El poco tiempo que nos queda

3. La final

Ya había pasado una semana desde la fiesta en el club. Comenzamos a salir todos juntos como hacía años, pero ahora Connor y Sarah estaban en todos los planes. Tina y Lukas habían hecho su noviazgo oficial, Lukas se declaró ayer en una cena donde estábamos todos.
Le regalo unas enormes flores y en ellas había una tarjeta donde ponía "¿Quieres ser mi novia?" Y dentro un hermoso anillo de plata con una esmeralda en el centro. Nos quedamos alucinado Sarah y yo cuando lo vimos.

Connor se había vuelto muy cercano a Lukas. Nos contó que acababa de llegar y que no paraba de buscar trabajo pero no conseguía ninguno. Lukas al ser dueño del restaurante y el club le ofreció que trabajase en su restaurante ya que buscaba camareros. Sería turno de mediodía de doce de la mañana a las siete de la tarde. Connor claramente acepto.

Ahora me encontraba preparando mi maleta para el viaje para la final de voleibol. Tina vendría a por mi junto con Lukas y Sarah para llevarnos hasta el aeropuerto.

Llevaba lo presencial, mis cosas de aseo y unas cuantas cosas más. De ropa heche para estar dos días de paseo, ya que la entrenadora nos contó que tendríamos un día de turismo para ver la capital de los EEUU. Los otros dos sería de descanso y el otro para entrenar y jugar.

Mi móvil comenzó a sonar cuando ya estaba cambiando me para salir.
No tenía ese número agregado así que lo cogí con curiosidad.

- ¿Aló?

- Menos mal, soy yo Connor - la gruesa voz de Connor al otro lado hizo que frunza las cejas.

- ¿Pasa algo? - parecía apurado.

- No no, nada, era solo para tener tu número, estoy yendo a trabajar, y como Lukas hos va a recoger voy con algo de prisa.

Mire mi teléfono de nuevo, ¿no tenía su número guardado?.

- Ah bueno, ¿Solo era eso? - el chico se quedó callado al otro lado.

- Si, suerte pesadilla - y colgó.

¿Me acaba de llamar pesadilla? Connor me sorprendía muchísima veces ya que era un niño tan misterioso que si no fuera por su hermana no sabría nada de él. Habíamos intercambiados varias miradas desde que comenzamos a salir todos juntos. No sé porque cada vez que estaba con el sentía que mi corazón latía tan rápido. Tina ya se había dado cuenta de mis reacciones cuando el se encontraba cerca de mi, y en algunas ocasiones me había interrogado de forma indirecta.

Agarré mis cosas y baje en espera de Lukas y Tina para poder ir al aeropuerto. Mi madre que como de costumbre se encontraba sentada vestida de negro,no parecía ponerme atención. Esperé el mensaje de Tina y cuando llegó salí sin antes, como ya era costumbre, escuchar a mi madre llamarme por algún apodo que mostrara el gran desprecio que tenia hacia mi.

- Buenos días - dijo Tina nada mas montarme en el coche.

- Buenos para que los quiera.

Tina rodó los ojos y suspiró poniéndose sus gafas de sol. Lukas me sonrió a través del espejo y puso rumbo hacía el aeropuerto. Yo por mi parte le escribí un mensaje a la única persona de mi familia que si parecía preocuparse por mi, a mi hermano Jacob, el me respondió al instante mandándome una foto de mi sobrinito dormido a su lado; me dijo que tuviera cuidado y que disfrutara del viaje.

Al llegar Lukas nos ayudó con las maletas y se despidió de Tina como si no fuera a ver nunca más en su vida, yo pase por sus lados dirección donde estaba el resto del equipo. Todas se encontraban super emocionadas por el viaje, la entrenadora se encontraba repasando la lista y pasando las maletas para facturarlas. Después de unos minutos donde se despidieron de sus familias pasamos a la sala, Tina no paraba de parlotear con todas. Tras unos minutos finalmente subimos al avión. A mi lado iba sentada Tina quien le avisaba a Lukas de que hasta que no aterrizara no le hablaría.