𝐒𝐓𝐀𝐑𝐆𝐈𝐑𝐋; nico grosman

!¡one¡!

Sara abrio la puerta y se dio cuenta de que todos la miraban. Le encantaba.

Camino segura y sonriente hasta donde se encontraban tres mujeres que parecían de su edad.

-Sara, un gusto.

—Ay me muero sos re linda, te vi en Tiktok— confenso una morocha.—Soy Rosi.

Sara solamente le sonrio y la saludo con un beso. Luego las otras dos se presentaron, se llamaban Zoe y Denisse, las dos rubias como Sara.

Siguio su recorrido para saludar a los demas. Besos, abrazos y alagos se repartieron en las bocas de las distintas mujeres que admiraban la belleza de Sara.

—Hola, Axel— se presento un morocho de cara inocente .

—Sara, un gus—

—Dejame ayudarte— la interrumpio un morocho con una sonrisa que la ilumino. A Sara le recordo a Enzo Fernández. El morocho agarro la valija de Sara y le sonrio.—Soy Alan.

—Sara— le devolvio la sonrisa, mirandolo de arriba a abajo, sin disimulo.

—Gordi, no lo vas creer— Rosi interrumpio la charla, entrelazando su brazo con el de ella.—En el cuarto de mujeres no quedan mas camas, se ve que calcularon mal.

—En el cuarto de hombres queda una cama vacia— dijo un chico con rasgos chinos.—Martin, Martin Ku.— se presento este.

La ronda que se habia formado alrededor de Sara, quienes eran Rosina, Alan, con todavia la valija de Sara en mano, Axel, Isabel, una mujer mas grande que su madre,  y que para Sara llevaba puesta ropa que no dejaba mucho a la imaginacion, Manzana, un chico muy simpatico que todos conocian menos ella y Martin se giraron a verla, preguntando con la mirada si aceptaba la oferta subliminal del chino.

—No hay problema— inmediatamente la ronda comenzo a caminar junto a ella, con Rosina todavia pegada a ella.

—Te me haces muy familiar Sara— dijo Martin, girando la cabeza para mirarla.

—Soy influencer, tal vez me vieron en Tiktok, ni idea.

—Sii, yo vi un video tuyo, sos re potra.— Rosina lo dijo tan fuerte y con tono chillon que Sara sintio que las ondas sonoras le hicieron rebotar el cerebro. 

Era obvio que la convivencia con esta chica iba a ser dificil para Sara, que no soportaba a las pick me girls y que la esten zamarreando de un lado a otro.

Cuando llegaron al cuarto donde se quedarian los hombres, Alan dejo la valija en la ultima cama disponible, mientras que Sara saludaba a los demas que estaban alli.

—¿Ella va a dormir aca?— pregunto un cordobés a quien Sara pudo identificar como Hernan.

—Si, no quedan mas camas en el otro cuarto— defendio El Chino. A Sara este le estaba empenzando a caer bien.