Fernando solo se sentaba y la veia sonreir, lo hacia todo el dia, aunque ella no estuviera ahi él la veia y ya no la esperaba, porque en lo mas hondo de él ella nunca se iba, se enfermó, se enfermó de ella, era un diagnostico predecible, sudaba, mentía, ayunaba, y le tenia miedo, el estaba enfermo y ella tardo en remediarlo, la enfermedad avanzó se fue convirtiendo en un padecimiento crónico y de pronto se dio cuenta entre un amanecer y un cafe frio que más allá de necesitarla para vivir, no podía vivir, no sin ella.
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Una novela que nunca se escribió
Randommiel de zorras, no de abejas, sin ti todo sirve de nada, ya no queda ni miel, ni zorras, ni tabaco, ni tampoco desveladas...