"Bastantes emociones"

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-amelia-da dos golpes a la puerta a pesar de que esta se encuentra abierta-carlos está en la sala-informa con voz suave-

¿Robin siendo suave conmigo?, eso es nuevo.

-amm....ya voy-tomo mis cosas.

Al salir, justo como Robin dijo, está sentado en uno de los sofás, tiene un traje negro bastante elegante. Al verme llegar se levanta para saludarme, extiende una mano para estrecharla con la mía, cosa que hago sin entender muy bien a qué se debe ese saludo tan formal. Cuando nuestras manos se unen, las eleva indicándome que de una vuelta.

-hermosa como siempre-

No me deja reaccionar a su comentario cuando ya está abrazándome, me pongo de puntillas para tener una posición más cómoda por lo alto que es, entonces me acerca mucho más a su cuerpo.

Huele a loción de hombre de pies a cabeza y tela nueva que proviene del traje seguramente rentado.

Mi intención es separarme aunque el no tiene indicios de soltarme.

-bien, ¿listos?-mamá aparece en la sala con una gran sonrisa. Así que Carlos por fin me deja de abrazar-aww, se ven tan lindos juntos-eleva la camara fotográfica en sus manos haciendo que el flash me moleste en los ojos.

-mamá-me quejo poniendo una mueca.

-vamos, nunca se olvida el primer amor-vuelve a acomodar la cámara para sacar otra foto.

El chico presiona sus labios con un poco de pena mirando al objeto.

-amelia, ¿Que tal si te acercas un poco más a él?-

Suspiro deseando que esto termine y hago lo que ha dicho. Ya una vez con su maldita foto deja de molestar y se dirige a ámbar para colocarle un suéter.

Cuando todos estamos listos, salimos de casa, mamá, papá y la pequeña rubia toman camino en el auto de papá, mientras Robin junto a mi, vamos con Vicky y carlos.

Al parecer a mi hermana no le fue tan mal con Vicky, o eso creo, parecen estar cómodas la una con la otra, compartiendo conversación de millones de cosas distintas.

La conductora disminuye la velocidad doblando en un portón enorme a color blanco.

-¿Es aquí donde vives?-pregunto para el pelirrojo.

Este asiente restandole importancia. En absoluto sabía que su hogar era una gran residencia en la calle de los ricos. Todo está tan elegante que parece la realeza o algo por el estilo, ahora veo que no le cuesta nada darme regalos todo el tiempo, no obstante, en mi opinión, nadie necesita costosos regalos para tenerse un lindo cariño, es decir, yo le tengo un lindo cariño a max, y a cambio recibo quejas e insultos por su parte casi siempre.

El auto de los wheleer está aparcado fuera de la enorme casa, algo muy normal, sabía que vendrían, no era nada nuevo, los padres de carlos decidieron invitar a ambas familias en su cena acción de gracias, honestamente, al principio pensé que tendrían que hacer comida suficiente para todos y eso sería caso difícil, aunque fue su opinión invitarnos, ahora, se que no es caso difícil para una familia con una gran cantidad de dinero.

-lindo traje....-comento para cara rana al estar fuera del auto mientras evito reír.

-igual luces bien-pone los ojos en blanco.

Conocía bastante bien al chico para saber que odiaba los trajes, o mejor dicho, cualquier prenda de ropa que lo hiciera lucir elegante.

Un auto más llega, precisamente el Camaro de Billy.

¿Debería escapar de esta sitio?.

-¿Invitaron a Billy?-arruga sus facciones atento al coche.

-mamá dijo que sería bueno invitar a los Mayfield y harvogre-explica el pelirrojo-neil hizo buenos tratos con mi padre, por lo tanto ahora los consideran buenos amigos de la familia-

I like you Mayfield💌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora