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Los jadeos y gemidos ahogados eran lo único que se podía escuchar adentro de esa pequeña habitación, el sudor recorría sus cuerpos, la adrenalina y el riesgo de ser descubiertos por el staff lo hacía todo más divertido y sólo aumentaba su excitación.

Beomgyu estaba fuera de sí y apenas podía formar un pensamiento coherente mientras se dedicaba a balancearse en el regazo de Yeonjun con vehemencia, dejando que éste le follara la boca con la lengua para ahogar sus gemidos y evitar ser descubiertos.

Cuando se conocieron todo fue odio a primera vista, no se soportaban y tenían peleas casi a diario, sin embargo, últimamente la tensión sexual y las hormonas estaban haciendo su trabajo y las discusiones en los últimos días habían empezado terminar con Beomgyu empotrado en la pared y Yeonjun entre sus piernas, comiéndole la boca.

Normalmente después de eso se separaban y se miraban entre sí con una expresión rara en la cara, prometiendo no volver a caer en lo mismo a la siguiente, no obstante, estaban cansados de fingir que no se deseaban, que sus cuerpos no ardían con lujuria cada vez que terminaban sus prácticas y se miraban el uno al otro con sudor bajando por sus cuellos.

Finalmente habían sucumbido ante toda esa tensión después de filmar el vídeo para su nuevo comeback. Cuando se vieron en el camerino empezaron a pelear otra vez por una tontería, sólo que ésta vez realmente estaban seguros de adónde iban a terminar sus pequeños roces y así fue como terminaron frotándose entre sí.

Beomgyu estaba empezando a desesperar, la fricción de sus caderas no era suficiente, además el pantalón era estorboso y su erección estaba empezando a doler.

Se separó del pelinegro y con una pequeña risa se puso de rodillas y bajó los pantalones y los boxers del otro. Colocó suavemente las manos de Yeonjun sobre su cara y lo miró con una cara de inocencia totalmente contraria a sus palabras.

—Jódeme la boca, por favor.

Joder, era casi un pecado la forma tan angelical en la que había pedido algo tan sucio.

No perdió el tiempo ya que el también buscaba su alivio, agarró con firmeza la cara del de cabello castaño y lentamente empujó su miembro erecto adentro y afuera de su boca, una y otra vez viéndolo a los ojos.

Debería ser ilegal la imagen que tenía a sus rodillas, la carita tan bella de Beomgyu con los labios hinchados y enrojecidos alrededor de su polla, mirándolo con ojos de cachorrito.

El sólo ver eso fue más que suficiente para mandarlo al borde, pero no quería correrse en su boca.

—Cariño para, no quiero correrme así.

No sin antes soltar un gemido disgustado el contrario hizo lo que le pedían, él también estaba muy cerca de correrse con sólo haber chupado la polla de otro hombre, sin tocarse.

Era casi humillante pero estaba muy necesitado y sin decir gran cosa se levantó empezó a quitarse los pantalones.

Quería un rapidito y eso era justamente lo que iba a conseguir.

Cuando se despojó de la ropa volteó hacia Yeonjun y apenas y tuvo tiempo de procesar todo cuando sintió que era levantado del suelo, obligándolo a enroscar las piernas en las caderas del contrario.

Fue depositado encima de un tocador e inmediatamente volvió a capturar los labios del otro con los suyos mientras sentía las manos Yeonjun  empezar a bombear su miembro y acariciar al mismo tiempo su agujero.

De sus labios solo salían frases sin sentido y soltó un gemido demasiado alto cuando sintió el dedo lubricado de su compañero entrar en él. —Shhh, tenemos que estar callados bebé, no queremos que nos encuentren y te vean de esta manera ¿O sí?— Y él sólo pudo atinar a asentir con la cabeza, se sentía mareado y las lágrimas habían empezado a formarse debajo de sus ojos. Estaba vulnerable y esa sensación le excitaba pero al mismo tiempo la odiaba, le gustaba la sumisión pero al mismo tiempo sentía la necesidad de cubrirse la cara y secar esas lágrimas que le hacían sentir débil.

Sus piernas temblaban como gelatina y dejó escapar un sollozo cuando Yeonjun introdujo el tercer dedo y cepilló su próstata varias veces con los dedos lamiendo y mordiéndole el cuello, que era uno de sus puntos dulces. Se sentía sobrestimulado y justo cuando se iba a correr sintió los dedos dejar su interior.

Iba a protestar pero sintió como era bajado del tocador y puesto de espaldas contra éste a la vez que el miembro de Yeonjun se introducía lentamente en el.

Ardía sólo un poco pero el placer lo sobrepasaba por mucho, se sentía totalmente ido y sus mejillas estaban totalmente sonrosadas y bañadas en lágrimas. Lentamente sintió cada empuje delicioso de la polla del contrario en su apretado agujero pero quería más, más y más, no era suficiente y parecía que lo estaba tratando como si fuera a romperse sólo por una buena follada.

—Más rápido, por favor ve más rápido. No soy de porcelana, no me voy a romper.

Pero Yeonjun aún parecía tener sus dudas y aún se movía muy lento para su gusto, así que se volteó y lo empujó hasta un pequeño mueble antes de subirse encima de él y bajar lentamente sobre su polla, haciendo todo más profundo y más placentero para los dos. El miembro de Yeonjun tocaba su próstata y a éste punto había empezado a hipear y a soltar sollozos descontrolados, nada debería sentirse tan bien.

Rápidamente empezó a saltar y cuando quiso masturbarse el pelinegro le dió un manotazo.—No, vas a correrte de sólo tomarme.

Beomgyu escondió su cara en el cuello de Yeonjun—No, no puedo. Por favor, yo no puedo. —Ni siquiera sabía por que estaba rogando exactamente pero sólo quería correrse, necesitaba hacerlo.

Entonces sintió ese familiar cosquilleo en su abdomen y empezó a aumentar el ritmo a la vez que su compañero clavaba una mano en su cadera y con la otra apretaba esa franja de piel justo entre sus testículos y su agujero.

Todo eso combinado fue más que suficiente para mandarlo sobre el borde y se corrió con un gran gemido que intentó ahogar mordiendo el cuello de Yeonjun.

Mientras tanto el otro sólo embistió unas veces más antes de correrse adentro de Beomgyu con fuerza.

Después de salir de él y cuando sus jadeos se calmaron se puso a dar besos sobre toda su cara mientras lo abrazaba, habían pasado al menos 40 minutos ahí adentro y era posible que los demás estuvieran muy preocupados, era tiempo de salir.

𝒅𝒓𝒆𝒔𝒔𝒊𝒏𝒈 𝒓𝒐𝒐𝒎 | 𝐘𝐉 + 𝐁𝐆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora