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—ya inicio su stream de cocina Osvaldo? Voy a verlo, no me invito.
________ quién estaba en stream hablando con su chat mientras tanto su novio el Mariana invadió su cocina para hacer un stream ahí.
—hola Valdo.
—ya llegó la patrona.
_______ saludo a la cámara y se apoyo en la barra para leer el chat de su novio, llevaba un shorts algo cortos y pegados los que hacia que su trasero resaltará un poco más.
—hijole...
—que pasa, Valdo?
Su novio se acercó a su oído y le susurro.
“que ganas tengo de quitarte esos shorts, hacen que se te vea un culote"
Cuando vieron el chat todos estaban alterados por saber que le dijo a su novia.
—eh que pinches chismosos, que les importa que le dije a mi morra, me vas a ayudar?.
—eh... Si solo deja termino stream.
______ corrió a su cuarto de stream y aviso que terminaría el stream en su canal y que se pasarán al de su novio.
—volvi, en qué te ayudo?
—bueno amor raya el queso en lo que amaso la masa.
Se la pasaron riéndose de todo lo que el chat decía y las donaciones que le llegaban, la pizza ya casi están terminanda solo faltaba sacarla del horno.
—ahora a probarla—dijo Osvaldo sacando la pizza del horno.
—mmmmm está deliciosa, gracias a la chef obviamente.
—y mis créditos? Yo fui el de la idea.
—tienes toda la razón Valdo... Apenas y me ayudaste y ni querías tocarla para ver si ya estaba quedando bien.
—hija de su ma... Ya que, está bien.
—buenl chat yo ya me voy los quiero mucho acuérdense de su madre y despidanse, los quiero mucho hijos míos los dejo con su papá, byeee.
—se le pega decir bye igual que al hermano.
(Quackity)
—¡te escuché Valdo!
—chale banda, hoy duermo en el sillón.
(...)
_______ se encontraba en la cama acostada boca arriba viendo tik Toks, cuando llegó Osvaldo y le dio una nalgada.
—hijo de tu picnhe má... Hay no, mi suegra no tiene la culpa.
—vine a quedarte esos shorts.
—hay dios estoy preparada para morir y no caminar mañana.
-Yo creo que no hay mucho que explicar, sé que pudiste notar con el deseo
Se acercó a ti y besarte, poniendo sus manos en tu cintura, acercándote a él, tú colocaste tus manos en su pecho, él al sentir tu tacto en su cuerpo se motivó, y bajó más sus manos, llegando a tu trasero, apretándolo bruscamente.
Soltaste un leve jadeo, subiendo tus manos, poniendo una en su nuca y rodear tus brazos en su cuello, el beso empezó a subir de tono, el pasó su lengua por tu labio inferior, dándote a entender que quería meter su lengua en tu boca.
Tú obviamente te ibas a dejar, así que abriste un poco la boca, convirtiendo a ese beso en una pelea de lenguas.
Por culpa de la falta de aire se tuvieron que separar, abrieron los ojos lentamente los dos a la vez, ambos sonrieron, El Mariana aún con sus manos en tu trasero, las bajo un poco hacia tus muslos, cargándote.
Te dejó sobre la cama y se alejó un poco para sacarse su camisa, tu al admirar su torso te sonrojaste, el al notarlo sonrió y se acercó, te tomó con una mano la mejilla y te besó de nuevo.
No te aguantaste y comenzaste a sacarte tu camisa, el al verte sonrió, puso sus manos atrás de tu espalda para desabrochar tu sostén, al lograrlo se colocó entremedio de tus piernas y te tomó de la cintura, bajó un poco su cabeza para quedar a la altura de uno de tus pechos, y se lo metió a la boca.
Chupó, lamió y succionó, tú lo único que hacías era apoyarte con tus manos atrás de ti, de vez en cuando tirando la cabeza hacia atrás, soltando gemidos por la forma en la que él hacía su trabajo con tus pechos.
Cuando se cansó de chupar, notaste que acercó sus manos a el cierre de su pantalón, lo desabrochó y lo bajó junto con su boxer.
Tomó su miembro erecto con una de sus manos y empezó a moverlo de abajo hacia arriba, tú solo estabas ahí sentada viendo, como un tomate.
Osvaldo lo notó, así que decidió preguntarte algo.
—¿Quieres hacerlo tú cariño?
Asentiste con la cabeza y estiraste tu brazo para que se acercara, y eso hizo.
Tú lo tomaste con tus dos manos y lo movías, al notar que no resbalaba mucho te pusiste saliva en las manos y seguiste, cosa que excitó más a El Mariana, pues soltaba leves gemidos y tiraba de vez en cuando la cabeza hacia atrás.
Mientras tú hacías tú trabajo ahí, el se acercó a ti y empezó a dejar besos húmedos por todo tu cuello, mientras bajaba de vez en cuando a tu clavícula, pero subiendo de nuevo.
No te aguantabas más, querías tenerlo dentro de ti.
—Osvaldo...
—¿Sí?
—Métemela ya, porfavor.
En eso el deja de hacer lo que estaba haciendo, haciendo tú lo mismo.
Se quedan mirando unos segundos, hasta que El Mariana se acerca a ti, colocando sus manos en tu pantalón, así sacándolo.
Corrió un poco tu ropa interior y sin más, entró de una sola estocada, haciendo que sueltes un gemido
Empezó a embestirte sin piedad, se notaba que se había quedado con más ganas desde la última vez.
Al sentir tus paredes apretando su miembro, soltó un gruñido.
—No me aprietes así, vas a hacer que me venga.
Tú no le respondiste simplemente por el hecho de que no podías hablar por obvias razones.
Se acercó a ti y te besó para que tus gemidos no se escuchen tanto, cosa que logró.
Lástima que existe la falta de aire, por culpa de eso se separaron y los gemidos no tardaron en aparecer.
Sentiste como un nudo en tu vientre se desataba, al igual que a Osvaldo.
como pudiste te paraste, ya que tus piernas temblaban a más no poder.
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