Parte 6

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Los entrenamientos diarios continuaban siendo intensos para Valerya. Las marcas de los combates quedaban visibles en su cuerpo, y Rhaenyra, preocupada por las heridas de su hija, decidió hacer una visita sorpresa al campo de entrenamiento.

Al llegar, observó la lucha entre Daemon y Valerya. Daemon, al notar la presencia de su esposa, ajustó su intensidad para evitar preocuparla demasiado. Valerya, a pesar de las dificultades, se levantó una vez más después de ser derribada por su padre. En un rápido intercambio, Valerya logró desarmar a Daemon, logrando una pequeña victoria que celebró con entusiasmo.

Sin embargo, una vez que Rhaenyra se retiró discretamente para no interrumpir, Daemon cambió su expresión. Primero, una sonrisa burlona cruzó su rostro, pero luego adoptó una mirada seria y desafiante. Le dijo a Valerya: "De nuevo".

Valerya entendió que no era una petición de repetir el ejercicio, sino un desafío. Suspiró y se preparó para enfrentar a su padre nuevamente. El intercambio de golpes continuó, y aunque Valerya luchó con valentía, Daemon demostró ser un oponente formidable.

Al finalizar el entrenamiento, ambos estaban agotados pero en pie. Daemon, con una expresión de orgullo, le dio un gesto de aprobación a su hija. A pesar de la dificultad del momento, Valerya sabía que cada día se acercaba más a convertirse en una guerrera formidable, aunque la relación con su padre seguía siendo una mezcla de desafío y respeto.

La mesa estaba llena de miradas y emociones contrastantes mientras Valerya se sentaba a cenar con su familia. A pesar de su agotamiento por el entrenamiento, la joven princesa devoraba la comida con apetito, ajena a las preocupaciones estéticas que podrían molestar a otros miembros de la familia.

Rhaenyra, Daemon y el abuelo observaban a Valerya con ternura y orgullo, compartiendo risas y gestos cómplices al verla disfrutar de la cena. Los tios y hermanos también sonreían, contentos de verla en mejor estado que días anteriores, reflejando la mejora en su entrenamiento.

Sin embargo, Alicent, la abuela, mostraba una expresión molesta. No estaba claro si su incomodidad se debía a la apariencia desaliñada de Valerya o a la forma poco convencional en que disfrutaba de la comida. Mientras el resto de la familia estaba inmerso en la alegría de la escena, Alicent decidió expresar su descontento.

Se dirigió a Valerya con tono crítico.

- Valerya, una princesa debe mantener ciertos modales a la hora de la cena. No es apropiado presentarse así en la mesa. Además, deberías aprender a comer con más elegancia.

Valerya, sin inmutarse, levantó la mirada y respondió con determinación.

-La verdadera elegancia está en la autenticidad, abuela. Además, estoy aquí para cenar en familia, no para hacer una exhibición de modales.

Alicent frunció el ceño ante la respuesta de Valerya, desencadenando un momento de tensión en la mesa mientras cada miembro de la familia procesaba la situación a su manera.

Joffrey, el hermanito de Valerya, trajo un toque de ligereza a la mesa y alivio a la tensión que se había acumulado. Al asentir ante la afirmación de su hermana mayor, Joffrey expresó su acuerdo.

-A mí también me gusta comer con la mano.

La simple declaración del más joven generó risas entre los miembros de la familia, quienes encontraron encantadora la manera en que Joffrey se unía a la conversación. Valerya, complacida con la respuesta de su hermano, se inclinó hacia él y le preguntó con cariño.

-¿Verdad que es cómodo?.

Joffrey, con una sonrisa, asintió mientras disfrutaba de un bocado de la pata de pollo que sostenía en su mano.

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⏰ Última actualización: Sep 10 ⏰

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