Luzu Nuevo día, nuevo sufrimiento, hoy trabajaba. Me bañe, vestí y ya, y dirás ¿No comerás? No, claro que no, debía ser delgado y me alimentaba con energéticas, café y ya.
Media hora después.
Llegue al trabajo, hable con el jefe, que me miraba el cuerpo y no la cara. Incómodo.
Y se volvió más incómodo cuando me paso el uniforme, apegado a mi cuerpo. Odiaba eso, Osea, ¿por qué?
Comenzo a decir cosas incomodas que le era desagradable, e incómodo, rápidamente comencé a trabajar para que el me dejara tranquilo, haciendo los pedidos con rapidez, ya que venia mucha persona al ser un restaurante bastante conocido.
Escuche un llamado del jefe, oh no...que querrá ese señor?
-Q-que ocurre, señor?
-Acércate..
Pidió ese señor, me acerque con miedo, el me abrazo por la cintura y me acercó a él y comenzó a decirme cosas que me incomodan bastante, traté de alejarme pero el me sujeto y comenzó a
No, no, no! Yo no quiero esto!
Pensé asustado, trato de besarme pero yo me alejé, no quería eso, no!
-Señor! Ah! Que asco..
Dije asqueado, estaba totalmente lleno de su horrible fermona, traté de librarme de su agarre. Error, Toco mi espalda y comenzó a quitarme la camisa.
-Suelteme ahora! No duraré en usar la fuerza para que me suelte!
Pero el no hizo caso a mi amenaza y quizo seguir toqueteandome. No me iba a dejar!
con las únicas fuerzas que tenía, le pegue en la nariz y le puse un pie en el tobillo mientras lo tiraba hacia atrás. Quite mi pie y salí corriendo, no quería estar cerca de ese lugar ni de ese horrible señor.
Todos me miraban, nadie quiso ayudarme, pero yo seguí corriendo, quería ir lejos de ese horrible trabajo, todos susurraban cosas sobre mi, ¿me importo? En lo más mínimo, estaba preocupado por mi!
Tropecé con alguien, este día podría ser peor? No tenia idea quién era, pero su voz derrepente hablo y me preguntó
-Estas bien, chica?
Me habían confundido de chica otra vez, solo por mi figura, no tiene nada que ver! Oh..si? Bueno eso no importa, le aclare que soy chico y lo miré.
-Soy chico, seño-
Es él, es el chico que vi en la feria. Sus ojos se sorprendieron al verme, se aclaro la garganta y se alejo un paso.
-Yo...bueno, ¿Estas bien? ¿Por que estas tan...así?
Pregunto con curiosidad de saber por qué estaba así, camisa rasguñada, manos rojas y llorando.
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