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A veces siento o creo que siento la necesidad de ver que los demás están peor que yo para sentirme mejor. Ver que las personas que me hundieron están igual o peor que yo como el karma por el mal que hicieron.

Sí, es muy probable que mi mal estado sea por mis malas decisiones, pero me duele tanto, que me hace incluso pensar que la que hizo cosas horribles fui yo; y por eso siempre voy al último, no consigo las oportunidades y no importa cuan duro trabaje por tener ese resultado; cuánto investigue para hacer ese mismo trabajo de forma inteligente y enfrentarme a las cosas con sabiduría en lugar de fuerza bruta.

Ya no tengo paciencia, me cansé de empezar de nuevo una y otra vez que los demás piensen que es fácil, que es una jodida etapa o que en algún momento me verán bien.

Poseo de incontables gana de herir a otros, de cobrar con dolor físico todo el dolor que, esos seres con nombre y apellido me hicieron sentir. Que vean que soy yo, y que sean conscientes mientras destilan miedo el reflejo de sus acciones.

Mientras imagino sacar sangre con la fuerza de mis pasos, o escribir con una navaja lo que piensa mi alma sobre ellos; me detengo en mitad del deleite por cuestionar si ese daño no es algo que quisiera causarme. Este último mes, he pensado que sí, sin embargo fui muy cobarde con los anteriores intentos de suicidio, porque a pesar del dolor, sigo con la falsa creencia de que podré encontrar algo bueno en la vida, que en algún punto será mi momento, ese el cual todavía no llega.

Caminé sin comida ni agua en el estómago durante una semana, sobreviviendo de sobras del suelo de un lugar inhóspito por 18 días más.  Usé mi cuerpo para sobrevivir a golpes, y renuncié a todo lo que me aliviaba el corazón una y otra vez, solamente por migajas de cualquier oído que asegurara escuchar mis llantos.

Múltiples personas moldearon mi cabeza a como se les dio la gana al punto de no saber en qué creer. No niego la existencia de Dios, pero tampoco soy capaz de sentir su cercanía porque el dolor me invade, y no puedo llorar. Nunca el llanto es suficiente, menos cuando de tu vida depende no soltar ni una sola lágrima.

Me entregué a morir lentamente en el medio de la nada y me arrastraron hacia una supuesta libertad que fue más dolor, porque lo vivido en esos 5 meses solamente me recordó que mi destino aparentemente es el fracaso.

No tengo seguridad de querer que alguien entienda si me duele o no, o el cómo me siento. Tampoco estoy en posición de seguir exigiendo que me devuelvan lo que creí que me habían quitado, que eran mis sueños y esperanzas, porque realmente nadie pudo quitarme algo que es inherente a mí alma.

Quiero un descanso, en el que yo genuinamente pueda decidir cuando quiera dejar de hacerlo.

Quiero que dejen de interrumpirme al hablar, no me importa si no tengo razón o si mi voz no se escucha lo suficiente, quiero aportar algo y que de verdad las personas que quiero me brinden esa atención, porque casi nunca hablo con esa plenitud mental.

Quiero ese juguete que me negaron en mi infancia, esa ropa que "no me quedaba", tener un hobby que no me haga sentir culpa o vergüenza de mí persona; los argumentos para no seguir pensando que la vida es una completa mierda.

Mis pies están cansados, mi cabeza se siente aturdida, necesito a alguien que acabe con mi vida, o que me recuerden que tener vida es más que solamente sentir miedo o dolor.

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⏰ Última actualización: Jan 01 ⏰

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