Bésame el culo

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Advertencia:

▪️ Este capítulo contiene contenido para mayores de edad con lenguaje vulgar y explícito.
▪️ Práctica sexual anal.

El sonido estático de la ducha corriendo parece el tic-tac de un reloj

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El sonido estático de la ducha corriendo parece el tic-tac de un reloj. Es lo único en lo que Lisa puede concentrarse mientras el monótono sonido continúa. A unos metros de distancia, separada únicamente por una pared de yeso y la cortina de plástico de la ducha, hay una mujer desnuda. Su mujer desnuda. Es una maldita lástima que Jennie le negara la entrada. ¿Prohibido mirar? Lisa ya ha visto cada centímetro de su novia y ha metido la lengua en la mayor parte. Esto es cruel, obligarla a sentarse a solas con sus sucios pensamientos.

Lisa alisa distraídamente el edredón de la cama y la toalla donde reposarán las caderas de Jennie. En su estado de desnudez, Lisa se siente más incómoda que seductora. Está recostada sobre las almohadas, con sus largas piernas ligeramente abiertas y su coño nada húmedo ni pulsante. Es por los nervios, realmente. Jennie accedió a su petición, pero una parte de Lisa aún teme que la juzgue. Por lo general, expresar en estado de embriaguez el deseo de comerle el culo a tu pareja no suele salir tan bien.

Sin embargo, había accedido. Jennie soltó una carcajada y adquirió un precioso tono rosado. ─Joder Manoban, sabia que amabas mi culo, pero ahora solo me estas halagando. Estaré encantada de que seas mi primer beso negro. ─ Mierda. Aquello la había puesto tan cachonda. Prácticamente le había rogado a Jennie que le metiera el dedo en el baño del bar, pero su novia era demasiado honorable para eso. La pobre Lisa estaba muy borracha y Jennie simplemente se la llevó a casa. ¿Cómo es posible que Jennie tenga un culo tan apetitoso?

De vuelta en la cama, Lisa respira hondo y se imagina a Jennie desnuda sobre el colchón, ofreciéndole su puerta trasera para que la pruebe. El calor se acumula en su entrepierna. Tironea de los piercings de oro que lleva en los pezones: un aro y un barbell. Un suspiro se desliza por sus dientes. Eso siempre la pone a mil. Mientras juguetea con el aro de su pezón, su otra mano baja hasta los adornos que rodean su clítoris y sus labios. Aquí procura no desviarse, sólo entrar en calor. Justo a tiempo también, el agua se ha detenido. Sus dedos tiemblan de emoción.

Unos segundos después, se abre la puerta del cuarto de baño y allí, rodeada por el vapor de la ducha caliente y con la piel aún húmeda, está Jennie, una imagen digna de admirar.

No hay ni una sola tela en su esbelto y atlético cuerpo. Todo su cuerpo, desde sus suaves muslos hasta sus grandes y firmes tetas, están ahí para que Lisa los admire. Una sonrisita traviesa se dibuja en el rostro de la piloto porque sabe perfectamente que tiene a su chica en sus manos. Jennie se acerca a la cama con pasos lentos y sensuales, balanceando las caderas y tocando el suelo sólo con la punta de los pies. En la cima de sus muslos está su bonito coño que Lisa se ha comido más veces que sus comidas favoritas, pero esta noche será descuidado. Mientras Lisa está fuera de sí suspirando por su novia, esa mujer sexy está de pie justo delante de ella y luciendo sólo una diabólica sonrisa.

Jenlisa One Shot Collection - Pt.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora