Su mano

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Se dice desde antaño que la piel de una dama debe ser lisa, pura y aterciopelada, suave y cálida.

No hay mejor ejemplo para mi que la belleza que encontré al mover esa cucharilla dentro de la taza de café. Te miré en ese lugar abarrotado de gente, brillante y hermosa con esa piel perfumada y linda.

Tus bellas manos haciendo por doquier esos movimientos esquistos llenándome de fantasías la cabeza, me acerqué y fui atrevido en presentarme ante tan sofisticada doncella.

Ahora que la noche termina podría decirse que ha sido el tocar tu mano lo que me ha llevado a la locura mi joven dama, mi adorable damisela.

Acariciarla y sentir el tacto de tus bellos dedos en mis labios, rostro y entre mis propias manos.

Un arrebato de locura no es así doncella de mil andares, podría pensarse de mi que hoy he perdido la razón por tu bella piel, la piel de tu mano; llenándola de besos y caricias taciturnas.

Oh mi linda dama, ojalá el calor de la piel no se desprendiera a la velocidad a la que lo hace, quisiera sentir el mismo candor que al inicio y bueno no queda más que retirarme llevando tu dulce mano, el resto del cuerpo jamás será encontrado...




Cuento corto de terror mis estimados colegas, sigan sintonizados...

Historias de Horror con AlastorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora