Capítulo 2. Tarjetas rojas.

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Capítulo 2: Tarjetas rojas.

Entiendo que te sientas débil, pero eso no significa que tengas el derecho de hacer que otro sienta lo mismo. Si tu no le merecías, créeme que esa persona tampoco.

- ¿Y bien? ¿Se mordieron la lengua y por eso no hablan?

Kavin parpadeó varias veces antes de abrir la boca, pero nada salió de ella, fue MJ quien tomó coraje y avanzó hasta su amiga. Lo que no esperaba es que su amiga retrocediera, acción que le provocó un pequeño dolor en el pecho.

-Anya.

-Solo habla si tienes una excusa coherente para la estupidez que acabo de ver.

- ¿No estabas en Londres? Creímos que no volverías hasta el próximo mes.

La voz armoniosa de Ren hizo que la muchacha bajara un poco las defensas, el muchacho tenía ese poder sobre ella, él lo sabía y ahora lo usaba a su favor. Con lo único que no contaba era con que la rabia de Anya en ese momento le ganaba a cualquier cosa.

- ¿Para darles tiempo a encubrir todo esto antes de que llegue? Nunca me alegró tanto que los planes de mis padres cambiaran, quería sorprenderlos-La risa irónica que Anya soltó les puso los pelos de punta, e hizo que los dos restantes reaccionaran- Pero como siempre, ustedes me ganan en eso de las sorpresas.

-Esto... es, esto.

Thyme no podía hilar una frase coherente, sentía que todo se estaba desmoronando, dándose cuenta que una de sus bases no estaba segura, aquella que consistía en la ignorancia de su amiga sobre el juego que él mismo creó y ahora lo iba a pagar caro.

Anya era la princesita de los F4, desde niños siempre era la intermediaria cuando ocurría algún problema, el cariño que surgió entre los cuatro era algo difícil de entender, más aun cuando las personalidades se diferenciaban tan claramente la una de la otra.

Thyme siempre fue el mimado y egocéntrico. Creció siendo altanero por la educación y la presión que ejercía su familia sobre él, en específico, su madre.

Kavin era el más mujeriego de los cuatro y el más popular entre las chicas. Prefería divertirse antes que las ataduras, y con su actitud relajada y seductora puede enamorar a cualquier chica, excepto Anya, quien conocía a la perfección a su amigo y era consciente de su verdadero yo.

MJ era considerado como el más problemático y alocado del grupo, metiéndose en problemas, siendo algo así como el hacker o "mafioso" -Apodo que Anya utiliza para molestarlo-de los 5. Pero todos eran conscientes de que la lealtad de MJ no tambalearía ni por un segundo al tratarse de ellos.

Ren destacaba en ser el más tranquilo y atento de los cinco amigos, con su libreta de dibujos acompañándolo a cada lugar que iba, haciéndote dudar por qué pertenecía al grupo. La razón era la misma para todos ellos. Lealtad.

Pese a que Anya era parecida a Ren, realmente compartía más similitudes con Thyme, quizás por eso eran quienes más discutían. Desde siempre. La muchacha era quien cedía primero yendo a buscar al muchacho para reconciliarse. 

La realidad con la que tenían que lidiar era que ya no eran los mismos niños que solucionaban sus discusiones regalándose un caramelo o jugando como si nada hubiese pasado.

-No lo entenderías.

-No soy estúpida Thyme, lo entiendo perfectamente. Los que no parecen entender la gravedad de esto son ustedes ¿Qué clase de idea retorcida es esta? ¿En dónde está la diversión de golpear a alguien hasta casi matarlo?

-Anya...

- ¡Tu cállate Kavin!, todos ustedes cállense.

Una lágrima se deslizó en el rostro de la muchacha y eso solo la enojó más, no era momento de llorar. Ren estiró su mano intentando limpiar su mejilla, ésta lo observó con confusión puesto que no recordaba el momento en el cual había llegado a su lado, pero de un manotazo lo alejó y eso solo hizo que los chicos entendieran que esta vez la habían jodido en grande con su amiga, ella nunca alejaba a Ren. El era quien sin importar que, podía llegar a ella.

No, esta vez no los perdonaría tan fácil como solía hacerlo.

Anya se acercó a Pupha e intentó ayudarlo, pero uno de los chicos que lo sostenía se interpuso y la empujó. Gran error.

Thyme reaccionó al instante y lo agarró por el cuello del uniforme.

-No la vuelvas a tocar, ni siquiera respirar cerca de ella. Hazlo de nuevo y tu rostro va a tocar el suelo, una y otra vez.

- ¡Thyme! Por el amor de Dios, no seas un salvaje-Anya de un empujón apartó a su amigo del muchacho- ¡¿Estás loco?!

-Pero él te...

- ¡No importa! ¿No lo entiendes? El maldito problema aquí es que todo quieres solucionarlo con violencia.

Thyme quería mucho a su amiga, juraba estar a punto de ceder aunque sea un poco para no hacer un escándalo y tratarla mal como a los demás. Con Anya nunca fue como con los demás, ni siquiera para él.

Pero la voz de su madre hacía eco en su mente, y el no podía permitir que las personas dudaran de el y su poder en la escuela, ni siquiera podía permitirlo por su amiga. Así que endureció la mirada y le dijo cosas que nunca imaginó que le diría alguna vez.

-Mira Anya, te fuiste ¿Okey? 3 años, no puedes volver y pretender controlar todo de nuevo ¿Esto? Es algo nuestro y no puedes hacer nada al respecto. Somos tus amigos ¿No? entonces lo aceptarás y cerrarás la maldita boca.

Anya sentía su aliento golpeándole el rostro, él también estaba enojado, y ella no podía entender que era aquello que entró en el corazón de Thyme y lo descompuso hasta este punto.

¿De niños era malhumorado? ¿Impulsivo? ¿Egoísta y narcisista? Sí, sí y sí, pero nunca se comportó de esta manera y ella nunca lo creyó capaz de hacer algo así o siquiera dirigirse a ella de ese modo.

Si, se fue 3 años. Y ellos habían cambiado. Debió notar algo la ultima vez que se vieron, la forma en la que las conversaciones cambiaron y se volvían cada vez más superficiales debió llamarle la atención, pero ella solo se lo atribuyó a que estaban creciendo y ella estaba lejos , sin embargo, el cariño y el aprecio seguían intactos, aunque era bastante obvio que ninguno seguiría igual. Al menos no por completo.

-Eh, Thyme. Es Chanya, no le hables así.

MJ se acercó para separarlos un poco, sabía que ambos tenían personalidades explosivas provocando que ninguno cediera y eso solo hacia el asunto más peligroso.

- Si tan amigos míos dicen ser, deberían haber imaginado que estaría en desacuerdo con esto.

-Anya, te prometo que hablaremos, pero no aquí, eso solo empeorará las cosas.

Esta vez fue Kavin el que intervino y lo que dijo solo hizo que su amiga soltara una especie de bufido. 

Los chicos pensaban que no era el momento ni el lugar, todos a su alrededor estaban expectantes del siguiente paso, nadie creía que alguien podría desafiar a Thyme, mucho menos Chanya, quien se supone que es como su hermana.

-Hablaremos ahora, no cuando a ustedes se les de la gana. Tienen que terminar con lo que sea que están haciendo.

-La parte en la cual dije que no te metieras ¿La escuchaste? Te aprecio Anya, de verdad, pero estás sobrepasando los límites.

-Y si los sobrepaso ¿Qué? ¿Me vas a dar una tarjeta roja?

Según la muchacha, la tarjeta roja se entregaba a quien sería golpeado o al menos eso es lo que ella creía,  sin entender realmente que era un poco más complejo que eso.

La tarjeta era entregada a aquellos que desafiaban o desautorizaban de alguna manera a alguno de los F4, y en la escuela los alumnos al enterarse podían hacer con aquella persona lo que se les diera la gana, las reglas básicas eran no grabar y que la situación no se divulgara fuera de la escuela, porque a fin de cuenta todos en ella estaban enterados. Incluyendo los directores.

Pero Anya no necesitaba muchas explicaciones en ese momento, por mas que no entendiera ni la mitad de aquel asunto, para ella aquello era injusto y ese era el único motivo que necesitaba para defender la causa, y la decepción que reinaba en su ser era un buen combustible.

Me emocioné, perdón. Pero acá está el bebé número 2 ♥

Rewrite-F4 Thailand Donde viven las historias. Descúbrelo ahora