【quatre】

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Con el ligero rayo de sol pegando contra su ventana Jay decidio que era ya hora de levantarse. Sus clases ese día comenzaban al mediodia, entonces se dio el tiempo de terminar de despertarse antes de ir a darse una ducha. Froto perezosamente uno de sus ojos, con su cabello despeinado, ropa mal acomodada y unas marcas de almohada en su mejilla, a quien no le pareceria tierno.

Su pequeño hermano solia repetirle la envidia que le tenia, no debia levantarse antes de que salga el sol, ni tomar el bus cuando todavia hacia frio. A pesar de que sus clases eran a veces por la mañana, el preferia salir con calma y calentar el cuerpo con una caminata matutina, lo había encontrado tan reconfortante que, cuando sus padres le comentaron que el auto ya estaba arreglado, amablemente se negó.

Ya habiendo tomando una ducha y estando asegurado con las ropas que llevaria, se sentó a la mesa a tomar su desayuno. Su casa lucia aburrida y vacia a veces, su madre solía trabajar por la mañana ayudando en una tienda de una amiga, mientras que su padre tomaba ambos turnos en una fabrica. Eran gente bastante humilde y de clase media, nada comparado por ejemplo con la familia Yoon que era conocica casi por medio país.

Sin notarlo, Jay había pasado casi media hora sumido en sus pensamientos, usualmente acostumbrado a la rutina llamaba a algún amigo de su antigua escuela o escuchaba musica, pero ese día no fue así. Menos de una semana había pasado desde el último encuentro con Jongwoo, su cabeza no paraba de dar vueltas al asunto.

Si lo pensaba bien, Jongwoo no era un tipo feo, era bastante atractivo, con buen fisico, inteligencia y habilidad, solo que por hacer querer ver una faceta que no le sentaba bien pasaba a ser visto como los demás descerebrados de su grupo, que solo eran buenos en educacion fisica. Los últimos días apenas si se habían cruzado, lo cual le parecio algo extraño, dado que siempre lo molestaban hasta por la más pequeña cosa. Lo veía reir con sus amigos, como era habitual, su sonrisa con dientes blancos haciendolo ver sumamente tierno, sus pequeños ojos que solian dar miedo, viendose brillantes y expresivos.

Sin notarlo una sonrisa de lado se había formado en su rostro -No, no, no, ¿Qué hago? ¿Jay por qué piensas en él? Dios- Se dió leves golpes en sus mejillas como intentando despertar de una realidad no deseada.

Luego de terminar de acomodar todo como era debido, despidió a su madre que apenas llegaba y salió rumbo a la escuela como era constumbre. Con su cabeza hecha un lio y su corazon latiendo de extraña manera al recordar al pelinegro sobre él.


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-Aaaah, que día más tranquilo- Suspiró el pelirojo mientras se derretia en su asiento. Parpadeo un par de veces al percatarse de que ninguno de sus dos amigos le había prestado ni un gramo de atencion -¿Verdad?- Alzó un poco la voz, llamando la atencion del menor, Yedam, quien se encontraba sumido en el juego de su telefono.

-Es verdad, desde hace unos días que nadie viene por aqui- Agregó mirando a dicho grupo a la distancia y luego a Jay, así en una clase de vaiven -Seongmin ven, necesito decirte algo- Se levantó tomando al más grande por su camisa y arrastrandolo fuera del salón. Dejando a un pensativo Jay solo, mirando por la ventana.

-¿Qué ocurre?- Pregunto con sus labios en una pequeña O, haciendolo ver más adorable que de costumbre.

-¿No crees que Jay anda algo raro?- Señalo. Seongmin lo observó y se alzo de hombros.

-Todos tenemos días malos, puede ser eso- Respondió con simpleza, Yedam negó.

-No creo que sea coincidencia, Jongwoo dejo de molestarnos hace 4 días, mismo día que Jay comentó que hablaria con él, muchos dicen que pelearon o algo, pero sabemos que Jay no es así. Algo paso...Si no me crees mira a Yoon, los dos se ven igual de raros- Este hizo un pequeño vaiven entre ambos chicos, que incluso tenian la misma cara y posicion de brazos.

-¿Deberiamos hacer algo al respecto? Es decir, no podemos hacer esta clase de conclusiones, no sabemos mucho-

-Tengo un plan- Sonrió con malicia juntando sus manos, sacandole una carcajada a Seongmin, era como un chihuahua intentando ser malo, siempre se veia tan pequeño y adorable -Osh, ya. Tú le preguntaras a Jay mientras que yo le preguntare a Jongwoo, a base de ello podremos tal vez sacar más informacion-

-¿Y si Jongwoo se pone agresivo? O que tal que ambos no digan nada...-

-Deja de pensarlo tanto, de todos modos, nadie se metería de frente conmigo. Sabes que tengo contactos- Seongmin sabía que eso era cierto, el menor conocia a muchas personas y además de ello era super chismoso, todo en la escuela lo sabía y meterse con él significaba que su mayor secreto correría el riezgo de revelarse. Nadie queria eso.



Así ambos chicos se separaron una vez entraron al salon, una autoridad les habían informado que un profesor estaria ausente y nadie podia reemplazarlo, por lo que todos se encontraban simplemente charlando entre si. Yedam fue el primero en ir y sentarse en un asiento vacio al lado del pelinegro, quien nisiquiera se digno a mirarlo.

-Hey Yoon- Le empujó el hombro amigablemente, Jongwoo solo le hizo un gesto para que soltara lo que sea que le quiera decir -Escuché que el otro día tuviste un altercado con Chang, ¿Qué paso?- Se animó a preguntar sin rodeos. De inmediato pudo sentir como todo el cuerpo del contrario se tensaba ante la pregunta.

-No paso n-nada- Susurró, y Yedam tuvo que obligarse a si mismo a tragarse una risa -¿Por qué la curiosidad?- Preguntó molesto rodando los ojos.

-Nada en particular...- Miró a sus alrededores, realmente nadie prestaba atencion a otra cosa que no fuese ellos mismos, entonces se le ocurrió algo -Jongwoo, ¿te gustan los chicos?- Claro que lo dijo a la cercania, ya que no era un tema facil a decir verdad, pese a que no lo juzgaria simplemente opto por la pregunta, tal vez un poco relacionada al nerviosismo que sentia cuando de cruzaba con el castaño.

Jongwoo no respondió, solo se quedo con la cabeza gacha, como si estuviese replanetando toda su vida en esos segundos. Los oscuros orbes de sus ojos con disimulo fueron a parar a donde el castaño se encontraba, hablando como siempre lo hacía con su sonrisa coqueta y amable. Había hablado con Jiwoong apenas esa manaña sobre lo ocurrido hace unos días, entonces comprendía algo que no queria admitir.

Tal vez si vio una clase de competencia al conocer la personalidad de Jay, tal vez molestarlo no le gustaba en lo absoluto pero era la unica manera de hablar con él, tal vez le gustaba soñar con que hablaban amigablemente y se otorgaban el uno al otro lindas sonrisas...

Tal vez, le gustaba de una forma que sabia no era mutua.





𝕆𝕡𝕡𝕠𝕤𝕚𝕥𝕖 - 𝕁𝔸𝕐𝕎𝕆𝕆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora