Oscuridad y depresión
Layla.
Golpeo la mesa con frustración.
–¿Que sucede ahora? —pregunta Amanda sentada frente a mí.
–Tengo la cabeza hecha un lío, me voy a volver loca, lo peor de todo es que no sé que demonios hacer.
–Lay, ya te di mi consejo de que podías hacer.
–Según tú, seguir acostandome con mi superior mientras es el novio de Clara y el amante de Melody y quién sabe cuál otra, ¿Es la mejor opción?
Me levanto de la mesa recogiendo los platos del desayuno y ella me sigue hasta la cocina.
–Si lo dices de esa forma si que suena un poco mal.
–No suena un poco mal Amanda, está mal, no me veo en la posición de amante.
–Entonces déjalo.
Se encoge de hombros haciéndolo parecer tan sencillo y la miro fijamente.
–¿Crees que no lo he intentado? Pero siempre vuelvo a caer.
–Entonces no te reproches tanto lo que estás haciendo, sabes que está mal y aún así sigues cayendo ante él, cada vez que él quiere ahí estás tú, ¿Pero sabes que es lo peor de todo? —la miro a la espera. –Que no es solo que él quiera, tu también quieres y por eso vuelves a caer.
Cierro los ojos frustrada dándole la razón, si caigo ante él no es porque me obligue, es porque yo también quiero.
–Pero me merezco algo mejor Amanda, no quiero ser el polvo de emergencia de nadie, así que por eso tomé la decisión de terminar cualquier cosa que tuviéramos y no volver a caer.
Me mira con pesar.
–Layla, eres mi mejor amiga y porque te amo te diré esto, vas a caer, una y otra vez, siempre que el llame allí estarás tú, porque sí quieres esto, sabes que no está bien pero aún así vas, babeas por ese hombre, las bragas se te humedecen solo de mencionar su nombre. —se lleva una papa a la boca. –Aclarate, si te gusta como te coge y sabes que no vas a tener el autocontrol suficiente para rechazarlo cuando el venga a tí entonces sigue cogiendo con él y no te martirices más.
Camino hacia la sala con ella, me dejo caer en el sofá individual llevándome las manos a la cabeza.
–Esta vez será diferente, ya le puse un punto final a esto. —aclaro.
–Ojalá sea así pero tengo el presentimiento que en un par de horas vendrás a mí a decirme que volviste a caer, ¿Y sabes que? No está mal, eres humana. —la miro con una ceja enarcada. –No me mires así, me refiero a que no está mal que sientas esa debilidad con él, es un puto Dios del Olimpo, está más que bueno, te gusta, te sientes sumamente atraida hacia él y por eso cedes y eso no está mal porque está en nuestra naturaleza, el enamorarse está en nuestro instinto.
Bufo ante su mención del amor.
–No estoy enamorada Amanda, solo me siento atraida hacia él.
–No me hagas reír, no es solo sexo como te quieres hacer creer, puede que al principio si lo fuera, digo, estabas de duelo por lo de Brandon, no te sentías deseada hacia mucho tiempo, ese hombre llegó, te cogió como Dios manda y te desestabilizó, pero ahora, los celos repentinos hacia Melody o cualquier chica que tenga contacto con él, las noches de inmsonio pensando en todo lo que Daniel te hace sentir, los sueños húmedos con él, como tú sistema nervioso se descontrola con solo verlo, el pulso disparado, los nervios a la hora que te roza con el brazo o te habla y como eso hay más, ¿En serio no te estás enamorando?
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Placer y Obsesión (Amores Que Hieren) #1
Ficção AdolescenteLayla regresa a Witko finalizadas sus vacaciones en Hawaii la tierra donde reside su padre. En su regreso al trabajo en la Academia Pembrook, unidad militar que pertenece a su apellido, una Academia que recluta y prepara soldados para la disposición...