EL LIBRO

695 55 20
                                    

-Espera,espera,espera... ¿Como dices? -Digo aún sin creérmelo.

-Tienes una cosa en ti que hace que seas diferente al resto. -Dice tranquilamente como si lo viera cada día.

-Bueno... Pero yo no puedo hacer nada al respecto.

-Si que puedes, es tu cuerpo y son tus poderes; claro que puedes hacer algo al respecto. Lo que tienes que hacer ahora es ir a hablar con el director. Él te ayudara más con esto que yo.

-¿Como?, ¿que aún hay más? -Pregunto sorprendida.

-Pues claro, pero debe ser el director quien te lo explique.

Poco después, me dirijo hacia el despacho del director con los nervios a flor de piel. ¿Que es eso de que soy diferente a los demás? Y aún que lo sea no tendría que pasar nada ¿No?

Voy caminando por los pasillos, que raramente están desiertos.

Llego al despacho del director y llamo a la puerta, poco después el director Marshall me abre la puerta con una mirada de confusión bastante notoria.

-Director Marshall, la señori-

-Si, ya se a que vienes.

-Ah, entonces dejo que se explique... -En ese momento me señala una silla en frente suyo y me siento allí mismo.

-Mira Kaytlin, tu tienes... Eres una cosa muy inusual.

-¿Como que soy una cosa inusual? -Digo extrañada.

-Verás eso en un principio eran leyendas de locos pero hace poco se demostró que era real. -Aún no sé de que me está hablando. -Espero que lo que te voy a decir ahora no se lo cuentes a nadie, ¿Queda claro? -Asiento un poco asustada, ¿Qué puede ser tan malo para no poder contárselo a nadie?

-¿Pero por qué no puedo contárselo a nadie?

-Tan sólo no lo hagas... Bueno, todo esto no eran más que leyendas de hace más de cien años. Trataba de que una persona cada cien años, nace diferente a los demás, específicamente con dos poderes. En este caso, si no me han informado mal tu tienes los poderes del agua y del fuego, de aquí tus ojos lilas. Tu a diferencia de los demás, puedes utilizar los poderes por separado o bien fusionarlos. El problema de todo esto, es que si un poder ya es difícil dominarlo, dos ya requiere mucha fuerza y voluntad para llegar a saberlos utilizar bien. -En ningún momento aparta la vista de mi, lo que me deja ver que está confundido hasta el punto de perderse en sus pensamientos durante unos segundos.- Pero si llegas a dominar los dos poderes serás una persona muy importante en un futuro.

-Pero hay una cosa que no entiendo, si no se lo puedo contar a nadie; ¿quien me va a ayudar a dominarlos? -Pregunto confundida.

-Mira, tu harás las clases normales como siempre yo me encargaré de que no te hagan salir a hacer ninguna demostración por tu seguridad; y después por las tardes vendrás conmigo para aprender todo lo que necesitas para poder utilizarlos con seguridad.

-Vale, pero una cosa... Supongo que usted sabe que tengo un hermano de mi misma edad -Al momento, el asiente -Bien, pues ¿Por qué yo lo tengo y él no?... Me refiero somos casi exactamente iguales, ¿Por qué yo tengo dos poderes y él no?

-Kaytlin, esto no depende de la sangre ni de nada personal ni físico; esto es al azar. Alguien sale con esta ventaja o desventaja, cada qual lo ve a su manera. Lo importante es que no hay un porqué a que lo tengas tu... Podría haber sido qualquier persona y esta vez te ha tocado a ti.

-Está bien. -Ya me pone nerviosa su mirada de confusión, así que no me corto -Director, ¿Por qué está tan confundido? -Le pregunto.

-¿Como dice?

LOS ILUMINADOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora