—Hugo, te lo estoy diciendo... —advirtió Mon con un tono severo—Si no continúas comiendo tu desayuno en 3... 2...
Dejó de contar cuando su hijo empezó a comer, luego se alejó soltando un suspiro de alivio; no se le había ocurrido ninguna forma de castigarlo si no hubiera seguido comiendo. Bajando las escaleras venía su esposo con una gran sonrisa.
—Buenos días, cariño— dijo el hombre, dejando un pequeño beso en su mejilla—. Te levantaste temprano, eso es nuevo.
—¿Lo olvidaste... verdad?—cruzó los brazos mientras descansaba en la encimera de la cocina.
La respuesta a su pregunta fue una mirada temerosa en los ojos de su esposo, quien se acercó a abrazarla diciendo.
—Por supuesto que no, cariño— tratando de ganar tiempo para pensar en algo importante que podría suceder ese día.
—Claro que sí—le dio palmaditas en la espalda, comenzando a disfrutar un poco del abrazo, a pesar de estar molesta.
—No, ¿Cómo podría olvidar tu primer día de trabajo?— dijo luego, apartándose con una amplia sonrisa, sintiéndose aliviado.
—Mmm, salvaste tu trasero esta vez —señaló Mon con el dedo mientras comenzaba a recoger sus cosas— No olvides que el almuerzo de Hugo está en la nevera.
Se acercó a él para darle un pequeño beso antes de ir con su hijo y abrazarlo fuertemente.
—Te quiero, bebé de mamá, nos vemos más tarde, ¿ok? No seas muy duro con tu papá, sé un buen niño.
—Adiós, Nop, nos vemos por la noche— se despidió con rapidez mientras salía de la casa.
Mon estaba emocionada. Acababa de terminar su carrera de Periodismo hace unos meses, después de varias situaciones que surgieron, como su boda y su hijo, que la hicieron perder algunos años. Al regresar a la universidad, Mon se esforzó al máximo. Cuando tuvo que hacer sus prácticas, fue directo a CNN. Ahí todo resultó exitoso para ella, a los jefes les encantaron sus trabajos y le ofrecieron un trabajo allí tan pronto como terminó sus estudios.
Y hoy, comenzaba su vida laboral. Al principio, Nop se mostraba reacio, pero eventualmente no tuvo otra opción que aceptar. Amaba su vida matrimonial, y ese trabajo era un factor decisivo para Mon, estaba dispuesta a divorciarse solo por este trabajo. Así que ahora la joven tarareaba una canción de Taylor Swift que sonaba en la radio mientras iba camino al trabajo.
---
Sam, como cualquier otro día, se despertó de mal humor. La alarma no logró despertarla las primeras tres veces, en la cuarta, solo quería lanzar su teléfono al otro lado de la habitación. A su lado estaba su mejor amiga, la mala influencia.
—Vamos, Sam —había lloriqueado Jim la noche anterior, haciendo un puchero mientras de aferraba a sus brazos—. Mi estúpido esposo quiere intentar tener otro bebé, esta es mi última oportunidad de salir y emborracharme.
—Supongo que tendré que dejarte ir después de esa información —respondió Sam en tono de broma, incapaz de contener una sonrisa ante la idea de otro mini Jim.
—Ehhh, estúpida—Jim la acusó mientras le señalaba con el dedo, en modo de advertencia—. Te demandaré por eso, Tommy será mi testigo en el juicio, ¿verdad Tommy?
Señaló a otro periodista que la ignoró mientras recogía sus cosas, preparándose para irse a casa
—Vamos, Sam, por favor, por favor, por favooor.
—Está bien, pero nada demasiado loco, mañana tenemos que dar la bienvenida y comenzar a entrenar a la nueva para que te cubra mientras estás fuera.
Un poco molesta, Sam comenzó a empujar a Jim al borde de la cama con los pies.
—¡Me duele la cabeza, esto es todo culpa tuya!—gritó a la castaña luego de haberla botado con éxito.
Luego, se levantó y abrió la puerta de su habitación, oliendo el desayuno desde abajo.
—Lo único bueno que hiciste ayer fue convencerme de llamar al chef para que trabajara hoy.
—De nada, idiota— respondió Jim, sobándose el trasero mientras pasaba a un lado de ella y bajaba las escaleras—¡Date prisa! ¡O me comeré todo antes de que llegues a la mesa!
El trayecto al trabajo fue en completo silencio, y cuando llegaron, 15 minutos tarde, todos guardaron silencio; parecía que sabían perfectamente que la jefa se encontraba con resaca.
—¿Publicaste alguna historia anoche?
—Solo algunas —murmuró Jim, recibiendo un pellizco en el brazo— ¡Ay!
—Estúpida— detuvo a un trabajador, tomándolo del brazo—¿Dónde está la nueva?
—Está esperándola en su oficina.
—Bien.
Le dijo adiós a Jim y luego comenzó a caminar, sacudiendo la cabeza ante sus empleados mientras pasaba junto a ellos.
—Así que... Monserrat— Sam luchó por decir el nombre mientras entraba en la oficina—. Mier-, quiero decir, lo siento. ¡Jim! ¡Ven aquí!
—Martha, mandona—le corrigió Jim, apresurándose a llegar a la oficina, dándole una palmada en la frente.
—Bueno, Ji... digo, Martha, esta es Monserrat— luchó de nuevo, resoplando mientras se sentaba en su silla—¿Hay algún otro nombre por el que pueda llamarte?
—Uhm... ¿mis amigos me llaman Mon?— respondió algo sorprendida por la escena reciente.
—Pero no somos amigas, ¿verdad?
—Eeeh, Sam— Martha la advirtió, tratando de ser tan disimulada como solo ella podía—. Deja de ser tan dura con los recién llegados.
—Está bien, Mon— la calmó Jim mientras le daba suaves palmaditas en la cabeza—. Es un placer conocerte.
—El placer es todo mío—respondió con una pequeña sonrisa mientras asentía.
—Entonces... Mon—Sam interrumpió, sonriendo fríamente—. Martha se encargará de entrenarte. Sé que ya has estado trabajando por aquí mientras estabas en la universidad, pero ahora espero que cubras a Martha, ya que planea embarazarse y por ende, se tomará unos meses libres. ¿Entendido?
—Sí, señora.
—Bien. Bienvenida a CNN, ahora a trabajar.
Tan pronto como ambas se fueron, Sam empezó a derretirse en su silla, mientras murmuraba y lloraba "Mi cabeza, mi cabeza, mi cabeza. Está a punto de explotar".
ESTÁS LEYENDO
Secretos y noticias (MonSam)
FanfictionUbicado en Atlanta, EE. UU. La historia comienza con Mon (ahora llamada Monserrat), quien recientemente se graduó como periodista y es su primer día trabajando en CNN (Cable News Network, el canal de noticias). Ella está casada con Nop (aún llamado...