" Un masaje relajante para mi princesa "

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POV HAYLEY

Llegue a las tres de la mañana a casa, estaba agotada de tanto comentario negativo hacia Loren y de los intentos desesperados de mi familia por juntarme con Manson. ¿Tan difícil les era entender que estaba enamorada? De verdad, eran testarudos.

Al llegar a la puerta me quite los tacones, no podia más con ellos. Los sujete en la mano y abrí la puerta. El olor a comida fue lo primero que oli. Deje las llaves en la entrada y fui a la cocina. Olía muy bien, lo reconozco.

Cuando llegue me encontré a Loren cocinando, llevaba el delantal que le regale por nuestro segundo año juntas en el que pone "soy una chef". Me apoyé en la puerta y la mire. Tenía los cascos puestos y de vez en cuando bailaba. Sonreí al verla, me encantaba verla así de relajada y feliz.

- ¿Qué tal la noche?- dijo un poco alto.

Se quitó los cascos y los dejo a un lado. Bajo la ruleta del fuego y se giro para verme.

- No hace falta que respondas, tu cara me lo dice todo, ¿tan mal ha sido?- camine hacia ella.

- Tenías razón- solté.

Ella sonrió y pasó sus brazos por mi cintura. Deje mi cara sobre su pecho y suspiré agotada. Beso mi cabeza cuando me escucho.

- Son agotadores- comenté- Llevan toda la noche intentado juntarme con Manson- la abracé.

- ¿Te molesto?- preguntó, me separe para mirar la.

- No, él ha sido simpático, pero mi familia no entiende que te quiero a ti- rodee su cuello con mis brazos.

- Espera, como dijo uno....a si, soy un chucho, un perro mojado, tengo cara de adúltera... No me habían insultado tal elegantemente bien jamás- reí, dando gracias a que se tomara esto con humor. 

- ¿Adúltera?- pregunté con una sonrisa.

- Si, adúltera- repitió.

- Me engañas con alguien- alce una ceja.

- Si, me has pillado, cuando no estás en casa me besó con el morro de la botella de whisky- sonreí- En mi defensa diré que estaba tan bueno que me pudo- reí y me acerque a ella.

- Te quiero mi amor- dije cerca de sus labios.

- Y yo a ti- la besé.

Me apretó un poco más contra su cuerpo. Después se separó y me miró.

- ¿Sabes lo peor de todo?- retiro el pelo de mi cara- Qué me aprendí el baile para nada- volví a reír.

- ¿Quieres bailar?- ella sonrio.

- Pensé que nunca me lo pedirías- beso mi mano y fue al teléfono.

Busco una canción o más bien la canción con la que practicamos. Le dio al play y se acerco a mi emocionada. Deje los tacones en el suelo y nos colocamos. Comenzamos a dar pasos cortos hacia un lado, después al otro, luego una vuelta y otra vez los mismos pasos que antes. Ella pasó por detrás mía, yo estire mi brazos y me dio vueltas hasta que me pego de espaldas a su cuerpo. Aprovechó para dejar un beso en mi cuello antes de volverme a dar la vuelta.

La canción terminó, hizo una pequeña reberenci que me causó gracia. La sonrisa que tenía no abandonó su rostro.

- Muy bien- la felicite.

- Gracias- arrugó su nariz- Mierda, la comida- se giro y fue hacia el fuego- Casi se me quema- levantó la sarten.

- ¿Tienes hambre?- negó.

- Es para mañana, por si llego tarde- respondió- ¿Me puedes pasar un taper?- me acerque al armario y agarre uno.

- ¿No comemos juntas?- se supone que mañana lo haríamos.

Esto es imposible | Parte II (En proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora