La cita perfecta » formula 1

CITA 1 💘 Cita a ciegas

Día: 1/7
Piloto: Charles Leclerc
Autora: KathxrineWriter
Wordcount: 3064

꒰ 🎀 ꒱

Dedicación especial a:

alejufv | nothingwithari 

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Me arreglé mi cabello rubio frente al espejo, preguntándome si aquello sería suficiente para la cita que mi amiga me había organizado. Me había puesto un vestido negro que se ajustaba a la perfección a cada curva de mi cuerpo. Suspiré profundamente, porque ni siquiera sabía quién sería la persona que me acompañaría, pero teniendo en cuenta los gustos de Agnes, podía esperarme cualquier cosa.

Hacía años que nos conocíamos y la quería con todo mi corazón, pero Agnes siempre había tenido cierta predilección por los capullos. Sus ligues solían serlo, incluso sus amigos también lo eran. Por eso tenía miedo a aquella cita y lo que pudiese encontrarme al llegar al restaurante Le Chantecler.

Allí era donde debía estar a las nueve en punto de la noche. Era un lugar de lujo, así que fuese quien fuese mi acompañante, sabía que aquella noche no me tocaría pagar. Si él había escogido aquel lugar, era más que obvio que le sobraba el dinero.

Me pregunté entonces, frente al espejo de la entrada de mi apartamento, si aquello era necesario. Si bien era cierto que no recordaba la última vez que había tenido una cita, tampoco estaba realmente entusiasmada.

Todavía podía recordar mi conversación con Agnes y cómo me había convencido para aceptar aquella cita a ciegas.

– Cariño, necesitas tener una cita – dijo ella con una risa contagiosa al recorrer con su dedo los libros de literatura romántica que llenaban mi librería.

– Lo haría si encontrase a alguien que mereciese la pena de verdad – respondí poniendo dos cafés sobre la mesa del salón. – No quiero a otra persona que se vaya con su secretaría en cuanto esta le caliente la bragueta.

– Entonces búscate a un tío que no tenga secretaria – rio Agnes, sabiendo que yo ya había superado con creces a Philip y que no me dolía ni lo más mínimo. – En serio, Margot... ¿Cuánto hace que no tienes una cita?

– Pues... – susurré echando la vista atrás.

– ¿Ves? ¡Ni siquiera lo recuerdas! – exclamó sentándose en el sofá y alcanzando su café. – Mira, tengo al candidato perfecto...

– Agnes, no – advertí a pesar de que sabía perfectamente que ya nada podía hacer por frenarla.

– Te va a encantar. Es un chico estupendo que tampoco ha tenido mucha suerte en las relaciones.

– Por algo será... – murmuré, algo desconfiada.

– ¡Margot! – protestó ella dejando la taza de café de nuevo sobre la mesa. – Mira, tú necesitas una cita, y tampoco es que estés en posición de ponerte exigente...

– Ah, muchas gracias – contesté algo ofendida antes de tomar un sorbo de mi taza.

– No me malentiendas. Tú eres maravillosa, pero después de muchos meses sin tener una cita... se pierde la práctica – arqueé una ceja, realmente cansada de su insistencia. – Quita esa cara y escúchame bien. Mañana tienes una cita.