"QUÉDATE A MI LADO" 3 TEMPORADA

CAPITULO 63

Ha pasado una semana desde que llevamos a los niños al pediatra y Mario no a venido a ver a los niños; primero porque Max enfermo y estuvo internado, segundo por que tenia que ir a hablar de algo con alguien y tercero por que tuvo que salir de la ciudad por algo importante, la verdad estuvo actuando raro después de que Max salió del hospital, bueno pero lo importante es que por lo menos pudo encontrar espacio entre todos sus asuntos para por lo menos  hablar con los niños por video llamada, lo cual está genial por que de lo contrario hubiese tenido que lidiar con un lío de llantos y berrinches por no haber visto a papá. Ayer mi camioneta comenzo a fallar de nueva cuenta y la lleve al taller para que la revisaran y hoy me tocó pedirle a Roger que me diera un aventón a la uni, en la entrada me tope a Mario y aunque quise hablar con él no pude hacerlo por que se veia muy atareado, quiero suponer que es por lo mismo de que falto a  clases y tenía que ponerse al corriente. Iba entrar a mi tercer clase cuando vi a Mario pasar a su salón— ¡Ey! Mario
—¿Si?
—¿Puedes ir a mi departamento después de clases?
—¿Pasó algo con mis hijos?
—No, ellos están bien, pero voy a empezar a organizar todo para su cumpleaños y creí que te gustaria ayudarme con eso, seríamos tú, yo y los niños porque también es importante su opinión aun cuando están chiquitos
—Cuenta con ello, estaré ahí, ¿viniste en tu coche?
—No, me trajeron Carolina y Roger, mi camioneta esta en el taller, últimamente ha fallado mucho y la lleve a revisar
—Entonces te espero en el estacionamiento yo te llevo
—Gracias, nos vemos más tarde.


—Salí antes que Mario de clases así que me encamine a el estacionamiento a esperar a Mario, en cuestión de unos veinte minutos Mario ya estaba caminando hacia mi— ¿Qué tal la última clase?
—Una pesadilla, ese profesor hace todo menos dar la clase y luego solo deja el montón de tarea, no me sorprenderia que en la noche mande un mensaje dejando aun mas tarea de la que nos ha dejado
—Ya lo creo, es una pesadilla cada clase
—¿Nos vamos?
—Si
—¿A dónde tenemos que pasar por los niños hoy?
—A casa de Clarisa
—¿Ya está todo bien entre Patrick y tú?
—Sí aunque obviamente hay cosas de mi que no le gustan y no duda en hacérmelo saber
—Bueno pero eso no es algo malo, ya es cosa de nosotros mejorar o seguir igual
—En eso tienes razón. —se hizo un silencio que se volvió un poco incomodo asi que decidi hablar— Voy a empezar a tomar terapia
—Escuchar a Madison decir eso me tomó completamente por sorpresa— Vaya eso si, no me lo esperaba para nada, no me mal entiendas pero nunca pensé que... olvídalo —decidí callarme antes de decir algo que la molestara o la ofendiera.
—Nunca pensaste que yo pudiera admitir que estoy mal y que mi comportamiento es una basura y necesito ayuda por mi bien, por el de los niños y el de todos los que me rodean en sí
—Tampoco lo digas de esa manera, se escucha como si fueras un peligro para todos
—Pero e sido una persona horrible
—Sin embargo no representas un peligro
—Como sea, mañana tengo mi primera cita y si te soy honesta tengo mucho miedo
—También voy a terapia Madison y es completamente normal necesitar ayuda extra, no hay nada de lo que debas temer
—Creo que me da miedo reconocer mis errores frente a alguien más
—Pero te va ayudar, mira que si lo que ocupas es apoyo moral yo puedo ir contigo y esperar hasta que salgas
—¿Harías eso por mi?
—Claro
—Siendo asi me encantaria, creo que me ayudaría a sentirme menos nerviosa
—Bien.




Llegamos a casa de Madison y entre los dos preparamos algo para comer, con la pequeña intervención de los mellizos que buscaban atención de ambos.Después de que comiéramos y dejáramos la cocina y comedor en orden, Los mellizos tomaron una siesta y Madison y yo empezamos a planear el cumpleaños claro que con lo poco que sabíamos que los niños querían. Más tarde jugué con ellos en el que Madison iba a la empresa de sus hermanos cuando ella regresó yo me despedí y fui a ver a Max.


—¡Papá! —dijo él pequeño mientras corría a mi encuentro.
—Hola bebé ¿cómo te sientes?
—Mucho mejor, mami me dio una gran noticia —dijo feliz mientras saltaba en mis brazos y aplaudía.
—¡Oh, genial! ¿De qué se trata?
—Voy a tener un hermanito, bueno otro
—Eso es increíble ¿no lo crees?
—Si, oye ya me siento bien, ¿cuándo podré ver a mis hermanitos? Los extraño mucho —preguntó con un adorable puchero adornando sus labios.
—Quizás en dos días más, solo para prevenir, no queremos que ellos se enfermen
—Ok.




Los días iban pasando y Madison y yo nos estábamos volviendo más cercanos con los preparativos del cumpleaños de los niños, pues aunque no fuese a ser algo muy grande queríamos que los niños la pasarán genial, con las personas que los quieren y no voy a mentir he estado pensando demasiado en sí debería considerar el darme otra oportunidad con ella, sus terapias con el psicólogo parecen avanzar con éxito, al menos yo si e notado cambios en ella. Estamos exactamente a una semana del cumpleaños de los niños y lo único que nos falta conseguir es a José Andrés el ex novio de Madison, lo cual no me molesta en lo absoluto si me lo preguntan, pues por lo que me han contado todos los cercanos a Madison durante el tiempo que estuvo lejos, él en muchas ocasiones abogó por mi y fue el que hizo que los niños supieran de mi a pesar de las negativas de Madison. Así que cuando los mellizo me dijeron que querían que Jose Andrés estuviera en su cumpleaños no dude en pedirle a Gael que lo buscará, los chicos y mis padres me acusaron de loco al enterarse que estaba buscando al ex de Madison, pero ellos no entienden que es algo que no puedo negarle a los niños, el hecho de que estén pidiendo verlo quiere decir que fue una gran persona con ellos.