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Zoro fue el primero en llegar al ensayo. Algo poco común, no podía recordar la última vez que sucedió. El mundo parece tener piedad de él cuando no está en su sano juicio, no cambia tanto. Está agradecido, significa que no tendrá que escuchar las quejas de la bruja hoy, pero eso lo dejó sin saber qué hacer con el tiempo extra. Una siesta parecía la mejor opción, si tan solo su mente dejara de molestarlo con cosas en las que no quería pensar. Para qué era este ensayo.
Tenían que trabajar en este sencillo que saldría de su próximo álbum. Eso no es nada nuevo. No, era esta canción y la extraña forma en que se ha comportado su novio desde que empezaron a trabajar en ella. No es que Sanji nunca haya escrito una canción de amor antes, diablos, el Curly escupió escribio cuatro de ellas para su último álbum. Pero éste… éste es diferente de alguna manera. Y Zoro no puede ubicarlo. Eso no es del todo cierto, hay algunas posibilidades, pero ninguna está dispuesto a decirse a sí mismo o en voz alta.
Sanji se la está cantando a alguien.
El saber quien es, tiene su estomago hecho un nudo.
Sólo recientemente su relación comenzó a evolucionar más allá de algo casual, y a Zoro no se le ha escapado que el extraño comportamiento de Sanji comenzó poco después. Se ha encerrado en sí mismo, sus bromas han perdido parte de su mordiente y hay momentos en los que parece que el rubio está tratando de evitarlo. No hay muchas conclusiones que Zoro pueda sacar de eso.
Tal como están las cosas, esta es una práctica para la que realmente no está preparado. Pero él está aquí y pondrá de su parte, como siempre.
El resto de la banda comenzó a llegar, uno tras otro su temprana presencia los alertó sin que él tuviera que decir nada. Robin le sonrió cálidamente, sin mostrar ningún signo visible de que sabía que algo andaba mal, pero por la forma en que silenciosamente le estaba dando espacio, Zoro supo que no había manera de engañarla. Law le dio una palmada en el hombro mientras pasaba, pidiéndole a Zoro que le enviara un mensaje de texto más tarde.
-"Vaya, ¿quién murió?" La preocupación en la voz de Usopp era palpable, ya que no tenía la sutileza de los otros dos.
Zoro gimió y se tumbó boca arriba sobre su batería. A veces era problemático, era demasiado fácil saber cuándo uno de ellos estaba diferente.
Levanta la cabeza mientras Sanji llega de último. Su único ojo visible mira a Zoro y se abre por un momento, luego se estrecha con evidente preocupación. Sin embargo, antes de que Zoro pueda decir algo, mira hacia otro lado y todos toman eso como señal para prepararse. Sin bromas, sin comentarios inteligentes, ni un insulto a su cabello. Zoro ignora la pequeña aguja que le clava el corazón.
