El amor a veces duele (KennyxButters)

Retomando el contacto (2/2)

Comentaba mientras se levantaba y lavaba los platos de ambos, para así evitar que viera su sonrojo ya que su mente le jugaba la mala pasada de repetir esa escena una y otra vez. Kenny alzo una ceja algo confuso de ver las reacciones del rubio, pero no quiso darle mucha importancia.
--Oh bueno, supongo que en matemáticas.

Contestó mientras sacaba el móvil para enviarle unos mensajes a su hermana para informarles del cambio de planes del finde. Luego pensativo miró al contrarío.

--Ahora que lo pienso, debería comenzar a trabajar en algún lugar.

Dijo ya que en su casa apenas entraba dinero a casa, el poco que entraba de las ayudas del estado acababan todas gastadas en drogas.

--Pues ahora que lo dices, los padres de Tweek están en busca de un camarero, les hablaré de tí. Pero Kenny, no vayas a dejar las clases, sería mala idea, además sabes que todas las chicas se pondrían tristes.

Al decirle que no dejará las clases lo apuntó con el dedo acusatorio, lo último simplemente lo mencionó con la popularidad y lo mujeriego que era el chico. El joven Stotch colocó los platos en su lugar correspondiente y guío al otro a la sala principal a estudiar, mientras caminaban Kenny no pudo evitar reír por los comentarios que realizaba el más bajo.

--Suena bien ser camarero y no te preocupes no dejaré el instituto.

Ambos se sentaron en el sofá, Kenny abrió su parka para sacar los apuntes que anteriormente le había dejado el otro. Butters cogió su pequeña pizarra y comenzó a dar su ‘clase de matemáticas’ haciendo las explicaciones de la forma más sencilla posible.

--Creo que hasta aquí, no hemos dado nada más. Espero que hayan sido fáciles ¿Tienes alguna duda? ¿Lo he hecho bien?

Borro la pizarra y se giró a mirarlo, quedando ambos rostros cerca, se alejo un poquito con disimulo y levemente sonrojado de la cercanía. Kenneth se había limitado únicamente a guardar silencio en las explicaciones y a coger apuntes.

--Lo hiciste bien, amigo.

Le sonrío mientras miraba un poco los apuntes que había hecho él mismo.

--No tengo ninguna duda si me surge una te la diré ¿Si?

--Si…si necesitas cualquier cosa te ayudaré, me gustaría ayudarte con cualquier cosa.

Comentó apoyando sus manos en su muslo instintivamente, al darse cuenta de su gesto, el dejar la mano en el muslo del chico que le gustaba su cara ardió y la retiró rápidamente.

--¿Te ayudo en otra cosa? En otra asignatura o en lo que sea…

Se removió nervioso en su sitio. Kenny se percató en lo extraño que estaba, en las acciones tan raras que había realizado todo el día. Pero solo negó con la cabeza a sus preguntas y comenzó a resolver algunas actividades de matemáticas.
--Estoy bien, si necesito tú ayuda te lo diré.

Comentó sin mirarlo debido a que se encontraba concentrado en las actividades, fue a abrir la boca para decir algo más per se escuchó el timbre de la casa. Butters se sintió ligeramente triste ya que quería pasar más tiempo con él, sabiendo que sería Karen le pidió que el mismo abriera la puerta a su hermana. El de naranja se levanto y caminó hasta la puerta.

--¡Kenny! mira, también traje tus cosas para que no tengas que ir a casa a buscarlas, ¿Dónde está Butters?

Le entregó una mochila con algunos libros y algo de su ropa, Kenny lo agradeció y agarró la mochila, seguidamente cogió la mano de su hermana para que entrará dentro.

--Oh ¡No, no! yo voy a quedarme en casa de Tricia estos días, sólo quería traer tus cosas y agradecerle a tu amigo por ser tan bueno con nosotros.

Kenny la miró sorprendido y asintió soltando su mano.

--Está bien, pero no olvides enviarme un mensaje ¿Si? te presentaré a Leo.

Butters no se había enterado de nada de la conversación ya que cuando Kenny fue a abrir a Karen este se dirigió a la cocina a preparar la hamburguesa de ella, suponiendo que llegaría hambrienta. Había decorado la hamburguesa con los panes en forma de oso, sabía que Karen no tenía 8 años pero le parecían lindos los ositos, además de la hamburguesa sacó una limonada fresquita de la nevera.

--Ya está listo el almuerzo de Karen Kenny.

Comentó mientras salía de la cocina algo nervioso de caerle bien a la hermana del chico que le gustaba, por lo que su tic comenzó.

(Hace años que no hablo con Karen)

Pensaba mientras se iba acercando, descubriendo que la chica había crecido bastante la última vez que la vío, ahora ella tenía su altura, cosa que le daba algo de vergüenza ya que él era un chico bastante bajo.

--Karen ¡Qué grande estás! tienes ya el almuerzo en el comedor y si quieres te preparo la bañera.

Comenzó a frotar sus nudillos pensando que tal vez a Karen le pareciera ridículo las hamburguesas en forma de oso. Inmediatamente notó como los brazos de la chica lo rodeaban.

--Butters ha pasado tanto tiempo, muchas gracias por dejar que nos quedemos en tu casa, es muy dulce de tu parte.

Agradecía al chico mientras ponía algo de distancia y dejando el abrazo atrás.

--Pero me quedaré en la casa de una amiga estos días…Aún así me llevaré lo que preparastes para mí, seguro que está delicioso.

Karen ya tenía 13 años y se estaba volviendo una chica muy bonita y dulce.

--Pasadla bien y portate bien.

Dijo su hermano sonriendo ampliamente mientras le revolvía los cabellos a su hermana.

--Ustedes tambien pasadla bien, estáis sin adultos después de todo.

Soltó lo último con una mirada pícara a su hermano, Kenneth le cubrió inmediatamente la boca, Butters confuso sin entender el comentario fue a la cocina a preparar la comida, al volver se la entregó.

--Te he colocado chuches para que las tomes con tu amiga ¿Quieres que te acompañemos a su casa?

--Ya no soy una niña, chicos, la casa de Tricia queda por esta zona, no hay ningún problema.

Dijo cogiendo la bolsa, Kenny la miraba de forma protectora ya que para el seguía siendo una niña.

--Esta bien enviame un mensaje cuando llegues, pequeña.

Karen rodó inmediatamente los ojos y ambos soltaron una risita, ella beso la mejilla de ambos chicos y se fue en dirección a casa de los Tuckers. Kenny cerro la puerta y sonrió al más bajo.

--Ha crecido ¿No?