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Jeon Jungkook un hombre de treinta y ocho años, exitoso, de los mejores mercadólogos que Seúl Corea del Sur pudiera tener, se encontraba a punto de salir a su oficina cuando escucho los pasos apresurados que tomaban dirección al comedor.
-Buenos días papá, adiós papá - Si ese era su hijo, nuevamente corriendo para la Universidad.
-Pondrías sentarte a tomar el desayuno si no fueras tan poco organizado con tu tiempo- Jeon se caracterizaba por ser una persona organizada y calculadora, algo que su hijo claramente no había heredado.
-Es demasiado tarde, apenas y alcanzó a llegar, mañana trataré de levantarme más temprano, pero ahora debo irme papá, nos vemos en la tarde- y así el jovencito salió corriendo.
-Hay Sobin que haré contigo-
Jeon termino su desayuno y se dirigió a su oficina hoy tendría mucho trabajo.
Todos en la oficina conocían a Jeon, era alguien muy bueno en su trabajo, se desempeñaba hábilmente y sin titubeos, pero en cuanto a su vida privada solo sabían que tenía un hijo y que era viudo, aunque no se sabía con exactitud desde hace cuanto tiempo.
-Buenos días señorita Somi, pase para repasar la agenda del día de hoy- Ese fue el comienzo de un día lleno de reuniones y documentación para firmar, era un día realmente estresante que no tenía fin. Se encontraba tan concentrado que no escuchaba el sonido insistente de su celular, entonces el teléfono de la oficina sonó sacándolo de su mundo.
-Digame señorita Somi-
-Tiene una llamada telefónica de joven Sobin- le extraño un poco que su hijo llamara a la oficina y no a su teléfono pero aún así lo atendió.
-Hijo dime, porque haz llamado a la oficina y no a mí teléfono-
-Papá te eh estado marcando sin sesar y no has respondido- Jeon verifico y realmente tenía muchas llamadas y mensajes.
- Al parecer no escuché ni una vez el celular, pero dime ¿Que sucede?-
- Te quería avisar que saldré en la noche, iremos algunos amigos a celebrar el triunfo del equipo de baloncesto-
-Sobin sabes cuáles son las condiciones, así que adelante-
-Muy bien papá te veo por la noche o tal vez no- se escucho la risa de su hijo, lo conocía a la perfección y sabe que no es un santo por ello solo le repite las condiciones y las consecuencias de lo que podría pasar si no tiene precaución.

El resto del día fue totalmente agetreado, estaba terminando de fumar algunos contratos cuando escucho la puerta ser abierta.
-Estoy derrotado Jungkook, necesito un whisky urgente- ese era su gran amigo EunWoo.
-Sabes que en tiempo de oficina no podemos beber-
-Yo estoy hablando de irnos a un bar, beber, relajarnos y buscar una buena compañía-
-Soy fácil de convencer, nos vemos en recepción hoy quiero algo fuerte-
Marcaban las 8 de la noche y ambos se dirigían a Gagnam en específico al Club Syndrome, hoy querían buena diversión. Se adentraron y se pidieron una zona privada donde comenzaron ambos amigos a beber y disfrutar de la buena música.
Al otro lado del club se encontraba un grupo de amigos disfrutando del alcohol y de la música, nada los detenía, y sobre todo a dos en específico que buscaban una noche prometedora, el primero de ellos ya había encontrado a quien de haría la noche.
-Sobin Sobin- por más que su amigo lo llamaba este parecía no escuchar, así que se acercó y jalo a su amigo.
-Que sucede Jimin, no vez que estoy ocupado- Si, Sobin era todo menos santo y recatado, se encontraba ya muy bebido bailando con una mujer que al parecer le dobla a la edad.
-Tan ocupado que no te haz dado cuenta quien está del otro lado del club- Sobin enseguida movió la vista para ver lo que decía su amigo y cuando se dió cuenta a lo que se refería, la borrachera y la calentura se le bajaron de inmediato.
-Mi papá- fue casi un susurro
-Exactamente querido amigo-
-Haz algo, baila para que te vea y yo pueda salir de aqui-
-¿Que yo que?, estás loco si piensas que voy a ir a seducir a tu papá-
-Pero fue idea tuya venir aqui-
-Yo no sabía que tú papá te prohibió este lugar- Para ser específicos el Syndrome era un club para personas maduras, es decir adultos que rondaban los 30-40 años, era un gran lugar, pero también algo pervertido y Jeon conocía perfectamente a su hijo así que le había prohibido que fuera ahí, para empezar su hijo era menor de edad, aún no cumplía los 21 años y otra razón era porque se quería evitar incómodos encuentros. Pero no fue suficiente que se lo prohibiera porque ahí se encontraba su hijo buscando la manera de huir sin ser visto.

Tiempo⏳[Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora