Era casi como todos los días, el chico se sentó en la cama estirando su cuerpo al levantar los brazos y aspirando el aire matinal llenando sus pulmones con una amplia sonrisa en el rostro. Se puso de pie en seguida y se encaminó al baño tras ponerse las pantuflas.
Observó en el espejo los ojos marrones que le regresaban la mirada antes de empezar a lavar sus dientes, tras enjuagarse volvió a observarse y se dio a sí mismo una gran sonrisa. Sacó sus mejores galas vistiéndose y acomodando su pajarita varias veces para luego hacer lo mismo con sus lentes; le gustaba cuidar su apariencia.
"Un buen día empieza con un buen desayuno ¿No Devon?" Preguntó el chico a su felino al entrar en la cocina que respondió levantándose y estirándose en su lugar, el castaño empezó a preparar un típico desayuno con huevos de corral y tocino.
Un par de golpes se escucharon en la entrada, el chico sonrió en la cocina para ir a abrir la puerta de inmediato, ahí afuera estaba un pequeño, sostenía el periódico con una gran sonrisa.
"Aquí tiene señor, hasta la puerta como me lo pidió, ésta vez no lo he arrojado" el pequeño que le sonrió triunfante al contrario recibiendo una sonrisa de vuelta, el mayor tomó el periódico y pagó con un billete.
"Bien hecho Jimmy, las macetas de mi pórtico te lo agradecen" El chico observó bien el billete que había recibido.
"Eh... señor, no tengo feria de 5 dólares"
"Puedes conservar el cambio" Tras decir eso el mayor se disponía a cerrar la puerta cuando recibió un incómodo abrazo del pequeño que le hizo fruncir el ceño pese a su sonrisa forzada.
"Muchísimas gracias señor radio, mi madre estará contenta" el pequeño lo soltó sin esperar respuesta y corrió hasta fuera del camino donde había dejado su bicicleta, aún volteo a ver al joven en la puerta que permanecía estático y se despidió con la mano antes de seguir su ruta de entrega.
Los abrazos eran algo que le incomodaban sin embargo simplemente negó con la cabeza y regresó a su rutina matinal luego de ese encuentro con el periodiquero. Desayunó plácidamente para luego leer el periódico con su ya muy acostumbrado café negro sin endulzar.
Aún era temprano cuando salió rumbo a su cabina de radio, debía manejar varios kilómetros antes de llegar al centro de la ciudad de Nueva Orleans donde ésta se encontraba ya que vivía a las afueras, en un lugar más cercano de los bosques que de la sociedad en general. Le gustaban los sitios tranquilos diría en su programa a los buenos radioescuchas.
Pasar un buen tiempo en su estación le llenaba el alma diría estando al aire, también disfrutaba de los eventos narrados y la música de jazz, adoraba el saxofón; siempre que tenía la oportunidad él mismo interpretaba canciones para sus radio escuchas. Ese día en particular había recibido una gran cantidad de llamadas y mensajes de sus seguidores, de modo que no dio por terminado su programa en vivo hasta haber acabado de mencionar a todas las amables personas que le habían "hecho el día" con sus saludos, menciones y peticiones especiales.
Los radioescuchas dirían luego que el joven radio era carismático y agradable, aquello mismo opinaban todos quienes hablaban con él o tenían interacciones personales ocasionales fueran lejanas o cercanas: "un joven excepcionalmente cordial, caballeroso; con un gran sentido del humor, nunca pasaría de largo si nota que necesitas ayuda, suele ser muy acomedido y servicial."
Eran pasadas las cinco de la tarde cuando salió de su cabina de radio, iba por la calle silbando alegremente; para llegar hasta donde se encontraba su vehículo tenía que pasar frente a un olvidado callejón entre edificios, ahí escuchó un forcejeo, miró con curiosidad dentro de aquel pasillo húmedo y sucio. Sigiloso como siempre entró en el callejón pudo observar con desagrado a un sujeto con apariencia de trabajador sujetar a una chica, con una mano tapaba su boca mientras metido entre sus piernas intentaba despojarla de su ropa; una sonrisa furiosa se dibujó en el chico mientras sacaba con cuidado sus lentes para ponerlos en el bolsillo de su saco.
El cuerpo seminconsciente del tipo cayó encima de la chica que en cuanto pudo se levantó saliendo de debajo del sujeto, no supo a quién agradecer ya que la oscuridad protegía la identidad del joven que la había ayudado. La mujer de baja estatura tomó su bolso y salió despavorida mientras seguía agradeciendo a su salvador que se mantenía en las sombras.
Eran cerca de las ocho de la noche cuando por fin el beso de la consciencia regresó la vista nublada al atacante que se encontraba tendido en el piso tratando de entender dónde se encontraba, se sentó trémulamente poniendo su mano en la nuca que aún le punzaba de dolor.
"¿Dónde mierda estoy?... Agh... ¿Qué carajos?" escupía las palabras entre groserías y vejaciones mientras trataba de ponerse en pie, la cabeza aún le daba vueltas pero poco a poco los sentidos le empezaban a llegar poniéndolo al tanto de que estaba en medio de un espeso bosque.
"Me encanta la cacería" La voz vino de entre la oscuridad, el interlocutor se alertó mirando a los lados inmediatamente.
"Quién demonios está ahí" gritó a la noche "Sal ahora mismo"
"Siempre ofrece un divertido reto para el cazador que busca y para la presa que intenta sobrevivir" fue la única respuesta que recibió, la voz parecía haber cambiado de dirección.
"Oye amigo, yo, yo no quiero pelear; sólo me iré. Está bien" El tono del tipo había cambiado de uno agresivo a uno temeroso mientras daba unos pasos tratando de alejarse lentamente de la fuente de aquella voz.
"Hmmmm.... No, no lo creo jajajaja" Esa risa siniestra cruzó el aire erizándole la piel "Lo triste es que cuando pasa el tiempo y te vuelves un cazador experto, los animales dejan de representar un reto"
El tipo tragó en seco aguzando los oídos, sus manos sudaban y un temblor general le había embargado el cuerpo "Amigo, ¿esto... esto es una broma?" preguntó con un nudo en la garganta...
"Vamos mi amigo, no puede ser esa tu respuesta" La voz cambiaba de ubicación y a veces sonaba demasiado cerca lo que espantaba al tipo "¿No se supone que eres un depredador?" una risa resonó entre los árboles "¿Cómo piensas lidiar con un depredador mayor y mejor preparado? algunos pelean, otros huyen; otros más ruegan... ¿Tu qué harás?"
El sonido del corte metálico de un arma le hizo saber al asustado hombre que la amenaza iba en serio y qué poco habría que hacer, el disparo del arma corta hizo volar a las aves de los árboles que hasta ese momento se habían mantenido como testigos silenciosos. El susto le hizo flaquear las piernas haciéndole caer con el trasero en el fango, trastabilló levantándose inmediatamente y comenzando la huida. Corrió desesperadamente intentando salvar su vida.
El castaño con elegancia guardó su arma en el cinturón donde tenía su funda, no le pareció apropiada ésta presa en particular para un tiro sencillo; se dispuso a comenzar la persecución fijando con sus sagaces ojos al sujeto que se alejaba corriendo torpemente y sonrió.
El tipo resbaló entre unos setos, le hubiera gustado tener mejor vista en un momento como ése, se detenía en momentos escondiéndose entre los árboles apoyaba mientras trataba de calmar su agitada respiración para escuchar los sonidos del ambiente. Corrió despavorido al ver alguna luz parpadear a lo lejos, seguro en esa dirección estaría la línea carretera, ahí estaría a salvo; de ahí podría llegar a la ciudad.
Un puño seco de la nada le detuvo la escapada mandándolo de lleno al suelo de espaldas, el estruendo le retumbó en el cráneo, el golpe casi se había sentido sobrehumano. El silencio reinó mientras el tipo regresaba tratando de levantarse pero justo en ese momento el brillo acerado de un arma se incrustó de lleno en su vientre entrando limpiamente.
Apenas pudo observar los dientes de una brillante sonrisa y aquellos ojos marrones que lo miraban con una insana alegría, al poco tiempo el retumbar punzante de los latidos del corazón iban cesando apagándose poco a poco.
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Historias de Horror con Alastor
Mystery / ThrillerHell - Oh mis queridos radioescuchas espero que estén teniendo una espectacular noche, mañana o tarde según la hora y el lugar en el que me estén sintonizando. Aquí encontrarás historias cortas de terror, espero que sean de su agrado...