Bienvenidos...

144 19 108
                                    


Llegas a la ciudad, todas las luces están encendidas, solo en un autobús. Lionel Andrés Messi Cuccitini era un chico de veinte años el cuál llegaba a aquella ciudad con nombre algo raro el cuál aún le resultaba difícil de pronunciar con el alma nerviosa y los ojos algo llorosos por la nostalgia.

"Kun amaría estar aquí, sería al que menos pena le daría pedir el taxi", penso el joven argentino mientras veía como el autobús paraba en la central de los ADO.

Veía a gente bajar el iba sentado hasta atrás, le daba menos pena bajar si veía a otros bajar antes de el, sentía que su presencia pesaba en aquel lugar, aunque le agradaba que nadie de ahí sabía de su existencia.

El chico tomo sus maletas de el compartimiento de arriba y con el poco entusiasmo y nerviosismo bajo mientras continuaba observando, Lío no era mucho de palabras si no estaba con su mejor amigo o con ...

— Fíjate güero con cuidado o otro te la va a recordar — le hablo un mexicano desconocido.

— Lo siento — dijo Lio rápidamente mientras veía como el hombre se iba.

Güero eso si que no lo había escuchado. Lío siguió su camino por ese túnel para salir a tomar un taxi .

No conocía muy bien el lugar, aunque no tendría problema con el dinero cuando hizo la parada en otro estaba había cambiado su dinero por el peso mexicano.

El día de mañana conseguiría trabajo o tres si era necesario , trabajaría todo el periodo vacacional para luego continuar con sus estudios, el argentino debía adaptarse a un nuevo estilo de vida solo, pero nunca olvidaría de dónde venía.

— Che taxi — hablo Lío parándose de puntitas mientras alcazaba su mano para que aquel taxi lo viera.

Para la buena suerte de Lio el taxi cedió parándose junto a dónde se encontraba el chico.

— ¿A dónde lo llevo joven? — pregunto el señor.

— Podría llevarme a los edificios del grupo M , me dijeron que se encuentran en el malecón — contesto Lío.

Aquel taxista sonrió al escuchar aquel acento del joven pues rápidamente se dió cuenta de que era un turista quien desconocía de la zona y sobre todo de los costos.

— Simon joven serían cien varotes de aquí hasta allá, sobre todo por qué solo iría ustedes, ya sabe mijo por sus maletas — contesto el taxista.

Lío escucho cien pesos y pensó que era una ganga, al pobre muchacho le faltó pensar en dólares y no el bolívares como diría mi tío el chino no es quien la hace es a quien agarran de pendejo pero esa no es cosa.

El taxista sonrió mientras comenzaba a conducir hacia el famoso malecón.

Los edificios de la sección M eran los más horribles por dentro, lo único que los hacía meramente decentes era su fachada que gracias al nuevo gobierno se pintaban cada año, pero antes ni eso.

Al llegar a su destino Lionel busco cuidadosamente en su billetera el billete correcto, no lo iba a tomar por pelotudo pagando por uno equivocado.

Aunque para su mala suerte ya le habían echo la novatada con el taxi.

— Tomé — sonrió Lío entragando el billete "rojo" como el le decía.

El de doscientos era verde, el de veinte azul y el de quinientos de color café.

— Gracias joven — Rio el taxista sin más.

Mientras Lío bajaba del auto observó los edificios el suyo era el número seis habitación trece.

El trece era un lindo número para el era el número del dorsal de su ídolo en la selección argentina Lionel Scaloni, quien diría que un Lionel así como el era el mejor del mundo, un orgullo para su nación y para el cómo buen argentino "Lionel Scaloni el mejor del mundo".

El trece era un lindo número para el era el número del dorsal de su ídolo en la selección argentina Lionel Scaloni, quien diría que un Lionel así como el era el mejor del mundo, un orgullo para su nación y para el cómo buen argentino "Lionel Scalo...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



Después de salir de sus pensamientos un chico rizado se acercó a él por lo que Lío pudo notar trabajaba en la tienda de pilas para coches el LTH que se encontraba abajo del edificio.

— Ay joven no es por ser chismoso pero ví como le daba uno de cien al taxista — dijo el chico rizado de baja estatura.

— Si ¿Tiene algo de malo? — pregunto Lío con inocencia.

— Pos al chile no se de qué lugar agarraste el taxi güero, pero si lo agarraste aquí en Coatzayork a lo mucho debías pagar cincuenta mijo — contesto el chico.

— No pode ser — dijo Lio colocando su mano en su cabello.

— Ay mijo te vieron cara de que no eres de aquí, eres boludito verdad — rio el rizado.

— Apenas me conoce y ya sabé como soy — rio Lío.

— Ay chamaco ya ve agarrando maña, cuando te subas a un taxi mejor siempre di "cuando voy por aquí me cobran tanto y así" — aconsejo el rizado.

— ¿Tanto cuánto dinero es? — pregunto Lío.

El rizado no pudo hacer más que soltar una risa.

— Ay chamaco me sacaste una risa wey, ¿Cómo te llamas boludito? — pregunto el mexicano.

— Me llamo Lionel Andrés Messi Cuccitini — Contesto el chico.

— Te dije nombre no tu CURP wey — rio el rizado.

— perdón — dijo Lio.

— Nah no te preocupes mijo, yo me llamo Andrés ahí cuando quieras ven a verme acá a mi chamba , te picho unas tortas, la neta si está bien feo vivir en estos edificios para una cría como tú te vez todo tierno — dijo Andrés.

— Si me he de ver muy inocente para que el del taxi me haya sacado de más, pero no me digas mijo , apoco si estás muy grande — rió Lío.

— Nah que paso güerito estoy en mis veinte — rio el rizado.

— Pero en tus veinte minutos libres che — dijo Lio a lo que ambos rieron.

— Ay como me caes bien boludito, pero te tengo que dejar o mi jefe me regaña, ahí me vienes a ver más al rato o mañana ya viste dónde trabajo — se despidió el rizado.

— Va Andrés , bye — se despidió Lío comenzando a caminar.

Al llegar y abrir la puerta de su nueva habitación espero que esa habitación no fuera un presagio de su nueva vida, pues está era horrible.

— O salgo de aquí o me hundo más — dijo esté para si mismo.

°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•


Buenassss ya volví

Espero les guste

— Queso

🄱🄸🄴🄽🅅🄴🄽🄸🄳🄾 (𝑁𝑜 ℎ𝑎𝑦 𝑙𝑢𝑔𝑎𝑟 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑒𝑙 ℎ𝑜𝑔𝑎𝑟)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora