CAPÍTULO DOS: INFIERNO

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—— En donde Changbin tiene que soportar que su novio y su suegro abusen de él y Hyunjin lo anima a contarle a su padre ——
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Era las seis de la mañana cuando el menor despertó.

Su cuerpo dolía demasiado. El día anterior su novio le había dado una paliza debido a sus celos.

— Buenos días, amor — sonrió.

— Buenos días, Hyung — saludó asustado.

— ¿Dormiste bien, dulzura? — besó su mejilla.

— Sí... — mintió — ¿Tú, Hyung? — lo miró.

— Pues bien, amor — besó sus labios — Ve a preparar el desayuno, dulzura — el menor se sentó lentamente y se puso sus pantuflas.

— ¿Qué quieres desayunar, Hyung? — se puso de pie y lo miró.

— Sólo quiero café, amor — le dio una nalgada oyendo un quejido lastimero por parte de Bin — Que bueno es saber que este traserito es todo mío, amor — apretó su glúteo derecho.

— Duele, Hyung — se quejó y el mayor dejó de tocarlo.

— Ve, amor o se te hará tarde para ir a la escuela — el menor bajó.

En la cocina

— Buenos días, bombón — se acercó a Bin.

— H-hola, señor K-kim... — lo miró.

— ¿Cómo estás, preciosura? — acarició su mejilla y lo tomó por la cintura.

— No me toque, por favor — sus ojitos se cristalizaron.

— No seas aguafiestas, bebé — comenzó a besar su cuello desesperadamente.

— ¡B-basta, no me toques! — lo empujó y subió a su habitación.

En la habitación

— ¿Ya preparaste el desayuno, amor? — lo miró.

— N-no... — respondió algo asustado.

— ¿Qué estás esperando, Bin? — se acercó a él y este comenzó a llorar desconsoladamente.

— T-tu pa-dre me... Es-estaba tocan-do — explicó entre sollozos.

— Esa no es una excusa, ve y prepara mi desayuno, ¡Ya! — gritó.

— N-no quiero estar a so-las con él, por fa-vor — suplicó desesperado.

— No me importa lo que quieras, baja ahora, Changbin — lo tomó del brazo.

— Ven conmigo, por favor — lo abrazó fuertemente por el cuello.

— Basta, Changbin — lo apartó — Ve ahora — abrió la puerta — Si no tienes mi desayuno listo en diez minutos te daré una paliza, ¿Escuchaste? — Bin sollozó.

— Sí, Hyung — bajó.

En la cocina

— Que bueno que volviste, corazón — lo miró.

El menor lo ignoró y comenzó a preparar el desayuno para Seungmin.

— Me gusta cuando te haces el difícil, bebé — mordió su labio inferior — Me excitas aún más, dulzura — lo tomó por la cintura.

— Basta, por favor — pidió en un susurró.

— Cierra la boca — comenzó a besar su cuello — Me tienes loco — acarició su cintura.

𝗛𝘆𝘂𝗻𝗕𝗶𝗻  ×𝐎𝐧𝐞 𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora