𝗪𝗲𝘀𝘁 𝗖𝗼𝗮𝘀𝘁 | 𝐴𝑞𝑢𝑎𝑚𝑎𝑛

𝖊 𝖎 𝖌 𝖍 𝖙 𝖊 𝖊 𝖓

Siguieron caminando por la selva hasta llegar a una parte toda quemada y oscura.

–debemos de estar cerca de la fuente de radiación–

–esperemos que Atlantis reciba tu mensaje mientras tanto podemos hacer reconocimiento–

–si oye Loki no te estoy pidiendo un consejo ya cumpliste tu parte del trato –le dijo Arthur a Orm –al igual que tu Heather era sólo ayudar a que Orm aceptara ayudarme así que me da igual si vuelves a Azkaban y Heather a Nueva York–

–de repente y ya no le importamos ¿porque no me sorprende? Ah si ya lo hiciste una vez conmigo cuando dejamos de ser amigos–

–¿Cuál es tu plan? –preguntó Orm.

–aun no tengo uno pero cazó a mi esposa entonces le entere el casco por detrás–

–Arthur tú eres el rey no lo hagas algo personal–

–lo dice el que convirtió la nación de Atlantis en una pelea personal de egos–

–¿mi ego? Tu fuiste el que nadó a la entrada principal y desafío mi derecho al trono–

–porque quería destruir el muro de la superficie, si no fueras tan engreído aún sería rey –dijo Arthur molesto ¿y tú no dirás algo? –Le preguntó a Heather.

–es su pelea de hermanos–

–ay porfavor esta pelea también te involucra porque si él jamás hubiera querido destruir la superficie tu y yo aún seríamos amigos–

–¿que? Te dolió que me alejara de ti y ya no quisiera ser tu amiga ¿enserio te pudo doler eso? –

–¡si! Por su culpa nos alejamos–

–¡Si pues él nunca hubiera hecho eso tu y Mera jamás se hubieran enamorado! –

–si pues Mera sería su esposa y tu estarías en tu miserable vida odiando a tu madre–

–tal vez pero yo no sería una borracha sin trabajo y tal vez tu nunca hubieras podido saber que tu madre estaba con vida–

–creo que nunca debimos haber sido amigos–

–yo creo lo mismo–

–entonces vete–

–¡bien! –

–¡bien! –

–Heather –la llamó Orm él no quería que ella se fuera.

–muy bien no me voy hacia esa selva con bichos mutantes pero cuando salgamos de aquí me voy talvez–

–bien como quieras y tu aún tendrías el trono –señaló a Orm –y tu tal vez serías feliz –señalo a Heather.

–¿feliz? ¡las únicas veces que fui feliz cuando era joven fue cuando pasaba tiempo contigo y con Vulko! –

–que bueno… –

Arthur se dio la vuelta y siguió caminando.

–espera tu me quitaste el torno y ni siquiera lo quieres –le dijo Orm aún con lo que dijo Arthur.

–¿estas bromeando? Odio ese trabajo, lo hago para evitar que Atlantis destruya la superficie y ni siquiera lo hago bien–

–¿no tienes ambición por él? –

–por supuesto que no–

–desde que mi padre se enteró que existias me preparó para el momento en que llegarias a desafiarme por el trono–

–pues que triste y no cuando piensas en la paliza que te di sin algún tipo de preparación exagerado–

–eso no fue lo que pasó–

–fue justo lo que pasó–

–Mera te salvo–

–no es cierto te hice pure–

–no ella creo un pequeño remolino y yo caí en el–

–Heather dile algo –hablo Arthur.

–¿qué quieres que le diga? Yo no estuve ahí y no estabas molesto conmigo segundos atrás–

–esta bien lo siento creo que me exedi y tenías razón si Orm no hubiera hecho jamás me hubiera enamorado de Mera–

–yo también lo siento por odiarte y dejar que lo que pasó afectará nuestra amistad y por algo que luego te explicaré luego… –dijo Heather –y creo que será muy pronto… –dijo susurrando lo mismo.

–bien ya arreglaron sus problemas –dijo Orm.

–ya callate creo que es aquí–

Los tres entraron a una cueva donde vieron a un hombre con un arma rara, luego Orm lo atacó dejándolo inconsciente.

–bien hecho–

–terminemos con esto–

–cuando todo acabe vamos por hamburguesa y cervezas–

–no te ilusiones–

–¿tacos y tequila? –

–ni siquiera se que es eso–

–yo no bebo cerveza ni tequila–

–bien nosotros por cerveza y tu por un vino–

–eso suena mejor–

–el vino suena más fino que la cerveza–

–y yo que creí que compartiriamos algo–

–estas hablando con un antiguo rey obvio que preferiría lo más fino–

–bien pero aún iremos por esas hamburguesas–