Se sentía tan bien estar dentro de ella, ver su rostro de satisfacción, sentía unas mariposas en el estómago y el corazón se me aceleraba de tan solo verla debajo mío, sus gemidos eran algo que jamás olvidaría.
Vi como murmuraba algunas cosas que no podía oír mis movimientos comenzaron a ser más rápido hasta que escuché como daba un último gemido y se venía.
Tal vez en otra situación James hubiese querido despertar con una erección y a lado de una mujer, pero está en su cuarto con sus amigos.
Era el mismo sueño mojado con su profesora, ya ha pasado más de tres meses que ella se encuentra dando clases y él no puede evitar seguir soñando con ella, la mujer solía ser muy coqueta con todos y eso era algo que le gustaba a James.
- Mierda-susurro corriendo al baño.
Sabía que estaba mal pero el simplemente hizo lo que todo hombre hace cuando se despierta con una erección una paja, pero no estaba pensando en una joven de su edad si no en su profesora, la profesora Nott.
La mujer que tan poco tiempo se adueñó de sus pensamientos, escucho pasos de otro lado de la puerta y tubo que apresurar a su mano.
- ¿Estás ahí James? -escucho la voz adormilada de Remus.
-Si, ya salgo-dijo James con un poco de nervios al poder ser descubierto por alguno de sus amigos.
Luego de unos minutos James se encontraba lavando sus manos y rostro, intento acomodar su cabello cosa que no logro, soltó un suspiro y salió del baño.
-Joder James pensé que te querías quedar a vivir ahí adentro-protestó Sirius mientras cepillaba su cabello-Ahí otras personas que también tenemos necesidades ¿sabes? -
-No jodas Sirius-murmuro el chico buscando sus lentes- ¿Vieron mis lentes? -
-Si tu no los puedes ver yo menos-dijo Sirius entrando al baño.
-Están sobre tu baúl James-dijo Remus acomodando su corbata- Y cámbiate tenemos que ir al gran comedor y tu sigues en pijama, hasta Peter ya se encuentra listo. -
James camino hacia su baúl y agarro los lentes, ahora podía ver mucho mejor, la mayor parte del tiempo tiene que comprarse nuevos lestes porque los perdía con facilidad.
Se coloco su uniforme, dejando dos botones sin poner y la corbata alrededor de su cuello sin ningún tipo de nudo, no era el tipo de persona que le gustara usar "correctamente" el uniforme el prefería darle su toque.
- ¿Vieron mi varita? -dijo mientras buscaba entre sus cosas.
Los chicos soltaron un suspiro al saber que iban a legar tarde, otra vez o bueno no todos solo Peter y Remus, Sirius seguía arreglando su cabello.
[...]
Freya Nott
Eran las seis de la mañana y no había logrado dormir nada, mi mente no dejaba de pensar en varias cosas, en estos instantes me daba cuenta de lo difícil que resultaba ser una profesora, nunca pensó que en este punto de su viva se encontrara trabajando, ella siempre quiso ser una de esas mujeres ricas que podían desperdiciar el dinero como les guste, pero todo ese dinero no es de ellas si no de sus maridos, ella quería tener dinero, pero no quería casarse, es irónico porque todos en el mundo mágico saben que si eres una mujer sangre pura te tienes que casar con un hombre de sangre pura también, sabía que al no querer casarse sus padres la iban a sacar de la casa y eso hicieron.
Se levanto de su escritorio y camino hacia su baño, necesitaba relajarse, prendió la regadera esperando a que estuviera a la temperatura adecuada, se quitó la ropa dejando ver sus tatuajes y el pircing en su ombligo uno de sus recuerdos de adolescente.
No sabe cuánto tiempo estuvo en bajo el agua, pero se podía ver la luz entrando por la pequeña ventana del baño.
Tenía una toalla alrededor de su cuerpo, camino hasta su baúl y busco un copo de ropa interior para luego buscar algún vestido, su ropa no era para nada parecida a lo que utilizaba antes, vivir en el mundo muggle le abrió los ojos a como se vestía ella y se adaptó a la vestimenta de ellos.
Miro todos los vestidos que se encontraban ahí, y agarro uno blanco, le llegaba hasta los muslos, era de manga larga, pero al llegar la mitad del brazo se volvía más amplia la manga y era de mezclilla esa parte, busco unas botas color blanco con un tacón considerable, me senté en el tocador era como un escritorio, pero tenía un espejo gigante, miré mi reflejo me encontraba totalmente pálida, busqué un poco de maquillaje y lo comencé a aplicar, he visto distintos tipos de maquillajes, pero a mí me gustaba llamar la atención, maquillo con sombre negra alrededor de mis ojos para resaltar el color tal y como lo hace Priscilla Presley, al terminar busque unos aretes algo grandes y redondos de color dorado y un collar del mismo color.
Mi cabello estaba tenía una pequeña trabita que sujeta una parte, luego de terminar eso me puse mi reloj, era casi las ocho de la mañana.
Agarré mi bolso y salí del cuarto, me encontraba en los cuartos de slytherin mi antigua casa, bajé las escaleras y ya había estudiantes apresurados u otros que se encontraban sentados en los sillones.
Me llevé algunas miradas de los estudiantes tanto de hombre como mujeres, sabía que no era usual ver este tipo de vestimenta en el colegio y eso era lo que más me gustaba ser el centro de atención era algo que caracteriza a los Nott querer las miradas de todos sobre nosotros, que hablen de nosotros.
Caminaba al gran comedor, mientras ojeaba algunos papeles que tenía sobre mis siguientes clases, al entrar al comedor caminé cerca de la mesa de gryffindor, pude ver de reojo como aquel chico de lentes me miraba lo he descubierto en varias ocasiones viéndome, es el efecto del profesor joven y guapo, también me había pasado cuando en mi sexto año entro un profesor de defensa contra las artes oscuras y el tan solo tenía veintitrés años, pero lo mío tan solo duro una semana, este joven llevaba viéndome desde que llegue y en ese tiempo he visto que siempre que tiene clases conmigo, se pone nervioso si tiene que hablar conmigo, también me han llegado varios regalos a mi cuarto o sobre mi escritorio suelen dejar algún pequeño detalle.
Al llegar a la mesa de profesores me dispuse a tomar una taza de café y una rebanada de tarta de frutilla.
Mi primera clase comenzaba a las nueve en punto con los alumnos de sexto año, miré otra vez a la mesa de gryffindor y si Potter me estaba viendo como de costumbre, le di una pequeña sonrisa, es un joven atractivo, no lo podía negar y algo que me llamaba la atención de él era aquella forma de poder ver el mundo, la forma en la que lo veía era totalmente diferente a la mía.
Aún recuerdo el día en el que él se quedó después de la clase para platicar conmigo, me gustaba la manera en la que se expresaba de su futuro y lo que iba a hacer "si tan solo yo pudiera haber sido así de joven", la guerra se acercaba y ella lo sabía, todo lo sabían...
Se levanto de la mesa tenía que ir a su salón, tal vez otro punto de su vida hubiera elegido casarse con algún joven sangre pura, a veces solía molestarse por lo imprudentes que son algunos alumnos o lo irrespetuosos, podía sentir las miradas llena de morbo de algunos estudiantes, era desagradable sentirse así sentirse pequeña ante un hombre.
No se dio cuenta que ya se encontraba frente al salón y que sus alumnos también estaban ahí.
-Siento la demora chicos-murmura caminando a su escritorio-Abran su libro en la página cincuenta y cuatro. -
[...]