𝟐. 𝐓𝐄𝐗𝐓 𝐌𝐄

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Era imposible que su cabeza no creara diversas imágenes; la insiedad lo estaba consumiendo poco a poco y miles de preguntas sin respuesta lo atormentaban.

Jaemin había salido a pasar la tarde con un amigo al que conoció en la preparatoria; Jeno le había prometido que no lo molestaría y que sería paciente en esperarlo.

Sin embargo, ya era de noche, la hora de la cena había pasado y el reloj marcaba las diez de la noche. Lee le había puesto algunos mensajes pero, estos no fueron respondidos ni leídos. No quería llamarlo porque le prometió a su omega no molestarlo.

Además, sabía que si lo llamaba, sus celos actuarían por él.

Escuchó un auto detenerse frente a la casa, así que corrió para mirar por la ventana para verificar de quien se trataba.

Jaemin había llegado y no estaba solo.

El coreano se bajaba del automóvil y un chico más alto que él le daba la mano para ayudarlo. Y Jeno ya sentía que iba a enloquecer, no obstante, empezó a respirar profundamente como Jaemin le había enseñado.

No funcionó.

Al ver como el chico sonriente se acercaba a Na para abrazarlo y este correspondía, supo que debía intervenir. Abrió la puerta de la casa y salió para recibir a su omega.

- Nana, llegaste. -Dijo el alfa y caminó hasta llegar a donde se encontraban los dos otros.

El nombrado al escuchar la voz que tanto conocía, soltó al chico que yacía abrazando para correr a los brazos de su novio.

Y esa acción hizo sonreír a Jeno.

- ¡Nono! -La linda pareja se abrazó pero, Lee decidió mostrarle al otro chico que Jaemin era de su propiedad, así que besó al menor apasionadamente, el cual, no dudó en corresponder.

- Adiós, Jae.- Escuchó como el chico se despedía del omega y se subía a su vehículo, para luego desaparecer.

Jaemin miró a su novio y lo tomó de las manos.

- Parece que alguien me ha extrañado demasiado.- Dijo con tono juguetón el menor.

- Estaba muy preocupado, no sabía que tardarías demasiado.- Respondió dulce pero, Jaemin sabía que había un poco de molestia en su voz.

- Perdóname, había mucho tráfico.- Jeno asintió. Aún no borraba la fingida sonrisa de su cara.

- ¿Ya cenaste?- preguntó, a lo que Na negó en respuesta.

Ambos pasaron a su casa para poder disfrutar de la comida que preparó el mayor, el cual, no había podido cenar por la desesperación de saber en que momento llegaría el menor.

- Yo se que estás molesto,- comentó luego de beber un poco de agua. -¿me vas a decir porqué?

Jeno suspiró y apartó su plato, ya que había terminado de cenar, se levantó de su asieto para acercarse a su novio, quien lo miró un poco confundido.

- Te escribí cientos de mensajes ¿Por qué no me respondiste?

Na buscó su celular en su bolsillo y se aseguró de que estuvieran los mensajes allí. Pero el aparato no encendía a pesar de que Jaemin estuviese presionando el botón una y otra vez.

- Me quedé sin batería, así que no pude responderte.

Jeno solo cruzó sus brazos e hizo un puchero, accion que hizo reír a Na, se sentía mal por hacerle las típicas "escenitas" a Jaemin por confiar tan poco en él.

Na caminó hasta el alfa y le rodeó con sus brazos, y después le deposito pequeños besos en sus mejillas; el alfa lo atrajo hasta él y le besó en los delgados y suaves labios de su amado.

- ¿Me perdonas?

- Claro que sí, pero, la próxima lleva contigo dos celulares.- Jaemin rió ante el comentario de él.

- ¿De dónde sacaré otro, cariño?

- Te compraré cuantos sean nescesarios para que me escribas cada vez que salgas.- Dijo con voz seria el alfa, y esto hizo a Na estallar en carjadas.- Porque eres solo mío y no quiero que nadie te robe.

- Nadie me va a robar, tontito.

Lee no le respondió y siguió besandole con amor porque, los celos muchas veces lo hacían extreñar de más a Jae.

Al final del día, ambos terminaron acurrucados en la cama para dormir bien abrazados. Jaemin sabía que su novio no era tan posesivo como para prohibirle ver a sus amigos, pero si era muy celoso, aún así lo amaba.

¡𝐄𝐑𝐄𝐒 𝐒𝐎𝐋𝐎 𝐌𝐈́𝐎! ៸៸ 𝖭𝖮𝖬𝖨𝖭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora