Escritos F1 | no hetero's version

Rosa Pastel | C²

Neta que quien se saca escritos de la manga en un dos por tres tienen mi admiración, tardé una semana entera escribiendo esto. Todo después de escuchar esta canción de Belanova en mi trabajo.

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Y al final, ni hablar, tu y yo ya no existimos.

Maranello.

—¡Lo sabias! No te atrevas a mentirme Charlie ¡Lo sabias!.

El aroma del alfa español era intenso, no era ese rico aroma a café con vainilla, no, este aroma era amargo, muestra de su enojo, incordiando un poco a su compañero,

—Me prohibieron decírtelo, Calos, ma vie por favor, entiéndeme.

Carlos siempre caía rendido ante el omega cuando lo llamaba de esa forma, pero esta vez, no, no podía.

—Que te entienda dices... ¿Qué te entienda? —El español se dejó caer en la cama, totalmente frustrado se llevó las manos a la cabeza, sollozó. —Ferrari era mi sueño Charles, y me lo han arrebatado, me han echado como si no valiera nada, ¡joder! McLaren les hizo un video, en puto italiano pidiendo que me cuidaran, dos años estuve con ellos y así me despidieron, llevo con Ferrari tres puñeteros años y casi casi que me han sacado por la puerta de atrás, yo no merecía esto y para colmo el que es mi pareja, mi omega, el que creía mi destinado lo sabía y simplemente eligió no decírmelo ¿Cómo me pides que entienda eso? —Finalizó con la voz entrecortada.

—Firmamos contratos de confidencialidad todo el tiempo Carlos, lo sabes, yo...— pero no pudo continuar, se sentía fatal, sabía que le había fallado al que consideraba el amor de su vida, al que la luna le había mandado como destinado. ¿Qué clase de omega era?

—No sólo eres mi amigo y compañero Charlie, entiéndelo por favor, también eres mi pareja, si me lo hubieses dicho, créeme que por más ganas que tuviera de ir y quemar todo puto Maranello, no lo hubiera hecho simplemente para no perjudicarte. Al menos me hubiera hecho a la idea de que estaba fuera, pero no, mientras a mi me alentaban a firmar un año tenían a Hamilton del otro lado prácticamente ya firmando. Y tu lo sabias.

—Lo siento mucho Carlos, de verdad, no supe como manejar tanta información, yo me sentía tan mal de que me ofrecieran renovar y a ti te dieran largas, te juro que creí que lo anunciarían al final de temporada, no ahora, no así, intenté mediar con ellos, de verdad lo intenté —Charles tropezaba con sus propias palabras, sollozando, sentía que un abismo crecía entre él y su amado Calos, su amado alfa y eso lo tenía mal, su lazo quemaba y no le estaba gustando—no me hicieron caso, les hablé de todo lo que hiciste por el equipo, de todo lo bueno y de lo mucho que amabas Ferrari, pero no les importó, les supliqué que te dieran los dos años que pedías, no quisieron, mencionaron a Audi, estaban molestos y...

—Estaba dispuesto a negarme a Audi Charles, estaba dispuesto a quedarme y ser tu escudero con tal de devolverle su gloria a Ferrari, quería verte campeón del mundo, il Predestinato te llaman, yo estaba dispuesto a tragarme el puto orgullo, pedirte que peleáramos en pista y después de varias carreras favorecer al que fuera arriba. Por Ferrari, por ti.

Carlos por fin levantó la vista y el de Mónaco pudo verle el rostro; tenía los ojos y la nariz roja, era un desastre andante, la escudería que el tanto amaba acababa de tirarle su futuro al suelo y lo pisoteaba de forma cruel. Le rogaba a los dos ángeles que tenía en el cielo que lo ayudaran, no quería perderlo. No soportaría un lazo roto, sentía que no podría soportarlo.

—Mediáticamente acabarán conmigo Charlie, quien soy yo al lado de un siete veces campeón mundial, me llegaran golpes de todas partes, de España principalmente. Estoy acabado, jodido y acabado.