Escritos F1 | no hetero's version

Chequito Relleno | Parte lll

Este capítulo va dedicado a mi esposa Tali, que el día de ayer cumplió años.
Tekueme bb. 🫶🏻✨️❤️

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Jos Verstappen estaba furioso, su estúpido hijo no sólo se le había escapado de Mónaco; no, también se había largado a México con ese inútil omega mexicano. Para colmo había recibido una llamada de Christian Horner, el muy estúpido se había atrevido a exigirle que se alejara de Max, que por una vez en su vida pensara en su hijo y en todo el daño que le había hecho a lo largo de su vida. 

Imbécil, ya encontraría la forma de hacerlo pagar por ser un entrometido.

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Después de ese concierto, donde Max besó a su Checo frente a miles de personas y en consecuencia provocaran que explotaran las redes sociales bajo los hashtag #ChestappenIsCanon #ChestappenIsReal y #BabyChestappenIsComing comenzaron a recibir llamadas de todos sus amigos. Algunos ya suponían su relación, otros hicieron dramas por no haberlo sabido antes, y algunos ya se estaban apuntando para padrinos.

Sergio tuvo una llamada muy larga con Christian Horner, el piloto se disculpo casi por diez minutos por haber ocultado su amorío con Max, hasta que Christian le gritó que se calmara y le dijo que no estaba molesto, que conservaría su asiento y que no se preocupara por nada más que por ese cachorro que llevaba dentro.

Las cosas estaban mucho mejor, tanto Sophie como Victoria habían viajado desde Europa para pasar las fiestas con Max y la nueva familia de este, ya había pasado el año nuevo y ellas no tenían fecha de ida, esto para los Pérez no fue nada mas que alegría, todos se fueron a vacacionar a una finca que tenían en Punta Mita.

Sophie, Victoria, Marilú, Paola y Carola se la vivian en el centro comercial buscando ropita para el futuro cachorro, Checo no se quejaba, lo tenían sumamente consentido, él solo veía como poco a poco se iba adaptando una habitación para su pequeño chipote, como le había comenzado a decir, ya que cada vez se le notaba más y su panza parecia un enorme chipote, chipote que no se había dejado ver, por lo que aún no sabían su sexo, por lo que con Max decidieron que fuera sorpresa y no saberlo hasta que este naciera. "No pienso presionar a mi cachorro desde antes de nacer" fue lo que le dijo Max en algun momento.

De igual forma decidieron no decir nada acerca de los nombres que tenían para el futuro miembro de la familia, todos lo sabrían cuando naciera.

Era un 26 de enero, un omega pecoso estaba cumpliendo 34 añotes. Y era feliz. Tenía a toda su familia reunida, un embarazo que aunque era de riesgo no le causaba tantos problemas y, a su querido alfa a su lado. Max se negó a dejar México argumentando que para un omega embarazado era crucial tener al alfa responsable a su lado. "Lo leí en un libro" le dijo, Max había estado leyendo mucho sobre embarazos y sobre padres primerizos, quería ser el mejor como se lo había prometido a Victoria.

Todo cambio días después, durante los primeros días de febrero la pareja junto a la familia del neerlandés viajaron a Europa, las mujeres de la vida del alfa para volver a Bélgica donde tanto Max como Checo pasaron algunos días conociendo las tierras que Max no conocía, a pesar de haber vivido ahí.

—Siempre digo que me siento más neerlandés pero me hubiera encantado conocer más de Bélgica. Mi padre no me dio esa opción—Checo lo escuchaba atento mientras liberaba un poco más su aroma para reconfortar al alfa, caminaban de regreso a la casa de su suegra, Max era así, de la nada se soltaba hablar para desahogarse, él lo escuchaba y Max amaba eso —sabes una cosa, tanto mi hermana como yo teníamos talento, ella más que yo, sólo que le tenía demasiado miedo a papá, pero él quería un futuro campeón, y no toleraría dos NO, sabía que sería capaz de separar a uno de nosotros de mamá por conseguirlo, así que lo hablé con Victoria, mamá no me creyó cuando le dije que sería yo, que yo me volvería en el proyecto de papá, en aquel entonces no creí que me perdería de tanto.