Cita

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Better than words
You're drive me crazy
Someone like You
Always be my baby.

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La temporada fría de Diciembre ya se empezaba a sentir en el malecón de Coatzacoalcos dónde se encontraba trabajando el argentino.

Lionel limpiaba las mesas de la heladería con emoción, había una mezcla de lindas y hermosas emociones en su pecho que hace un tiempo no sentía por alguien. Con aquel suéter azúl que tenía mucho peluche por dentro para que nunca sintiera frío.

El azul era el color favorito del argentino por la bandera de su país, por lo atractivo que era visualmente por qué era un color que se quedaba bien,pero también por qué ...

Era el color favorito de su mamá, cada prenda que su madre usaba era azul o tenía un poco de azul en ella. Cuando Lio era pequeño creía que eso era al propósito pero luego se dió cuenta que era algo espontáneo en la vida de su mamá.

Cómo ese abrigo que Lio usaba, ya le quedaba algo apretado pues lo usaba desde los diez años cuando aún nadaba en ese suéter , pero seguía siendo cómodo y cálido, así como el argentino recordaba los brazos de su mamá.

Lio trataba de no recordar a su mamá con tristeza, más bien trataba de recordarla felíz, por qué eso era su mamá para el, felicidad, la felicidad de sus abrazos y la felicidad que la mujer le daba cuando sentía miedo, cuando estaba triste o cuando estaba enojado. Definitivamente este amaba a su madre.

El lacio termino de limpiar las mesas para luego sentir una brisa fría entrar al local. Por lo que por inercia toco la textura del suéter, sonriendo por los recuerdos.

Por alguna razón ese día recordaba más que otros a su madre.

Era diciembre...

Ay Lio revisa más el calendario y no solo los rizos de Guillermo por favor no seas pen- , perdón sigamos con el día de Lio.

Mientras el más bajo esperaba a que su turno acabará, se imaginaba lo que haría con su rizado, quería verlo, jugar con sus rizos y luego darle un besito en la cabeza como siempre hacia.

Pensaba en el rizado pero también pensaba en que pensaría Guillermo de el, de tanto pensar en lo mismo a Lio le pareció rara la palabra "pensar".

— Que raro, pensar — nego Lio.



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Pero en verdad que pensaba Guillermo del argentino, bueno digamos que su amor era bien recibído por el rizado, el que quería ser el protector de su corazón.

Guillermo se hayaba buscando las llaves de su motocicleta y su casco cuando recordó que estás estaban en la cesta de ropa sucia.

Al llegar allí el rizado encontro la camiseta de fútbol de Lio la cuál era del atlas, el más alto sabía que seguramente esa camiseta se la había regalado su compadre Andrés.

Pensó en como luciria Lio con alguno de sus jerseys de fútbol, pensó en como luciria el color verde de la camiseta de la selección sobre la pálida piel de este, u cuál sería la emoción del más bajo si algún día lo llevara al estadio.

Guillermo no se sacaba de la mente que al más bajo le encantaba vestir con jerseys de fútbol, seguramente si pudiera diseñar su closet a su gusto este tendría cada una de los jerseys con el dorsal de Scaloni u Armani por River.

Le gustaba mucho el color azul, si también se había dado cuenta de eso y que su Lio amaba la pizza de peperoni, el pollo, los chocolates, odiaba la fresa , la mayoría de las frutas y verduras menos, pero la mayoría de comidas que le gustaban llevaban queso.

🄱🄸🄴🄽🅅🄴🄽🄸🄳🄾 (𝑁𝑜 ℎ𝑎𝑦 𝑙𝑢𝑔𝑎𝑟 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑒𝑙 ℎ𝑜𝑔𝑎𝑟)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora