"Disparada de la tabla"

303 23 0
                                    

El rato se hace largo, pero al mismo tiempo corto, cuatro oportunidades para superar su record, y siendo sincera, estaba muy escasa de dinero últimamente, o mejor dicho, casi siempre, dudaba de mis habilidades en dig dug, no es como si fuera la número uno, o al menos lo era, mucho antes de que la pelirroja llegara.

Los chicos por su parte decidieron ir a jugar en diferentes y diversas máquinas, mientras max junto a mi nos quedabamos en el conocido juego.
Su mirada fija en mi, comenzaba a ponerme nerviosa, solo tenía dos oportunidades más, nivel siete, era demasiada presión, me faltaban quinientos puntos más y algunas decenas para superarla.

—¿Sabes dónde se encuentra mi juego?—alardea.

—si, en el departamento de videojuegos, que ahora han removido hacia starcout, pero no te preocupes, frente al mismo establecimiento se encuentra una muy bonita tienda llena de empalagosos vestidos rosas—la miro por el rabillo del ojo.

Frunce los labios mostrando una expresión desagradable—me conformo con que tu grupito no te acompañe—

—¿Grupito?—

—si, Angela y las demás, siempre están como chicles pegadas a ti—

—porque así lo quieren, si por mi fuera, mejor si no están cercas—

—¿No te gusta estar con ellas?—

Niego con la cabeza—lo único que hacen es hablar de chicos, en especial de tu fantástico hermano—

—claro, todas están obsesionadas con el—rueda los ojos.

Hago un movimiento para conseguir una zanahoria y ganar más puntos, pero eso termina mal, gracias a que un maldito dragón me alcanza, dejándome con tan solo una vida.

—carajo, pero eran dos, no es justo—me quejo entredientes.

—vamos, acéptalo, perderas—

El auto del rey de Roma, se percibe a través de las puertas del arcade, gracias a su tan ruidosa música, acompañada del motor rugiendo, eso llama la atención de la ojiazul.

—hablando de mierda—balbucea—me tengo que ir—gira el rostro en dirección a la salida.

—max, no puedes dejarme ahora, estoy apunto de superar tu record—

—dile a los chicos que los veo mañana en el almuerzo—toma su mochila apurada.

Consigo matar dos dragones con una roca y obtengo dos mil puntos, lo que me hace superar su record.
El juego pasa de nivel, pero cuando subo la vista, la chica que me retó se ha ido del lugar, solo me queda observar como el Camaro se aleja con ella dentro.

—amelia perderás—la voz del chico sin clavículas me obliga a devolver la vista a la máquina, que ahora se ha reiniciado en el nivel uno.

Era de esperarse, mi oportunidad se ha ido, y no precisamente hablo del juego.

—¡¿Veinticinco mil ciento cuarenta y seis puntos?!, ¿Pasaste el récord?—el moreno me empuja suavemente para mirar más de cercas.

—aja—reviso la hora en el reloj de mi muñeca—es algo tarde, nos vemos-tomo mis cosas

—¿No te quedaras otro rato?—pregunta quien me invitó en un principio.

—ahh...quizas luego, por cierto, max dijo que los vería mañana en el almuerzo—me despido y finalmente salgo.

La noche empieza a caer, trayendo consigo un lindo BMW setecientos treinta y tres, con Harrington de conductor. Este frena en mi narices y deja bajar la ventanilla de copiloto.

I like you Mayfield💌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora