El cielo de Londres estaba nublado, un día que a simple vista podría parecer un poco triste, pero para Sirius Black era el clima perfecto.
Miraba las nubes a través de la ventana del tren mientras escuchaba música en sus audífonos. Su andén estaba completamente vacío, lo cual agradecía para acompañar su nostálgico día.Había terminado su último año en la Academia de formación media en Hogwarts, lo que dictaba que debía volver a casa con su familia. Sirius pensaba en lo mucho que extrañaria a sus amigos del Instituto, pero dejó esos pensamientos de lado al saber que vería nuevamente a su pequeño hermano, que si bien ya había cumplido sus 18 años de edad, para Sirius siempre sería su Reggie.
A su vez, pensaba en sus padres, pensó si estarían contentos de verlo como seguramente estaría Regulus o si solo buscarían la forma de enviarlo lejos para mantener su rebeldía a raya, como lo habían hecho en los últimos años.
Pudo visualizar la estación a unos metros de distancia, lo que significaba que pronto acabaría el recorrido y tendría que volver a amoldarse a su vida como hijo primogénito de una familia elitista.
Soltó un gran suspiro de pesadez con solo pensar en ello. Se colocó de pie y tomó su maleta del porta equipaje, para luego dirigirse a la puerta de salida.El tren se detuvo en su parada, Sirius esperó a que abrieran la puerta y bajó junto con todos los otros pasajeros, caminó por la galería que daba hacia el exterior de la terminal y mitad de camino pudo ver a un joven de tez blanca, ojos grises iguales a los suyos y un cabello rizado y muy oscuro. Su hermano menor sonrió en cuanto lo vió y se acercó hacia él, Sirius sonrió muy felíz de volver a verlo y fué a su encuentro.
— Hermano, es bueno volver a verte.
Regulus le extendió la mano, manteniendo un saludo formal, Sirius aceptó su mano, pero el ingenuo Reggie no se dió cuenta de la trampa que le había tendido su hermano mayor. Sirius tiró de la mano de Regulus y lo atrapó en un fuerte abrazo que lo hizó chillar por el bruzco movimiento.
— "Es bueno volver a verte" — imitó Sirius de forma burlezca. — No te veo desde hace casí un año y eso es lo único que tienes para decirme?! — Sirius se separó de su hermano menor, el cuál estaba un tanto conmocionado por el ajetreo del mayor de los Black, así que Sirius aprovechó para tomarlo de los hombros y comenzar revólver su cabello con rapidez. — Eres cruel hermanito.
El falso lloriqueo de Sirius hizo reír a Regulus.
— ¡Ya sueltame maldito pulgoso!
Sirius hizó caso y soltó a su hermanito entre algunas risas, las cuales incrementaron cuando Regulus lo empujó por el pecho.
— No me abrazas, me tratas como a esos vejetes estirados amigos de nuestros padres y encima osas llamarme pulgoso. ¿Cual ah sido mi pecado señor?
Dramatizó el mayor, mientras Regulus se limitaba a rodar los ojos.
— Nunca dejaras de ser un dramático de primera — Regulus tomó la maleta de Sirius — has tu drama en el camino, tenemos que volver a casa.
"Volver a casa" sonaba extraño. Sirius quería decirle que venía de su casa, de su hogar, quería decirle que dejó otro hermano en Hogwarts, pero sabia que a Regulus no le caería bien el comentario. Por lo que optó en asentir y seguir a su hermano hasta el vehículo que los llevaría a su hogar de la infancia.
Un hermoso coche negro los esperaba afuera, un chofer guardo la maleta y les abrió la puerta, Sirius vió el vehículo, era muy elegante y tenía decoraciones que parecían, o más bien eran, ridículamente costosas.
— ¿Has sacado tu licencia de conducir?
Regulus negó.
— Pensaba hacerla luego de cumplir la mayoría de edad, pero mamá dijo que era una pérdida de tiempo ya que disponía de chofer las 24 horas del día.
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Limerencia
FanfictionSirius estuvo gran parte de su vida lejos de su familia. Aunque debe admitir que disfrutó de sus años de libertad lejos de sus padres, donde pudo hacer todas sus rebeldías sin reproches la distancia de su hermano menor dolía. Era hora de volver a...