▪︎°○Criminal Love○°▪︎ - SungJake / Jakehoon

Cuatro

-A ver, a ver, a ver, ¿Me estás diciendo que dejaste inconsciente a un pobre omega porque pensaste que era uno de los hombres de Kim?- Sunghoon asintió apenado. -Pensé que mamá estaba exagerando cuando dijo que te quedaste pendejo después de caer por las escaleras cuando jugabas con Jungwon de pequeño... ahora veo que no mintió- Confesó el peliplata rascándose las sienes.

Sunghoon abrió la boca indignado, ¿Cómo era posible que hasta sus propios hermanos pensaran aquello? En su defensa sólo trataba de proteger a Jungwon, pero viéndolo de otra manera mejor lo hubiera dejado a su suerte.

-Da igual lo que haya ocurrido, ya sucedió no hay otra cosa que podamos hacer- Explicó el menor de los Park. -Además se te está haciendo tarde para recoger a Youngseo- Recordó.

Jay inmediatamente salió disparado de su casa al oír aquello. Odiaba llegar tarde por su pequeña, además ese día le había prometido que irían a un parque de atracciones que quedaba cerca de su hogar.

Ambos observaron a su hermano irse y suspiraron.

-No tomes sus comentarios tan en serio, a veces exagera- Intentó animar el omega. -Sé que en el fondo busca protegernos de lo que sucede, pero es prácticamente imposible hacerlo formando parte de una mafia... tenemos que estar preparados para lo que suceda- Comentó.

Sunghoon no mostró reacción alguna pero aún así asintió. Tal vez Jay solo trataba de protegerlos como decía Jungwon y tenía miedo de que les sucediera algo como a ÉL. Al ser el líder de una mafia tan poderosa como lo era la mafia Park era prácticamente imposible pasar desapercibidos por las otras redes criminales. Muchas de ellas intentaban tener algún tipo de unión con esta aún así fuera casi nulo, muchos trataban de cerrar cualquier tipo de trato con Sunghoon, pues consideraban que aquello podría beneficiar a sus clanes.

El alfa siempre se caracterizó por ser alguien que no se andaba con juegos, era un excelente estratega y la mente más importante de su mafia. A pesar de haber sido el Sub-líder durante un período de tres años demostró lo que era capaz de hacer, por lo que tras el nacimiento de Youngseo, Jay decidió dejar el cargo como líder de la mafia y pasarlo hacia Sunghoon. Aunque Jungwon también fue un candidato muy fuerte consideraban que era mejor mantenerlo fuera del peligro, no porque sea omega ya que había sido criado como si fuera un alfa y estaba entrenado para poder manejar con destreza y agilidad cualquier tipo de situación, sino que era el estratega principal durante el mandato de Jay y había demostrado que cuando Jungwon hacia un plan era casi garantizado el éxito que se tendría en la misión, y digo casi porque en algunas ocasiones tuvieron que hacer algún plan de emergencia, pero no fue por culpa del omega sino que fue culpa de algunos inservibles que no sabían hacer su trabajo. Fue por esa razón que el mayor descartó la idea de que Jungwon fuera el líder de la mafia.

Sunghoon sacudió su cabeza con el fin de alejar cualquier tipo de pensamiento intrusivo que tratara de joderle la vida o mejor dicho la mañana. Se levantó del sofá y fue directo a la cocina, tomó la cafetera y vertió algo de agua dentro del recipiente, lo regresó a su lugar y encendió la máquina, esperando a que el agua estuviera lo suficientemente caliente para poder preparar su café.

Se encontraba pensando en cualquier cosa hasta que escuchó el irritante tono de llamada de su celular, observó el nombre de la persona que lo llamaba y se confundió al ver el nombre de Jay en la pantalla no había pasado mas de media hora desde que se había ido ¿Qué podría necesitar?. Estaba a punto de colgar la llamada hasta que sintió una extraña sensación en su pecho ¿Qué tal si había sucedido algo grave y Jay necesitaba de su ayuda? Tenía esa duda, pero no quería arriesgarse y que todo terminara mal tan solo por no contestar el maldito aparato. Con el corazón latiendo a mil y la incertidumbre carcomiendo su conciencia contestó el celular.