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Regulus había dejado una nota en aquella mesa de la cabaña antes de poder partir de ahí lo más lejos posible, pues sabiendo que eran perseguidos por los de la orden del fénix habían dejado una carta qué sería bastante clara para los miembros de la orden y los dejarían de buscar de una buena vez.
—Esto es lo que dejaron —Deja la carta frente a los ojos de los weasley como de Sirius y Remus —
—¿Fueron secuestrados por los mortifagos? —Dice angustiada molly —
—Lamento que no señora weasley, ellos huyeron por su propia voluntad y lo que dice la carta me es imposible de decirselo —Sirius toma la carta con nerviosismo —
Molly miraba el rostro del black quien después de leerla se mantuvo en total silencio para después ponerse de pie y tirar algunas cuantas cosas con furia.
—¿Qué decía, sirius? ¡Quiero saber que sucede con mi hija y por que huyeron! —Exclama la mujer angustiada —
Sirius voltea a verla con preocupación sobre como pudiera reaccionar al decirle el contenido de la carta, ya que ella amaba demasiado a hydra y creía incapaz que la joven pudiera hacer algo así de “irracional”
—Salgan, yo hablaré con ella y Arthur —Remus se mantiene aún lado de su amigo —
Los gemelos y los demás salen dejando con total privacidad a los cuatro para que pudieran conversar mejor sin ningún inconveniente.
—El hecho que ambos huyera no fue por los mortifagos, molly.... —La mujer regordeta le mira fijamente —Huyeron por que se casaron en secreto, después de haber entregado la ubicación a Harry ambos terminaron. Como sabía hydra que no aceptaría su relación con el decidió huir con el, están seguros de no volver por el momento. —Susurra —
Molly sintió su mundo entero empezar a caer en pedazo, su pequeña niña había huido por lo que ella pudiera decir respecto a su relación con aquel black. Y entonces la ira se apoderó de ella en esos momentos.
—¡Tú hermano embrujo a mi pequeña niña! —Grita molly —Una asquerosa serpiente black se llevó a mi hija —Lloriqueo la mujer —
Arthur toma a su esposa de los brazos para alejarla de Sirius quien era sostenido por Remus para sacarlo de la habitación.
—Será mejor que dejemos la orden del fénix —Dijo Arthur a Sirius y Remus quienes le miraron —
—No, esto es mi culpa. Era mi deber saber las intenciones de mi hermano, yo me saldré de la orden —
—Es lo mejor que podrías hacer en estos momentos —Dice Molly —.
Sirius no dice nada y solo sale de la habitación dejando a una mujer pelirroja llorando en los brazos de su esposo quien la consolaba entre susurros para evitar que sus otros hijos escucharán el llanto de la mujer.
—Qué habrá pasado? —Pregunta Fred —
—No lo sé, pero debe ser muy problemático para que madre este llorando —Dijo en un susurro —
—Enviemos una carta a Harry, seguramente el debe saber que pasa —Ambos suben a sus habitaciones —
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Hydra y Regulus habían podido comprar una hermosa casa en el mundo muggle para pasar desapercibidos y comenzar su propia vida.
—Como crees que sea un hijo de los dos, te imaginas que salga con tú color de cabello —Hydra ríe —
—Prefiero que sea igual a ti, pelo negro y rizado —Dijo la joven pelirroja tocando los rizos de su esposo —
—Prefiero que sea como su madre y no como yo, sería un karma verme a mi mismo en pequeño —Hydra le pega entre risas —
—No importa. Sería mi favorito —Recarga su cabeza en el pecho de su esposo quien la tenía abrazada por atrás y su cabeza sobre el hombro de esta —
