OneShots | Sugusato

Chocolates I

Satoru se encontraba aburrido en el salón de clases esperando a que todos llegaran debido a que había llegado excesivamente temprano a la escuela. Lo que no sabía es que este año llegaría un estudiante nuevo. Un pelinegro, casi tan alto como el, sonrisa amable y prendas holgadas acababa de unirse a su escuela. El nuevo estudiante se llamaba Suguru Geto y había tomado asiento junto a Gojo ya que era el único espacio vacío en el salón.

El peliblanco se había quedado prendado del pelinegro en cuanto lo vio de cerca, era muy atractivo y misterioso aquel chico, por lo que el ojiazul se propuso a hablar con él y al menos lograr una amistad.

Las semanas fueron pasando rápidamente, enero se había ido como agua entre los dedos y para la fortuna del albino, su amistad con Suguru se había fortalecido. El pelinegro se había vuelto muy popular en la escuela por lo que constantemente estaba recibiendo invitaciones de chicas y chicos a salir, pero el ojimiel siempre las rechazaba amablemente, intrigando aún más a Gojo quien no entendía el comportamiento de su amigo.

Un día después de ver a Suguru rechazar a Yuki, la chica más popular del instituto cuando solo faltaban 4 días para San Valentín, Satoru no pudo aguantar la curiosidad y le preguntó el motivo por el cual se había negado a tener una cita con la chica.

-Oe, Suguru, ¿por qué rechazaste a Yuki? -. El albino preguntó invadiendo el espacio personal del pelinegro.

-No molestes Satoru, solo no me gusta y ya está-. Soltó mientras alejaba al albino con un empujón suave.

-No te creo nada Suguru. Dime, ¿acaso no soy tu mejor amigo? -. Satoru comenzó a hacer pucheros con el pleno conocimiento de la debilidad que tenía Geto por estos.

- Agh, está bien Satoru, pero no tienes derecho a burlarte de mí -. Contestó el ojimiel con un tono demasiado serio descolocando a Gojo. – Lo que sucede es que no estoy acostumbrado a estas cosas, toda mi vida fui educado en casa, entonces no se como relacionarme con los demás normalmente, mucho menos en situaciones románticas -. Un leve rosa se instaló en sus mejillas mientras decía esto.

Lo que había dicho Suguru había dejado en shock al albino, quien hasta cierto punto se sentía identificado con el pelinegro ya que al ser parte del famoso clan Gojo también tuvo educación en casa solo que gracias a sus berrinches y a Mei Mei había logrado comenzar a asistir a la escuela desde hacía dos años. Mei Mei le ayudó a convencer a sus padres quienes al ver que una señorita de alto nivel asistía a la escuela permitieron que Satoru se uniera, aunque su familia había movido algunos hilos en la institución para que los demás chicos mantuvieran distancia con Gojo, alegando que era por su seguridad y que si alguien llegaba a crear vínculos con el albino sería investigado y probablemente amenazado si no cumplía con los estándares del clan Gojo, claro que esto no había afectado a Geto, ya que el ojiazul se había encargado de hablar con su familia y amenazar con hacer un escandalo publico si no permitían su amistad con él, y al final del día su familia había terminado adorando a Suguru por ser una buena influencia.

-No podría burlarme jamás de eso Geto, yo también pasé por lo mismo, la razón por la que eres mi único amigo es que yo tampoco sé cómo relacionarme con los demás o suelen verme como una especie dios inalcanzable-. El peliblanco colocó una mano en el hombro del otro como señal de apoyo. - ¿Sabes que festividad se acerca Sugur~u? -. Empezó a pestañear coquetamente mientras volvía a invadir el espacio vital del otro.

-No, y no me interesa, a duras penas pude celebrar mi cumpleaños hace unos días sin asquearme, no quiero más celebraciones pendejas -. Soltó con fastidio mientras se alejaba del peliblanco.

- No seas aguafiestas Suguru-. Comenzó a hacer pucheros nuevamente, pero esta vez Geto Salió rápidamente del salón para no caer ante ellos y el peliblanco quedó con la palabra en la boca.