Capítulo O2.

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Jimin.

—¡Mierda!—volví a intentar romper las cadenas sin lograrlo por décima vez.

Aún no entendía que es lo que había salido mal para terminar aquí, en esta pocilga, golpeado como un maldito delincuente.

Ah, cierto que yo era uno de esos.

Unas horas antes...

Caminé hacia Taehyung y le entregué las dos maletas repletas de dinero.

—¿Estas seguro de esto?—me preguntó mi mejor amigo mirando hacia ambos lados, desconfiado.

—Si, ve—palmeé su hombro, caminó hacia el auto ubicando en la salida y subió, no sin antes fijarse en que nadie lo viera.

Sonreí contando el dinero y salí por el callejón. El tipo al que le vendí era un inútil, nunca se dio cuenta que mis intenciones era matarlo hasta que me vio sacar el arma y me rogó que no lo matara, maldito estafador, conmigo nadie se mete.

Guardé la plata dentro del bolsillo y miré hacia atrás a ver si venía alguien. De pronto un hombre saltó de la azotea derribandome, saqué mi arma, pero desvió el tiro hacia el aire, un segundo hombre bajó tirando lejos mi arma. Pateé su cara haciéndolo caer hacia atrás y le pegué un cabezazo al de adelante.
Salí corriendo hasta la salida del callejón donde un hombre me apuntaba con un arma.

—Tranquilo—le susurré, mirando hacia todos los lugares posibles por donde poder escapar.

—¡Tranquilo nada idiota, apoya tus rodillas en el suelo y manos arriba!—sonreí burlonamente y me arrodillé.

Sin que se diera cuenta saqué el cuchillo de mi pantalón y se lo lancé, dándole en el muslo derecho y haciendo que tire su arma al suelo, me incorporé para escapar.

—¡Hijo de puta!—se quejó el hombre agarrándose la pierna y tirándose al suelo.

Y cuando pensé que estaba liberado, tres tipos me derribaron tapando totalmente mi cara y boca, al minuto estaba desmayado por el fuerte olor a formol en mi nariz.

✘✘✘

Me desperté en una celda rodeado de cinco tipos, enseguida me di cuenta a donde y a quién pertenecían.

—¿Que hacías en el club esta noche?—preguntó uno de ellos, sonreí, mirándolo desafiante.

—Que te importa—un golpe de puño fue a parar a mi mejilla, escupí la sangre de mi boca y volví a mirarlo.

—No te preguntaré otra vez—sacó un cuchillo acercándose a mi.

—Salí un rato a fumar, ya sabes, lo normal—sonreí tirandole un beso.

—¡Escúchame idiota!—me tomó del cuello pegándome la cabeza contra la pared—Te puedo matar en cualquier momento, no te conviene callarte, así que empieza a hablar de una vez—cortó mi camisa, arrancándola de mi cuerpo.

—Esa era mi favorita—susurré con un puchero, el tipo me miró mal.

—No me importa.—se acercó nuevamente y cortó mi pantalón, dejándome solo en bóxers.

—Oye, se que soy lindo pero tampoco es para tanto—jalé las cadenas.

El tipo apretó la mandíbula, parecía querer matarme allí mismo.

—Si no te callas te voy a romper el culo—esta vez me pegó en el estómago.

—Ahora son putitos también—reí a carcajadas—¡Lo que faltaba!

enemigos › kookmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora