Praimfaya: A race against time | Clexa

Capitulo 35

42 días después de Praimfaya, Clarke y Lexa intentan salir del laboratorio de Becca. El frente quedó derrumbado entre escombros. Clarke retira pieza por pieza hasta que puede salir. Ella sale, se da vuelta y ayuda a Lexa a salir. Miran la vista muerta que tienen delante. Está cubierto de arena y estructuras rotas.

Lexa se da vuelta y agarra sus mochilas que contenían todas sus cosas. Clarke saca un mapa de su bolso y ve la marca de Polis y dónde dejaron el rover 1.

"A 210 millas de Polis. Al menos no tengo que nadar". Ella dice mientras se encoge de hombros.

"Prefiero nadar." Lexa se ríe antes de mirar su pierna que está entablillada improvisada. Todavía le quedan unas dos semanas de recuperación de la desagradable fractura que sufrió tras la caída de la torre de satélite.

Clarke le da un codazo en el hombro. "Oye, podrías haber ido al espacio". Ella dice con una ceja levantada.

"Y que te pierdas esta vista". lexa se ríe

Clarke contempla su belleza por un momento y suspira al escucharla reír así. Ella extiende su mano y Lexa la toma. Comienzan su viaje hacia Polis.

Clarke y Lexa caminan durante unas horas hasta llegar a uno de sus destinos. Clarke saca su mini pala y empieza a cavar. Finalmente llega al arma que está montada en el capó del vehículo. Clarke y Lexa sonríen y sacan el vehículo.

"¿Quieres conducir bebé?" Clarke pregunta con una ceja arqueada.

"¿Quieres morir? Pensé que estabas disfrutando de mi compañía". ella bromea

Clarke la besa suavemente antes de moverse para cargar sus cosas en el vehículo y ayudar a Lexa a sentarse en el asiento del pasajero. Clarke salta al asiento del conductor y arranca. Clarke pone el motor en marcha y baja la ventanilla, disfrutando de la brisa. Lexa entrelaza su mano con la de Clarke.

Lexa se queda dormida bastante rápido en el camino. Clarke sonríe cuando escucha los suaves ronquidos que adora. Ella sabe lo emocionada que estaba Lexa ante la perspectiva de ver el espacio y mirar la Tierra desde la plataforma de observación. Pero no puede evitar sentirse egoístamente feliz de haberse quedado por ella. Finalmente podrán tener el suyo algún día.

El rover se detiene frente a lo que solía ser la torre de Lexa. Clarke apaga el auto y abre la puerta para salir. Va al asiento del pasajero y abre la puerta. Ella comienza a colocar besos a lo largo de la mejilla de Lexa y la línea de la mandíbula afilada.

Lexa tararea mientras duerme

"Estamos aquí hodnes (amor)", le susurra Clarke al oído.

Los ojos de Lexa se abren. Clarke la ayuda a salir del vehículo y observa para asegurarse de que Lexa pueda caminar por sí sola. Esta es la mayor actividad que ha tenido en su pierna mala desde Praimfaya.

Clarke y Lexa pusieron todo su peso detrás de una barra de metal que encontraron para ayudar a desalojar un trozo gigante de escombros de la torre caída. Una vez que se libera, Clarke sube primero y Lexa la sigue con cuidado.

Clarke comienza a golpear una piedra en el suelo y a gritar.

"¡Estoy aquí! ¡Estoy aquí mamá!" ella grita frenéticamente

"Klarke..." dice Lexa suavemente mientras coloca una mano en la espalda baja de la chica.

Clarke sale hacia el rover, toma una de sus barras de proteína de las raciones que tenían en el laboratorio de Becca y la parte por la mitad. Ella regresa y le da la mitad a Lexa. Pasan el primer día cavando en el interior y tratando de eliminar la mayor cantidad de escombros posible.