Campana contra Kuno...

98 5 0
                                    

-0-

5ª . CAPITULO.

.

Campana contra Kuno...

-0-

Ese día habían vuelto a salir con Nodoka, cuando volvían se volvieron a encontrar con Ukyo. Le habían dicho quien realmente eran, y Ranma le dijo que quería a Akane, y que ella era culpable de que volviesen a ser niños. Ukyo huyó, esa chica ahora les tenía miedo

Los dos niños vieron como huía esa chica.

-No se escapará por siempre, ya la pillaremos, y nos pagará habernos convertido en niños.

-Si, pero ahora que sabe quien somos realmente, intentará escapar, y no vamos a poder seguirla,- añadió con fastidio- ahora somos niños, ¡no podemos viajar solos!.

-Pero no por ello no le dejaremos que se vaya de rositas.

Nodoka los miró, habían recuperado sus yos adolescentes y esas partes como su yo niños querían vengarse. Sabía que en segundos volverían a pensar como niños.

-Ukyo ya caerá, ¿pero sabes lo que quiero ahora Akane?- la niña negó con la cabeza- que Kasumi nos dé un motón de galletas de esas que tanto nos gusta a ti y a mi. Como nos dio ayer.

-¡Yo también quiero!- la niña saltó entusiasmada, esas galletas eran la perdición de esa pareja, ahora y cuando eran adolescentes- pero es natural que quieras, Kasumi cocina muy bien y esa galletas le quedan muy bien.

-¡Es cierto tu hermana es buena cocinera. Pero ahora también quiero juguetes.

-¡Como los que hay en la tienda de la esquina.

Nodoka supo que le pedirían y a ver esa tienda.

Los dos niños arrastraron a la mujer a esa tienda, ella parecía que se oponía a esa visita, pero realmente quería ver los dos niños disfrutar viendo esa tienda. Sabía que le pedirían algún juguete y que sería inútil poner la excusa de que se esperarán a que viniese Santa Claus.

Estaban llegando al dojo, como había pensado Nodoka, les había tenido que comprar algún regalo, la habían mirado de una forma tan dulce, le habían suplicado de una forma tan de niños buenos que no pudo resistirse a comprarles lo que pidieron , al menos se fueron a juguetes sencillos y baratos.

La mujer los vio como caminaban ilusionados hacía el dojo, con los ojos brillantes, ahora eran dos niños felices y contentos. De repente Ranma se giró y miró a Akane.

-Después de merendar podíamos pedirles el aguinaldo a tu padre y al mío de nuevo como ayer.

-No creo que caigan como ayer- la niña negó con la cabeza- son muy tacaños, no nos volverán a dar dinero, y quedan poco para Navidad. Si piensas que nos darán algo más es que eres tonto.

-¡No soy tonto!- gritó enfadado Ranma- les volveremos a cantar hasta que nos den algo, y que no sea ni caramelos, ni dulces. Tengo una idea para que nos den dinero.

A la niña le gustó esa idea, y salieron corriendo a casa dejando a Nodoka sola. Al llegar a casa, subieron a sus habitaciones, se cambiaron, dejaron sus nuevos juguetes guardados, para que no se los quitase ni Gemma ni Nabiki. Y bajaron a que Kasumi les diese la merienda.

Acabado la merienda, cogieron de nuevo los tambores de las hermanas Tendo eran niñas, y fueron en busca de sus padres, los vieron jugando al shōgui y se acercaron, empezaron a cantar villancicos.

La extraña Navidad de Ranma y AkaneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora