Insécurité

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Desperté

Y con eso el sentimiento de estar atrapada, regresó, me llevé las manos a la cara intentando reconfortarme y después de largos suspiros pesados, por fin pude calmarme, me estiré y me levanté, me vi las manos y me encontré con que las banditas que Brahms puso ya estaban sucias, tal vez hice un mal movimiento en la noche y mis uñas volvieron a sangrar

Me apresuré a vestirme y entrar al baño para lavarme las manos y volver a curar mis dedos, abrí el grifo y dejé que el agua me ayudara a despegar las banditas, me dolió y bastante, pero me dolería más si no las curaba o si se me infectaban 

Luego de encontrar un poco de agua oxigenada tras el espejo del baño, me dispuse a limpiar bien las heridas y recordé que la cajita que Brahms usó para curarme aún seguía en mi habitación por lo que fui directo a esta, la tomé y abrí buscando mas banditas con las que cubrir mis dedos

-Por qué siempre me tengo que acabar lastimando?- admiré mi trabajo un par de segundos hasta que escuché tres pequeños toquecitos en el marco de la puerta, por lo que me di la vuelta un tanto sorprendida de que hubiera tocado, pues normalmente siempre aparece de la nada o detrás de mi- Hola...- intenté sonreír 

-Te...hice el desayuno- Dijo cabizbajo 

-Oh...de verdad?- pregunté un poco sorprendida puesto que eso me tocaba a mi y no solo por eso, más bien la acción en si fue la que me sorprendió bastante

-Si- levantó la mirada- Tienes los dedos muy mal...no creo que puedas hacer mucho- me acaba de decir que soy inútil, en pocas palabras

-Es verdad- hice una pausa- pero tampoco lo digas así, suena feo- me reí un poco y me encaminé a él para entregarle la cajita que fungía como botiquín de primeros auxilios- Toma, muchas gracias por curarme, yo soy la que debería cuidarte pero parece como si fuera al revés- me reí y se le achinaron los ojos, por lo que estaba sonriendo 

-No es nada...- tomó la cajita y la puso encima del tocador- Quédatela, quizá la uses más seguido que yo- le sonreí y pasé a su lado para bajar por las escaleras- Pero...por qué lo hiciste?- Mierda

No sabía que responder

Si decía: "Me puse ansiosa porque se que me viste en la bañera" quizá reaccionaría de mala manera y terminaría en una situación en la que yo estaría tres metros bajo tierra o su reacción sería tomarme por el cuello otra vez y hacer cosas que no quiero ni pensar

Pero si le mentía probablemente se daría cuenta, soy mala mintiendo en situaciones de mucho estrés 

-Es que...estuve pensando en mi familia- dije sin voltearlo a ver- Me sentí ansiosa porque tengo una hermana enferma y no eh sabido nada de ella en días- técnicamente no le estaba mintiendo, escuché un suspiro de su parte- Y a veces las emociones me ganan y termino lastimándome sin darme cuenta- solté una risa nerviosa aún si voltearlo a ver 

Él no dijo nada pero podía sentir su mirada en mi nuca

-Y qué hiciste de desayuno?- me volteé a verlo intentando cambiar de tema y cuando me di cuenta ya estaba detrás de mi, dejándome ver la diferencia de altura, si bien, antes ya me había dado cuenta que era más alto, tenerlo justo frente a mi me hizo recordar lo pequeña que me hacía ver...

Yo no era una mujer diminuta, pero fácil el era treinta centímetros más grande 

Me quedé paralizada frente a él, tenía que levantar la cabeza para mirarlo a los ojos y cuando lo hice el mundo pareció detenerse, no sabía como hacer para romper el silencio sin cambiar su humor, por lo que me limité a sonreírle para intentar transmitir calma, calma que obviamente no tenía

ATADURA_-_Brahms HeelshireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora