12. En otro lado

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Adele

Paso los dedos por el retrato que se encuentra en mi mesita de noche. La imagen trae consigo pequeños recuerdos que aún siguen en mi memoria, aunque sea mínimo lo que recuerde. Apreció la imagen bajo los rayos de la brillante luna, llegan a mi un sin fin de sentimientos; Amor, dulzura, felicidad.

Esta imagen la cual se puede observar a mi padre, mi madre, mi hermanita Rachil y yo... sonriendo y siendo una familia feliz... unida. Esta imagen es una de las pocas cosas que aún conservó después de lo ocurrido con mis padres. Vuelvo a colocar la imagen en su lugar y en eso puedo ver la hora en el reloj digital que yace en mi mesita de noche; 1:30 A. M al ver lo tarde que es, mis ojos cobran vida propia y se cierran.

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—¡No puedo creer que tu viajarás a Italia! — reclama Molly mientras empaca ropa en mi maleta junto a Laila.

Mis amigas al igual que mi hermana todavía no saben que mi viaje hacia Italia, no es solo por la propuesta de trabajo. No he encontrado el momento de hablarles sobre la propuesta que me hizo Aleksander... pronto les contaré, ya que no me gusta mentirles.

"No fue una mentira, solo es una verdad a medias" — recalco en mis adentros.

Ya es 24 de diciembre y llego el día de irme a Italia, no voy a negar que me ciento nerviosa y tal vez asustada... o solo me aterra la idea de conocer a la familia de Aleksander.

—No es la gran cosa, voy solo por trabajo — ruedo los ojos mientra termino de retocar mi maquillaje.

No me agrada la idea de mentirles, pero no tengo otra opción.

—Sí es la gran cosa Adele, o acaso no sabes lo lindo que es Italia; sus monumentos, la pizza, sus bellos paisajes — dice Laila mientras termina de cerrar las maletas junto a Molly, para así ambas sentarse sobre la cama.

—No solo eso, ¡también los tremendos seres tallados por los mismos dioses que dicen llamarse hombres! —Molly se exalta mientras habla, demostrando un cierto gusto hacia los italianos.

—Yo me quedo con los bombones alemanes, los italiano ya pasaron de moda —dice Laila mientras mira a Molly con cierto índice de emoción en su rostro.

—¡Dejen de pelear y mejor disfrutemos de ambos platos!— digo para que ambas me escuchen y se echan a reír.

Momentos como estos me hacen dudar de la decisión que ya tome. Yo amo a las chicas con toda mi alma, todas ocupan un lugar en mi corazón.

Emma y mi hermana Rachil no están, ellas odian las despedidas y yo respeto eso, pero eso no quita que me sienta un poquito mal por su ausencia. Ellas dicen que todo basto con lo que hicimos anoche, esa despedida lo fue todo para ellas.

—Las extrañare mucho chicas —hago un puchero dando a entender que estoy triste.

—¡Nosotras por igual! — ambas dicen al unísono para luego abrazarme.

Después de separarnos bajamos de mi habitación y comimos algo, hasta que el chófer llego por mi para llevarme hacia el aeropuerto.

Llegamos y el Jet privado de los Monroe espera por nosotros, Aleksander esta por un lado hablando con un señor que porta un traje bastante elegante al tiempo que se lleva un puro a la boca.

—¿Usted es la Señorita James? —me pregunta una muchacha bastante joven lo que parece ser la azafata.

—Sí soy yo — le brindo una sonrisa.

Abordamos el Jet de los Monroe, primero suben dos hombres lo parecen ser guardaespaldas, luego yo y la azafata y por último Aleksander este último tiene tiene el semblante bastante serio y lo que parece ser... enojado.

Mi perdición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora