Bottom! Hyukjae fic fest [2023]

Poetica

Título de la canción: Poetica
Artista/grupo: Cesare Cremonini
Aporte anónimo

Los aplausos se hicieron presentes al terminar de tocar. Me levanté del banquillo del piano y saludé a la importante audiencia antes de bajar del escenario y que empezara la fiesta. Rechacé amablemente las copas que me ofrecía el catering mientras camino hacia Jongwoon, quien sonríe aplaudiéndome bajito.

Escuché halagos acercándose a mí y, a los pocos minutos, muchas personas nos rodeaban, pues todos querían hablar con el antipático pianista que casi nunca se presenta a este tipo de fiestas. Era verdad, estar con trajes no era lo mío y las preguntas sobre mi vida, tampoco; no me sentía cómodo con tantas miradas acosadoras. Si vine, fue porque Joonwoon me insistió. Estaba listo para irme a casa, donde seguro me divertiría más, hasta que sentí su mano palmar mi espalda.

— Disculpen, pero mi amigo necesita un poco de aire ―dijo con una sonrisa fingida interrumpiendo las tantísimas preguntas―. ¿Por qué no vas al balcón, Hae? Dicen que tiene una preciosa vista.

Iba a negarme hasta que repitió que fuera hacia allí apretando ligeramente sus dientes, no podía decirle que no. Odiaba cuando se ponía así de la nada.

Les pedí disculpas y me aseguré de que nadie me detuviera o siguiera mientras me dirigía hacia uno de los balcones del edificio, uno que estuviera alejado y, de preferencia, vacío. Me quejé por dentro, tendría que soportar más tiempo en ese lugar.

Al llegar, respiré profundamente el manto nocturno. Me acerqué a la barandilla, mirando la ciudad. Pues tenía razón, la vista era muy bonita y fue aún mejor cuando del piano del salón empezó a sonar una melodía conocida. Sonreí al pensarlo, vagué entre mis recuerdos donde él era el protagonista, llegando a ese momento genuino ante esta fachada, cuando conocí un refugio en medio de la extravagancia de la noche.

Escuché pasos detrás de mí, y mi pequeña alegría se apagó de tan solo sentir que esa ligera calma había sido interrumpida.

— ¿Te molesta si fumo un poco? ―Una voz conocida agitó mi corazón, haciéndome temblar. Volteé rápidamente hacia atrás con ansias. Era él.

— Adelante ―digo, intentando controlar mi sonrisa. No podía creer lo que veía; fue como un deseo hecho realidad. Entró al balcón y, deslizando las cortinas, nos apartó de la fiesta―. ¿Me convidas uno? ―pregunto al ver la pequeña caja de cigarrillos que traía en las manos.

Él se me acercó sonriendo y me tendió la cajita. Saqué uno y me quedé esperando por un encendedor mientras aguantaba la risa.

— Son de chocolate ―sonrió mordiendo la golosina―. Sabes que no fumo.

Me reí ante su respuesta, siempre hacía lo mismo. ¿Cuántos años tenía? Y estaba en una fiesta de gala, ¿por qué nunca traía cigarrillos de verdad? Volví a reír al pensar eso, provocando que él también riera.

Nos apoyamos en la barandilla mirando hacia la ciudad y disfrutamos de la compañía del otro en un silencio cómodo mientras me compartía más cigarros.

Las luces centelleaban en la distancia, pintando la ciudad de destellos dorados y plateados. El sonido de la ciudad, casi opacado por la altura del balcón, se mezclaba con el piano que sonaba al otro lado de nosotros.

— "Esta noche te ves hermoso..." ―cantó bajo, siguiendo el ritmo de las teclas, sin dejar de mirar las luces debajo de nosotros.

Sentí cómo se encogió mi corazón al escucharlo tararear esa canción; podía sentir que él pensaba lo mismo que yo.

— Te extrañé ―digo cerrando los ojos intentando calmarme, incapaz de mirarlo, se suponía que llegaba esta noche pero no creí que viniera directo a esta fiesta para verme―. Perdón por tantos mensajes mientras estabas de viaje ―una risa baja se me escapa ante los nervios.