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Jimin solo sonríe de manera cinica mientras sigue masticando el bocado que llevó a su boca, estaba sentado a lado de Jungkook, su esposo en la mesa junto al matrimonio conformado por el señor Kim Namjoon y la señora Kim Jisoo, y su hija Yerim, en la mansión de la pareja antes mencionada.

— Nos alegra que estén aquí. –Dice Namjoon, mirando a Jimin y Jungkook con una sonrisa.–

— ¡Si! Es verdad. –Le sigue su esposa Jisoo con una sonrisa amable. — Son la pareja ideal.

Yerim, quien estaba a lado de su madre solo suelta una risa tapándose la boca de manera exagerada.

— ¿Te parece gracioso, Yerim? –Habla Jimin hacia Yerim sonriendo de forma ladina–

Jisoo y Namjoon solo se miran entre si notablemente confundidos, para luego llevar la vista hacia Jimin y Jungkook. Al contrario, Jungkook solo mira a Jimin sin entender nada, haciendo que la mesa se quede en completo silencio.

— ¿Jimin? –Jungkook es el primero en hablar, regalando una mirada de preocupación a su esposo.–

— Perdón. –Suelta Jimin chasqueando la lengua volviendo a mirar hacia su plato. —Estoy de los nervios. Últimamente no los controlo mucho.

Dicho eso, Jimin solo vuelve a sonreír y toma la copa de vino llevándola a su boca.

— ¿Qué le pasa? ¿Problemas en el trabajo? –Pregunta Jisoo poniendo sus manos sobre la mesa y ladeando la cabeza preocupada–

— No, mi esposo me engaña, es por eso. Suelta Jimin de repente mientras sigue sonriendo–

Jungkook al escuchar lo dicho por su esposo, gira rápidamente hacia Jimin, notablemente nervioso y sin saber que decir. Jimin se nuestra sereno, tan lindo como siempre mientras sigue cortando la carne de su plato y llevandose otro bocado a la boca.
Todas las miradas de las personas presentes caen sobre él.

— Disculpen, creo que deberíamos irnos. –Dice Jungkook y rápidamente se levanta y pone su mano sobre el hombro de Jimin tratando de sacarlo de ahí.–

Jimin con su típica sonrisa, sostiene a Jungkook del brazo haciendo que se vuelva a sentar sin esfuerzo alguno.

— Hace dos años que se acuesta con una mujer, o más bien dicho con una jovencita. –Suelta Jimin acomodándose el cabello y mirando a Jungkook sin ninguna expresión.–

— Esa chica es su hija. –Jimin termina la frase mirando a Yerim de forma sería acomodándose en su lugar.–

— Se está pasando. –Interrumpe Jisoo enojada con las manos apoyada en la mesa–

— ¿Qué acabas de decir? –Pregunta Namjoon serio dejando los utensilios en la mesa, mirando a Jimin.–

Jungkook no podía creer lo que estaba pasando, estaba por caer de espalda, lo único que podía hacer es llevar una mano en la cara, signo de nerviosismo por lo dicho por Jimin.

Yerim enojada se levanta rápidamente de su asiento para dirigirse a su habitación.

— Fuera de mi casa ahora mismo. –responde Namjoon ya enojado.–

— Tengo una noticia más. –Sigue Jimin, haciendo que Yerim pare en seco antes de llegar a los escalones.–

— Su hija está embarazada de mi esposo. –Jimin solo sigue sonriendo hacia Namjoon.–

— ¡Cállate, calla, cállate! –Grita Yerim dándole un golpe a Jimin para luego ser sostenida por Jungkook, quien ya se había levantado de la mesa–

Namjoon y Jisoo, quienes ya estaban parados, estaban enojados y sin entender nada, ¿Cómo se atreve Jimin a hablar así de su hija?
Por su lado, Jimin se limpia la boca con la servilleta sin dejar de sonreír.

— Buen provecho. –Dice finalmente para levantarse y dirigirse hacia la salida.–

Namjoon y Jisoo no podían creer lo que acababan de presenciar, solo se quedaron mirando a Jimin de espalda para luego dirigir su vista de Yerim a Jungkook, quien estaba sentado en el piso con las manos en la cabeza, notablemente en shock y sin siquiera poder levantar la mirada.
Jungkook sabía que esto había acabado, que ya no había vuelta atrás, ni siquiera podía pensar con claridad, estaba sin poder moverse por todo lo que acababa de ocurrir. Jimin acababa de soltar toda la verdad sin un pudor de importarle algo.

«Se dice que la traición a una persona es como el mismísimo infierno, lo he visto en mí mismo. Yo creía en ti con todo mi corazón, hasta hace unas pocas semanas, creía que éramos la familia perfecta, que me amarías hasta que la muerte nos separase, creía que pasaríamos toda nuestra vida juntos en nuestra casa.
El hombre perfecto, el esposo perfecto, creía que de verdad eras un padre perfecto, era el hombre más feliz del mundo, contigo tenía todo lo que había soñado.»

Se dice Jimin en su mente para sí mismo, y salir finalmente de esa casa, chocando con el aire frío de la noche. No tenía nada que decir, ya había dicho todo, o tal vez...


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Esto es solo un adelanto de lo que ocurrirá más adelante, es mi primera historia por así decirlo, denle apoyo, baii.

• Traicionado || Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora