Capítulo 2: Eterno retorno

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¡continuamos!

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Reborn había estado observando desde hace algunas semanas a Gokudera Hayato. Su actitud había cambiado mucho y había sido prácticamente de un día a otro. Le sorprendió tanto que hasta su máscara de seriedad casi se desvaneció al verlo llorar hace algunos momentos. Nunca, en todo el tiempo que lleva de conocer a Hayato lo había visto de tal manera y Reborn siendo "el Hitman más grande" siempre se enorgullecía de poder leer a las personas, pero ahora estaba totalmente desconcertado, podría decir con exactitud que Gokudera Hayato se dirigía a un camino de colapso mental por una situación ajena a ellos.

No podía leerlo, era como si algo bloqueara la mente de Hayato a Reborn. Era intrigante, porque había notado unas muy sutiles llamas del cielo en la mente de Hayato, como si estuviera bloqueando algo y se desvanecía poco a poco ese bloqueo y las emociones de la tormenta del décimo Vongola se desbordaran por algunas grietas.

Reborn presentía que algo se les venía encima. Y el guardián de la tormenta de la Décima Generación estaba en el centro del problema.

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Kawahira observó. Había una sutil y casi borrosa red que conectaba a ciertas personas en Namimori, una red que había existido desde la creación de Vongola hace tantos años, que seguía un patrón determinado para llegar a un destino, un destino erigido por alguien, que quería que todo terminara de una manera específica y que este alguien, estaba dispuesto a todo porque se siguiera ese camino. Sepira vio esa red, fue testigo del día en que se rompió y de cómo se volvió a tejer y de cómo la historia fue escrita de nuevo. Después de todo, ellos vivieron aquí antes que los humanos llegaran, ella lo vio, y sufrió por eso.

Todavía recordaba sus palabras.

Es tan triste, esto se va a repetir una y otra vez sin tener éxito —dijo Sepira mientras Kawahira la miraba seriamente—, He visto su destino, he visto el nuestro y todo gira en torno a ellos. Soy incapaz de hablar de ello porque no se me permite, pero sólo puedo decirte que tú deberás hacer todo lo posible para que esa red se haga más pequeña y las personas involucradas puedan encontrarse.

—¿A qué te refieres?

—Es la única manera de asegurarse que se vuelvan a reunir. Están jugando con sus destinos, alguien... que puedo sentir está profundamente arrepentido de algo y quiere asegurar el futuro, jugando con el destino, rompiéndolo y volviéndolo a tejer para que haya un mundo en el que la persona en la que él está interesado, pueda ir por el camino elegido.

Era como estar atrapado en una ilusión eterna. Sólo él sabía lo que ocurría, que este mundo sufría de un eterno retorno y nadie se daba cuenta. Se había "reiniciado" por lo menos cerca de diez veces por causa de un ser, el cual tenía un objetivo desconocido, pero Kawahira no era del tipo que solo se sentaba y esperaba a que pasaran las cosas mientras él iba a ciegas en un camino trazado por alguien ajeno. Le frustraba no saber quién era esta persona que estaba usando al mundo como un tablero de ajedrez, le frustraba no saber qué objetivo tenía en mente, porque generalmente él era quién sabía las cosas.

Sin embargo, a pesar de todo Sepira jamás fue muy clara con él sobre el tema, siempre usaba esa excusa de que no podía decir nada, que el asunto no estaba en las manos, pero por alguna razón ella siempre protegió la identidad de esa persona. Ellos dos fueron los primeros en la tierra, los últimos de su especie antes de la llegada de los humanos, pero luego tuvo que aliarse con ellos, porque siempre le agradaron, mientras que él siempre los despreció. Destruían todo lo que tocaban, sin embargo a pesar de que él sintió que Sepira le traicionó al involucrarse con los humanos, ella le confió este asunto cuando murió.

Ecos del pasado [Harry Potter x KHR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora