duro, llevo sus manos a la cabeza de Hyunjin dejando una mano en su cabello y con la otra empezó a masturbarse — por dios Hyunjin.

El menor estuvo estimulandolo por un largo tiempo, se alejo un poco sólo para mirar a Felix. — Se pondrá mejor— afirmó — Tú vas a hacerlo.

Felix no entendió hasta que Hyunjin le dio la vuelta para dejarlo encima de él.

— Montame — ordenó. Felix lo miro nervioso — Sólo lo que puedas tomar.

— No puedo.

— No, sí puedes estas listo, sólo hasta donde puedas.

Felix asintió nervioso, tomo el miembro de Hyunjin y lo alineo en su ano.

Se empaló el mismo sin llegar hasta la base.

— Dios, es demasiado grueso — se quejó no dolía mucho, lo normal pero sabía que aún faltaba más.

— Muévete ahora — Felix lo hizo, despacio y con cuidado dejando escapar leves suspiros.

Subía y bajaba, sin darse cuenta cada vez tomaba más del miembro del miembro del moreno.

Hyunjin acariciaba su cuerpo, sus tetillas y besaba sus labios, con cariño tratando se distraerlo lo más posible.

— Mg... — gimió Hyunjin, estar dentro de Felix era la gloria por el simple hecho de ser la persona que quería, que amaba. — Falta poco.

Felix se sonrojo más de lo que ya estaba, entendiendo, subió de nuevo y volvió a bajar esta vez llegando hasta la base.

"Dios"

— Bien — Esta vez Hyunjin se impulso hacia arriba dispuesto a tomar el control del ritmo — Oh sí — gimió.

Felix dejo escapar unas lágrimas silenciosas, por fin, por fin se había entregado a Hyunjin por completo y no importaba si dolía un poco, se sentía bien, se sentía placentero y se sentía feliz.

Ya no había recuerdos feos, sólo estaba Hyunjin diciéndole lo mucho que lo amaba y Felix sabía que podía creer en él.

— Ahí — gimió quedito cuando Hyunjin encontró su próstata y empezó a mover sus caderas desesperado por más contacto en esa parte de su cuerpo.

Hyunjin de nuevo le dio la vuelta para quedar arriba de él, acomodando las piernas delgadas en sus hombros, empezó de nuevo un vaivén más rápido.

— Ahhh... ahh.. Dios Hyunjin.

El castaño tomó su miembro y empezó a bombearlo.

— Voy a venirme — rugió Hyunjin, Felix asintió corriéndose primero y apretando al menor entre sus calientes barreras.

— Oh — Hyunjin cayó encima de él con la respiración agitada. — Fue fantástico.

— Sí — acepto el mayor — Tienes los 24 mejores centímetros que he visto, tomado y probado en mi vida.

Hyunjin sonrió.









FIN... 

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