La extraña Navidad de Ranma y Akane

El camino que va...

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1ª . CAPITULO.

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El camino que va...

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Llegaba la Navidad, la calle y los escaparates de las tiendas se engalanaban con luces de colores. Las tiendas recibían la mercancía que pensaban vender. Todos miraban que comprar que comprar.

Una pareja compuesta por una joven de pelo corto azulado y un joven de pelo acabado en trenza miraban un escaparate.

Ella miraba ilusionada algo que había en él. El chico no mostraba interés en lo que ella miraba.

Hablaban, de repente ella se giró y se alejó enfurecida, él bufó miró al objeto que ella miró y volvió a bufar, escapaba de su presupuesto, ya se había gastado mucho, pero… debería pedir ayuda a su madre.

No muy lejos, en el Neko Hanten una anciana y un joven estaban decorando el local, lo tendrían lleno el día de Navidad.

-Venga cegato, que se hace tarde, y tenemos que abrir.

-Es usted la que cambia de idea cada dos minutos. Podíamos haber acabado hace horas.

El chico recibió un bastonazo.

-Te tendría que convertir en pato y hacerte como menú de Navidad.

-Ni usted se atrevería. Incluso usted recibiría el castigo adecuado. No es la primera vez que me amenaza, incluso lo intentó hacer una vez- Mousse recordó esa vez, fue salvado por Ranma- he grabado sus amenazas y la he mandado a mi bisabuela.

Cologne captó la amenaza, la bisabuela de Mousse era también una matriarca, de menor categoría, pero con más amigas que ella. La amenaza de convertir a Mousse en pato a la naranja le podía costar muy caro.

De repente la puerta se abrió y entró una chica.

-Lo tengo abuela, ha llegado- y enseñó un paquete.

-Y con esto lograremos librarnos de Akane.

-¡Si! Y la noche de Navidad Airen lo pasará conmigo.

-Si mal no recuerdo a parte de Akane tienes dos rivales más- la ironía de Mousse fue evidente-no creo que te dejen pasar la noche con Ranma. A parte, tienes que tener en cuenta que Ranma quiera pasar esa noche contigo.

-¡La pasará! ¡Y tanto que la pasará!, ¡lo está deseando!. Cuando Akane desaparezca, Airen vendrá a mi.

Mousse negó con la cabeza, eso no pasaría nunca. Ranma había cambiado, no le gustaba estar cerca de sus tres prometidas no oficiales, las rechazaba con sutileza. Mousse estaba seguro que Ranma las rechazaba de forma inconsciente, sin darse cuenta y por otra parte había notado que cada vez estaba más cercano a Akane.

-El futuro yerno estará contento de estar contigo – y las dos miraron hacía un lugar. Cologne había preparado una decoración especial. Había una mesa especial donde su nieta y su futuro marido pasarían la noche de Navidad.

Pero antes debía deshacerse de Akane y de…

Mousse se dio cuenta de las intenciones de Cologne, no pudo escapar. Cayó ante el golpe de la anciana.

-No despertará hasta el día veintiséis, no podrás advertir a la familia Tendo lo que le espera a Akane.- y las dos mujeres rieron.

Antes de caer en la inconsciencia del todo Mousse tuvo tiempo de decir unas palabras.