Dos de los más fuertes en la hechicería se conocen en el Colegio Técnico de Magia Metropolitana de Tokio, compañeros de clase en donde surge un amor, un amor clandestino debido a la hechicería. ¿Cómo podrán lidiar los más fuertes al no poder ser cor...
-¿Qué decía el expediente? -Suzuki pregunto mientras observaba el hospital-
-Maldicion tercera categoría, hospital, piso 24 -Geto recordaba el expediente - Han desaparecido pacientes sin dejar rastro de salida ni entrada
-Que raro, es obvio que la maldición los está consumiendo ¿No crees?
-Por lo que veo si -asintió-
-Vamos
Entraron al hospital y tomaron el ascensor
-Piso 7 -Geto apretó el botón- Cerraron el piso por lo mismo, por qué tenían miedo, creían que era algún tipo de fantasmas o que el piso estaba embrujado
-Pues embrujado no, maldecido si -rio- será fácil
-____
-¿Sí?
-Cuidate mucho
-Claro, tu cuídate también -guiño el ojo-
Las puertas del ascensor se abrieron, en frente de ellos una maldición comiéndose al guardia del piso
-Que asco -Suzuki hizo una mueca- Aún no acostumbro ver eso
-Ahora imagínate comer maldiciones
-Mi más sentido pésame -rieron los dos- vamos, seamos buen equipo como en cada misión -sonrio-
-Andando
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-QUE ASCO -Suzuki estaba en el piso, intentando levantarse-
La maldición vomitaba entre sangre y saliva, sangre de los pacientes que ha comido
-¡Geto! Me siento sucia
-¡ES LO DE MENOS! -Geto luchaba con la maldición-
La chica bufo, se levantó y fue directo a apoyar a su amigo. Estaban luchando contra la maldición, pero está era más rápida
-No creó que sea de tercer grado -Geto respiraba agitadamente-
-Yo tampoco lo creo, será de segunda categoría
-Tal vez -suspiro limpiándose el sudor-
Los dos miraron fijamente la maldición
-Usare mi técnica
-¿Estás segura?
-Si pero ocupo estar muy cerca, necesito pelear cuerpo a cuerpo
-Yo lo distraigo -Suzuki asintió-
Corrieron a atacar la maldición, Suzuki con su kitana lastimaba el cuerpo de esta.
Estaban cerca, Geto lo distraía, Suzuki se montó en la espalda de la maldición.
Confía en ti -Suzuki susurro para ella misma-
-Escuche el rumor que.. -susurro- te morias
La maldición se quedó quieta, Suzuki iba a huir pero la maldición la tomo entre sus manos
