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2 de setiembre de 1976
James Potter se encontraba corriendo por los pasillos para llegar al desayuno, se había quedado dormido y ninguno de sus amigos fue capaz de hablarle, mientras corría acomodaba su uniforme, en cuanto estuvo cerca del comedor dejo de correr he intento acomodar su cabello, quería verse bien ante aquella pelirroja que tanto le gustaba Lily su Lily-flor.
Fue hacia sus amigos, que se encontraban en el centro de la mesa de gryfffindor.
- ¿Qué miras canuto? -pregunto sentándose a su lado.
-Mira a la mesa de profesores-murmuro, mientras ponía un poco de mermelada a su tostada.
Observo detalladamente la mesa se encontraban los mismos profesores de siempre a excepción de aquella mujer castaña, se le quedo mirando por unos segundos hasta que se dio cuenta que ella también lo estaba mirando con una pequeña sonrisa.
Es irónico pensar que James se había olvidado por un momento de Lily en ese momento, se encontraba deslumbrado con aquella mujer.
-Es Freya Nott-dijo mirando a James-La conozco, no es casada aún, su madre casi la mata al enterarse que rechazo todas las ofertas de matrimonio-sonrió ante uno de sus recuerdos de ella-Rechazo a Lucius Malfoy una plena reunión de sangres puras, ese idiota siempre estuvo enamorado de ella, pero fue rechazado y no le quedo otra opción de casarse con Narcissa-
-Es bonita-suspiro agarrando algo de la mesa.
-Es la nueva profesora de pociones-dijo Remus tomando de su taza de café.
- ¿A qué hora tenemos pociones? -intento hablar con claridad Peter, pero tenía la boca llena de comida.
-Merlín, su clase comienza en diez minutos-se levantó de la mesa agarrando el libro que estaba leyendo, seguido de Peter.
- ¿Lo seguimos? -dijo James levantando una ceja.
-Na, aún falta para que comience su clase, mejor sigamos desayunando-dijo moviendo su cabeza de lado a lado en forma negativa.
El chico de lentes solo levanto los hombros y se dispuso a seguir comiendo.
-Mierda-murmuro Sirius-James levántate la clase comenzó hace diez minutos-
El azabeche junto al pelinegro se levantaron y comenzaron a correr para llegar a la clase de la nueva profesora de pociones, corrieron lo más rápido que podían, pero igualmente al llegar al salón, todos se les quedaron viendo habían interrumpido a la nueva profesora.
La mujer los miro detalladamente y levanto una ceja al ver que quisieron ir a sentarse.
- ¿Cuáles son sus nombres? -dijo suavemente, pero a la vez su voz sonaba firme.
-Creo que ya sabes mi nombre linda-dijo Sirius guiñándole un ojo.
-Sus nombres o tendrán un castigo, los dos-frunció el ceño.
